jiraflales

El actor mexicano tenía 82 años y fue conocido en América Latina por sus interpretaciones en «El chavo del 8», el programa infantil Chespirito que se emite en la Argentina desde hace 40 años. Aguirre padecía diabetes y había sido hospitalizado recientemente por complicaciones de una neumonía.

Luego de haber sido dado de alta, escribió en su cuenta de Twitter, seguida por medio millón de personas: «Gracias por sus mensajes, los leo y me alegran». Nacido en 1934 en Monterrey (noreste), Aguirre, de 1,90 metros de altura, estaba casado desde 1960 y fue el padre de 7 hijos. Su carrera artística nació con el personaje del payaso Pipo, antes de conocer en Ciudad de México al comediante Roberto Gómez Bolaños «Chespirito».

«Mi profesor favorito descansa en paz… Hoy mi gran amigo Rubén Aguirre parte de este plano. Te extrañaré mucho», dijo a través de Twitter el actor Edgar Vivar, quien en el papel de Ñoño.

Durante una entrevista a Noticias SIN, Aguirre había reflexionado: «Yo llegue a viejo con una vida que no me ha decepcionado. Tuve un trabajo que me encantó». «En términos taurinos, diría que ya ando barriendo las tablas, ya me falta muy poco, 80 años. Y no solo son los años sino el kilometraje que le he metido a esos años, mucho trabajo, muchos viajes. Estoy cansado», reconoció en la entrevista, mientras fumaba un puro.

Roberto Gómez Bolaños produjo para Rubén Aguirre personajes como el lunático Lucas Tañeda, el policía Sargento Refugio, y el entrañable Profesor Jirafales, recordado por enamorar incansablemente a la viuda Doña Florinda, a quien infaltablemente regalaba flores, y por gritar «Taaa, taaa, taaa, ta», cada vez que perdía los estribos con sus alumnos.

«Chespirito» falleció en noviembre de 2014 a los 85 años, dejando tras de sí numerosas series cómicas que ahora forman parte del imaginario colectivo latinoamericano y que incluso fueron exportadas a más de 25 países. También Murieron «Don Ramón» (Ramón Valdéz, en 1988) y «Doña Clotilde» o «La bruja del 71» (Angelines Fernández, en 1994).

«Lo que más me duele es que se está terminando una era (…) una era maravillosa, mágica, que no repetirá. Una era de diversión con buenos valores, de diversión verdadera sin tiempo y sin barrera de espacio y de países», dijo a Florinda Meza, «Doña Florinda».