Las faltas de docentes y de alumnos impacta fuerte en el aprendizaje
La educación argentina está jaqueada por las ausencias: de los alumnos y de los docentes. En el ranking de ausentismo estudiantil, la Argentina quedó última entre los 65 países que participaron de la última edición de la prueba PISA. Aunque no existen cifras oficiales de ausentismo docente, la misma evaluación detectó un impacto fuerte de las ausencias de profesores en el proceso de aprendizaje.
Uno de los cuestionarios de PISA les preguntó a los estudiantes de 15 años cuántas veces se habían salteado clases o habían faltado en las dos semanas previas al examen. De las respuestas surge un diagnóstico alarmante: en Argentina, el 45% de los estudiantes admitió haberse rateado y el 58% dijo haber faltado al menos un día en esas dos semanas. El 7% reconoció que había faltado cinco días en ese período.
“El ausentismo regular representa una oportunidad de aprendizaje perdida y una falta de interés. También tiene consecuencias negativas sobre los compañeros de clase, ya que contribuye a que el ambiente de aprendizaje se vuelva disruptivo”, analiza el informe PISA.
Lo cierto es que los chicos no son los únicos que faltan: según el 59% de los directores, el ausentismo docente también afecta seriamente a los estudiantes, y tiene un impacto negativo en los aprendizajes. Según esta medición, basada en percepciones de los directivos, los docentes argentinos quedan en el puesto 62 sobre 64 países: solo superan a los de Túnez y Uruguay. En las naciones de la OCDE, apenas el 13% de los directores señalan las ausencias docentes como un problema para el aprendizaje.
La situación no afecta a todos los alumnos por igual, sino que tiende más bien a reforzar inequidades preexistentes. Un estudio de CIPPEC encontró que hay grandes diferencias según escuelas: mientras algunas tienen tasas de 30% de ausentismo docente, en muchas otras la proporción es inferior al 10%. En otras palabras, el problema se concentra en algunos educadores y en ciertas instituciones.
Los expertos suelen señalar que las faltas de los maestros se explican por la “creciente complejidad” que estos enfrentan en el aula; los gremios plantean que la noción de ausentismo encubre la cuestión de las condiciones laborales. SADOP, el sindicato que nuclea a los privados, hizo una encuesta a 4.5000 docentes de la que surge que más del 50% se tomó una licencia en el último año. La principal causa: enfermedades de corta duración. Para Gerardo Alzamora, secretario de Comunicación de SADOP, “el docente está sobrecargado, en ambientes muchas veces inapropiados para dar clases. Falta discutir estas condiciones de trabajo”.
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