Un intendente que se autoevalúa para mejorar la gestión: sistema Concordiense para sacarle el molde
Las dificultades del intendente Domingo Maiocco al momento de elegir las personas adecuadas, al juzgar por las renuncias, despidos, yerros, situaciones comprometidas en el primer semestre, es propio de un debutante, sumado que no aparece la mano que lo sostenga de los tropiezos, que busca en los permanentes viajes a Buenos Aires, preconiza un urgente barajar y dar de nuevo.
La evaluación técnica desapasionada de una gestión funciona como las radiografías de pulmón, que permite ver los lugares oscuros y a remediar.
En la ciudad del citrus, se está aplicando una evaluación casi publica de cómo va área por área la gestión de un joven y lucido conductor. Tal vez, por esta zona, si copiamos la formula, el intendente y el senador recompongan la situación, vuelvan a juntarse para pergeñar ideas que mejoren lo que hasta ahora vienen haciendo.
En Concordia el intendente se juntó con su gabinete para realizar talleres donde evalúan la marcha de la gestión municipal con miras a mejorar, acentuando aciertos y corrigiendo errores, a siete meses de asumir al frente de una de las comunas más complejas de la provincia.
En esa búsqueda de trabajo y proyección se presentó el viernes 29 de julio la Unidad de Proyectos Estratégicos (UEP) y su Tablero de Control, una herramienta de seguimiento continuo de las actividades y los proyectos de cada área municipal, que solicitó el intendente Cresto. Intentando sumar, desde el departamento ejecutivo, se gestan talleres donde las reuniones de gabinete terminan siendo una evaluación de la gestión y con la mirada fija en sus dispositivos móviles los colaboradores deberán escribir, borrar y remarcar. Una reunión de gabinete ampliada donde se trabaja a modo de talleres. El Tablero de Control se compone de un conjunto de indicadores que permite el seguimiento y evaluación periódica de las metas de gestión, por Secretaría y área. «La iniciativa apunta a potenciar la capacidad de gestión para un mejor manejo de los recursos públicos, ya que permitirá medir la evolución de los programas e ir auditando el cumplimiento de los objetivos que marca el Intendente» indicaron. «La evaluación permitirá analizar en conjunto aciertos y errores, modificando lo que está mal y profundizando lo positivo», contaron desde la intendencia. Con esta metodología se intenta ver lo que se hizo bien, pero sobre todo ver en dónde nos está faltando para alcanzar los objetivos que nos fijamos». En este sentido, el presidente municipal recordó que «antes de asumir nosotros definimos 100 medidas importantes a ejecutar». Pero a días de asumir, «una inundación histórica nos obligó a readecuar tanto la estructura de trabajo, como los recursos y los objetivos. Es claro que la situación general, tanto de la ciudad como del país, no es la misma que la del año pasado, ya sea política, como económica o social», explicó. Muchas de nuestras propuestas de gobierno son transversales a distintas direcciones o secretarías, porque implican que haya distintas áreas del municipio trabajando en ellas. Con esta reunión de trabajo quiero que sigamos profundizando la relación entre cada área, corregir lo que haya que corregir y ejecutar las obras y acciones necesarias para culminar el año habiendo cumplido con los primeros objetivos que nos fijamos, para el beneficio de los ciudadanos», dijo el intendente. Tal vez, por esta zona, si copiamos la formula, el intendente y el senador recompongan la situación, vuelvan a juntarse para pergeñar ideas que mejoren lo que hasta ahora vienen haciendo. El intendente se juntó con su gabinete para realizar talleres donde evalúan la marcha de la gestión municipal con miras a mejorar, acentuando aciertos y corrigiendo errores, a siete meses de asumir al frente de una de las comunas más complejas de la provincia.
Tal vez el apellido del intendente de Concordia, no permite yerros en su accionar. No consentirá que personalismos, luchas internas o disputas por el poder, pongan en riesgo su gestión, ni mucho menos deshonren una trayectoria política familiar de envergadura.
Enrique Tomás Cresto, intendente de Concordia, piensa, proyecta y evalúa su gestión desde una perspectiva primero novedosa y después interesante y la suficientemente pragmática como para imitar en cualquier ciudad.
En Concordia, con una convulsionada vida política y social, que poco honor le hace a su nombre, ejercer poder y gobernar no es sencillo.
Es que del abuelo no sólo heredó el nombre y apellido, sino también ganas de construir un verdadero liderazgo para que lo posicione en el lugar que le interese en el momento que determine.
Desde el entorno cercano, ven en “Enriquito” al mejor candidato del partido justicialista para aunar las difíciles voluntades de los muchachos que se enfilan detrás de líderes de barro. “La política se ejerce en la ciudad Capital, pero las candidaturas, los candidatos, toda la interna de los partidos de Entre Ríos se cocina en la capital del Citrus” afirman todos lo que saben de armados y desarmes de listas.
Cresto, acaba de cumplir 40 años, a la fuerza de la juventud, el hombre le suma una historia política familiar que sabe de luchas y compromisos, de batallas ganadas y otras perdidas pero fundamentalmente el funcionario pone en marcha ideas que lo ayuden a construir.
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