Los camaristas Guillermo Treacy y Jorge Alemany dispusieron la preservación de la información sobre la donante, a partir de la acción de amparo que presentó un matrimonio que tiene dos hijas nacidas por donación de óvulos. La medida judicial establece además que el Ministerio de Saluddispondrá si sólo conservará la información de este caso o lo hará con todos.

A diferencia de otros países, en la Argentina la donación de óvulos es anónima, y los centros de fertilización asistida que llevan adelantes los procesos de fertilización asistida no están obligados a guardar las historias de los donantes. Por este motivo, muchas personas no pudieron saber cuál fue su origen.
La presentación que realizaron los padres de las nenas en la justicia pide que «se disponga la creación de un registro con toda la información que poseen los centros de fertilidad y bancos de gametas legalmente habilitados en el país sobre la identidad de los donantes». Por su parte, la abogada del matrimonio dijo al diario Tiempo Argentino, que la identidad del donante «no estará disponible para nadie más que la niña y podrá ser utilizada en las condiciones y modalidades que establezca el Congreso de la Nación al dictar la reglamentación legal correspondiente a esta materia en la reforma del Código civil».
El magistrado Pablo Gallegos Fedriani -tercer integrante de la Sala Quinta de la Cámara en lo Contencioso Administrativo – fue aún más amplio y propició que se ordene al Poder Ejecutivo «que cree un registro con la información que posean los centros de fertilidad y bancos de esperma del país legalmente habilitados respecto de los donantes de óvulos y esperma».
La jueza de primera instancia, María José Sarmiento, del Juzgado Federal N°6 en lo Contencioso Administrativo, desestimó el pedido alegando que no hay ley que regule el derecho a la identidad en estos casos. «Por supuesto que apelamos», dijo la abogada a Clarín.
El reclamo tenía «la finalidad de que sus dos hijas y todas las personas nacidas en virtud de las técnicas de fertilización asistida con material heterólogo puedan, al cumplir la mayoría de edad, ejercer su derecho a conocer su identidad biológica».