Los riesgos de las nuevas "lolas fast food" que duran sólo un día
Si bien en los últimos años el paradigma rígido de la «belleza ideal» se ablandó y experimentó una apertura hacia la «belleza real», entre las preferencias de las mujeres argentinas, a la hora de decidirse por una cirugía estética, la cirugía de mamas sigue ocupando los primeros puestos.
También ocurre en los Estados Unidos, que en los últimos siete años dentro del segmento de intervenciones estéticas quirúrgicas, el aumento mamario ocupa la primera posición entre las preferencias femeninas.
La optimización de las técnicas y de los materiales de los implantes fueron determinantes para que esta tendencia no afloje con el tiempo. Y a pesar de que las mujeres se liberaron de ciertos dogmas estéticos, puertas adentro de los consultorios de los cirujanos, todavía piden los senos más grandes.
Nuevo tiempo estético
Las mujeres aprendieron algunas lecciones y hoy se exige más. Después de miles de casos, que incluso costaron vidas, como el de las prótesis PIP (ver abajo «El caso emblemático» ), los implantes, así como cualquier medicamento, al ser un cuerpo extraño para el organismo, debe contar con las aprobaciones regulatorias a nivel mundial y local; de la Food and Drug Administration (FDA) en los EEUU o en el caso argentino, de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (ANMAT).
En este contexto de una demanda en alza aparece una técnica llamada «insta breast» o «senos instantáneos» que logra un aumento mamario de efecto rápido -entre 24 y 48 horas- y que reavivó la polémica entre los pacientes y especialistas del mundo entero.
Norman Rowe es el cirujano plástico formado en la Universidad de Medicina de Nueva York, que se presenta como inventor del «método insta breast», desde su consultorio en Manhattan,Estados Unidos. El método no es nuevo: se trata de una solución salina que se inyecta en los pechos para que parezcan más grandes durante 24 horas, y cuesta alrededor de 2500 dólares.
En diálogo con Infobae, el doctor Eduardo González, jefe del departamento de mastología del Instituto de Oncología «Angel H. Roffo» de la Universidad de Buenos Aires, se refiere a la técnica: «Este método -conocido en el mundo como insta breast- se realiza hace por lo menos dos años y promete senos instantáneos, para pasar una noche de fiesta o un fin de semana de vacaciones. Lo primero que hay que decir es que no se ha realizado ningún estudio, ni publicación científica seria al respecto de este método. Inyectar 200 o 300 cc de solución salina, hace que a la noche la mujer se vea con mamas enormes, a la tarde menos y a la noche siguiente se vea igual que siempre. En definitiva es como ponerse un push up«, remarca el especialista del Roffo.
Entre lo declarado por Rowe a los medios internacionales y las mujeres que lo han probado hay dos perfiles de pacientes interesadas en esta técnica: las mujeres que le tienen pánico a las cirugías y las que quieren agrandar sus senos de manera ocasional, para una fiesta o un escote infartante. Ahora, Rowe trabaja para prolongar el efecto por tres semanas. Y aquí se abre una nueva batería de discusiones entre los expertos.
Entre las dos objeciones más importantes sobre el «insta breast», una está planteada sobre la técnica misma, que se basa en la inyección de suero salino y que mantiene el volumen durante 24 horas. Los especialistas la consideran perjudicial y peligrosa. Y la segunda, que tiene más preocupados a los expertos, es qué compuestos químicos se agregarán a la solución salina para lograr que el efecto sea más duradero.
La calidad importa
Al ser consultado por Infobae sobre los alcances de este método, el doctor Patricio Jacovella, jefe de la división cirugía plástica del Hospital de Clínicas, responde categórico: «Este es un método que si bien fue diseñado por un especialista en cirugía plástica en los Estados Unidos tiene muy poca duración, ya que la solución salina o fisiológica se difunde rápidamente por el cuerpo y en menos de 24 horas ha sido absorbida».
JACOVELLA ADVIERTE COMO UNO DE LOS PRINCIPALES PROBLEMAS QUE LA SOLUCIÓN SALINA PUEDE ABSORBERSE DE MANERA ASIMÉTRICA.
El cirujano plástico del Clínicas insiste en la importancia de que lo realice un especialista en cirugía plástica. El problema es que en la Argentina pueden darse casos de que lo apliquen médicos no especialistas y hasta auxiliares de medicina, no médicos.
Por otra parte, la esterilidad del producto inyectado debe estar asegurada, así como la desinfección de la zona anatómica y el consultorio donde se realice la práctica.
Jacovella precisa a Infobae: «En el caso del deseo de aumento mamario existen dos técnicas: la colocación de implantes y el transplante de grasa del propio organismo. La primera técnica permite que mediante implantes de silicona, las zonas mamarias y glúteas, por ejemplo, aumenten de tamaño. La segunda consiste en la aspiración de grasa del paciente o de la paciente y en la reinyección en las zonas mencionadas».
Implantes: los tres puntos de la calidad
Los implantes mamarios se entregan con una etiqueta que contiene datos del producto como número de lote, fecha de vencimiento y certificado de fabricación. Dicha etiqueta debe estar en la historia clínica y una copia en poder de la paciente.Se pueden precisar tres puntos que toda mujer mujer debe conocer y que puede hacer mucho por la calidad del procedimiento y del «tiempo después» de la cirugía estética:
1- Que la operación esté a cargo de médicos especialistas en cirugía plástica y no en manos de otros profesionales.
2- Recabar información de las sociedades de cirugía plástica, para saber acerca del profesional elegido. En la Argentina, un marco de referencia para el chequeo de profesionales es la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER)
3- Este tipo de cirugías deben realizarse en establecimientos asistenciales estatales o privados dotados de quirófanos con condiciones de bioseguridad.
Agrega el especialista del Roffo, doctor Eduardo González: «En el caso de la inyección de solución salina, lo que hace es edematizar la mama. Y si bien es cierto que se trata de un líquido inocuo y el mismo es absorbido en 24 ó 48 horas por el mismo organismo, lo que sí me preocupa es la combinación de la solución salina con otras sustancias que permiten que el efecto sea más duradero».
El caso emblemático
El movimiento de mujeres afectadas por las prótesis PIP sentó un precedente del cual será muy difícil volver atrás. El uso de las prótesis PIP fue suspendido en Francia y España en 2010 debido a su alta tasa de roturas, pero la alarma roja se encendió con la aparición de algunos casos de cáncer en portadoras de dichas prótesis mamarias. Aún hoy no se ha podido establecer una relación directa entre el uso de las prótesis PIP con el desarrollo de cáncer.
Sobre las prótesis PIP se sabe que, entre otros compuestos, contienen un aditivo para carburantes. El índice de rotura de implantes de otras marcas en el mercado es del 0,5% al 1%, por lo que la vida de una prótesis moderna (que no sean las PIP) suele ser de entre 20 y 25 años dentro del cuerpo. Pasados esos años, los implantes deben ajustarse o cambiarse por otros mediante cirugía. En el caso de las prótesis mamarias PIP, el índice de rotura oscila entre un 7% y un 12% , por lo tanto, el entrar nuevamente a un quirófano para cambiarlas debería ser de entre 3 y 5 años.
Riesgos y complicaciones
Todos los manuales de cirugía plástica refieren a un 2% de probabilidades de complicaciones. Rowe explicó que el procedimiento del «Insta breast» se realiza en 20 minutos y que la solución agregada que estudia mezclar con la salina, podría ser utilizada para otras cosas además de los senos. Los hombres podrían querer usarlo para los pectorales o los implantes de pantorrilla».
Dice González: «Lo que me preocupa es que este médico (Rowe) esté publicitando la técnica en los medios de comunicación del mundo, antes de presentarlo en las entidades académicas. Y así poder analizar en detalle su toxicidad, cómo evitar las complicaciones, y lo que se conoce en medicina como: reunir evidencia científica. En este sentido es peligroso que lo publicite sin el debido rigor científico».
Deja una respuesta