En el marco de la segunda reunión anual del Consejo Apícola Nacional, la representante de Entre Ríos expuso su postura acerca de lograr el éxito en la trazabilidad de esta cadena de valor provincial y cuáles son las políticas de fortalecimiento del sector.
 La referente del área apícola provincial del Ministerio de Producción, Noemí Altamirano, fue quien representó a la provincia en la segunda reunión anual del Consejo, en el marco del cual, a partir del trabajo articulado entre los referentes apícolas de las distintas provincias que lo integran, se ponen en común, se debaten y consensúan propuestas cuyo objetivo fundamental es poner de manifiesto a nivel nacional las inquietudes y problemáticas del sector. El organismo se reúne trimestralmente.
En el caso de Entre Ríos, las necesidades son planteadas en el Consejo Consultivo para el Desarrollo de la Cadena Apícola Provincial (Codeapi), un espacio democrático donde los productores integrantes de cooperativas y distintos actores de la cadena se reúnen para luego concordar las temáticas a exponer a nivel nacional.

Consultada por las nuevas temáticas que se trabajaron en esta última reunión, Altamirano resaltó como positivo “lo que se ha incorporado en el último tramo de la gestión anterior del gobierno nacional y se fortalece en la actual, respecto a la digitalización de la información sobre los registros de productores, con el propósito de unificarse y ser utilizada entre los distintos organismos nacionales y provinciales que trabajan con ellos para la articulación de programas de desarrollo y gestión”.

Agregó que, en este mismo sentido, también “se informatizaron los datos del Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) y la digitalización de la inscripción de Salas de Extracción y Acopios Intermedios, que realiza el Senasa a nivel nacional, y que por convenio habilita la provincia, para lo cual ahora lo incorporaremos también como único registro para tener toda la información necesaria. Esto contribuirá no sólo a la trazabilidad, sino también a la diagramación de todo programa de desarrollo que se quiera llevar adelante a nivel de la cadena de valor apícola”.

Esta propuesta de digitalización de la información tratada en Buenos Aires, en lo que fue la segunda reunión anual del Consejo, “fue planteada principalmente por provincias como la nuestra, donde existe mayor densidad de productores y producción, ubicándose además Entre Ríos en el segundo lugar a nivel país, con una exportación anual de 13.000 toneladas de miel producida por los productores entrerrianos”.

Cabe señalar que la actividad apícola no sólo se destaca a nivel provincial, sino que también a nivel mundial, Argentina ocupa el segundo puesto como exportador de miel -detrás de China- y el tercer lugar como productor a nivel mundial. Anualmente nuestro país exporta alrededor de 65.000 toneladas de miel de excelente calidad por montos que superan los 170 millones de dólares.

Por esta razón, Entre Ríos fue invitada, una vez más, a participar de la máxima feria, exposición y congreso mundial de Apicultura, Apimondia 2017, a realizarse en septiembre en Estambul, Turquía. Con el acompañamiento del gobierno, una delegación público privada de esta provincia estará presente en esa feria, en el stand argentino.

Dicha delegación estará integrada por empresas productoras, representantes de la Federación de Cooperativas Apícolas de Entre Ríos (Fecaer), integrantes del Consejo Apícola, junto a otras provincias de nuestro país.

La misión es organizada por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional junto al Ministerio de Agroindustria, con financiamiento del Consejo Federal de Inversiones y el gobierno provincial.

Trazabilidad: la clave es la sinergia entre los actores de la cadena

Altamirano sostuvo que “para seguir vendiendo miel al mundo, pero también para seguir agregándole valor para el consumo interno –dos de los parámetros más importantes a desarrollar en la cuestión apícola-, necesitamos fortalecer la trazabilidad de esta cadena. Y esto no depende de un solo eslabón, sino que se resuelve con el trabajo conjunto entre todos los actores que participan de las diferentes etapas”.

“El trabajo articulado es clave para lograr óptimos resultados en lo que atañe a la trazabilidad de la actividad. Debemos trabajar en conjunto y tener presente todas las instancias que la componen: desde lo productivo, sanitario, lo que refiere a la actualización de los registros de los productores y apiarios; la habilitación de los acopios intermedios y salas de extracción; como así también las habilitaciones necesarias del producto miel para que salga de acuerdo a las normas vigentes y para aquellos productos también con valor agregado, la comercialización -tanto externa como interna-, la promoción del consumo, entre otros”, enumeró.

Según señaló, “en este sentido se viene trabajando desde el Ministerio de Producción de la provincia, en una tarea responsable, sabiendo que para poder desarrollar todos estos parámetros debemos trabajar mancomunadamente con los productores, cooperativas, técnicos apícolas y con los organismos técnicos competentes como lo son el Senasa, INTA, INTI, Conicet y las universidades”.

Y agregó: “Parte de la concreción de todos estos avances es la creación en el 2009 del Consejo Consultivo para el Desarrollo de la Cadena Apícola Provincial (Codeapi), que es nuestro ámbito más importante para llevar adelante todos los ejes de trabajo y proyectos que se gestionan, como así también las inquietudes y cuestiones concretas que los productores presentan para poder avanzar”.

Por último, Altamirano indicó que “se pretende que cada actor de la cadena de valor apícola, ya sea un prestador de servicios, técnico, productor o comercializador, obtenga el ingreso por su trabajo y que no se apropie del beneficio de otros integrantes, logrando la transparencia necesaria para un crecimiento equilibrado. Este es el espíritu de nuestra gestión en la provincia”, concluyó.