Pirotecnia: un hábito que no tiene nada de festivo para las mascotas
Provistos de una audición mucho más potente que la de los humanos, perros y gatos son víctimas de la pirotecnia por el nivel de ruido y lo imprevisto de los estallidos pudiendo ocasionarles lesiones muy graves, por lo que médicos veterinarios llaman a «tomar conciencia sobre esta práctica que divierte a algunas personas pero que ocasiona graves consecuencias tanto en humanos como en mascotas».
Según una publicación nacional manifiesta: «La pirotecnia se encuentra instalada en nuestra sociedad, pero debemos tener en cuenta que las mascotas, y no hablo sólo de perros y gatos, imaginen por ejemplo el estrés que debe sufrir un caballo encerrado en un box durante las fiestas, es decir, todos los animales padecen terriblemente a costa de la diversión de otros», sostuvo el médico veterinario Carlos Mucha.
Y añadió: «Para hacer una simplificación nosotros siempre decimos que es como si una persona sintiera de pronto que están bombardeando su ciudad».
En este sentido, el médico veterinario Juan Enrique Romero, ex director del zoológico de Buenos Aires, detalló que «uno de los factores por el cual los animales se asustan tanto tiene que ver con lo repentino del fenómeno, -porque por ejemplo- ellos pueden detectar por su olfato la ionización de la atmósfera cuando está por venir una tormenta».
«Pero -continúa- el bombardeo de la pirotecnia sucede de golpe entonces el animal se desconcierta, además de que por su capacidad auditiva recibe los sonidos mucho más amplificados que el hombre».
Si bien no todas las mascotas reaccionan frente a la pirotecnia, ambos profesionales coincidieron en que lo más común es el miedo, la excitación y en algunos casos más graves puede hablarse de «fobia».
Las reacciones suaves o de baja intensidad incluyen deambulación, temblor, encogimiento, inapetencia, intensos deseo de ingerir agua y deseo de estar en permanente contacto con el propietario.
Las reacciones más graves o de alta intensidad provocan gemidos, intensa salivación o babeo, jadeos prolongados y muy fuertes, eliminación y/o retención de heces u orina, correr en forma desenfrenada sin rumbo (escape frenético), que en muchas ocasiones incluyen arañado o masticar barreras (Fractura de dientes) y saltar a través de ventanas, vidriados o alambrados, provocándose heridas de suma gravedad.
«En general nos acordamos de la pirotecnia y los animales cuando están llegando las fiestas pero no hacemos prevención, incluso en los casos más graves, en los que deberíamos realizar algún tipo de tratamiento con el animal durante el año», sostuvo Romero, quien actualmente dirige el Programa Nacional de Tenencia Responsable de Perros y Gatos de la Nación.
En este mismo sentido, Mucha describió que «existen opciones que pueden permitir un acondicionamiento ante estas circunstancias, por ejemplo, lo que se hace con perros de fuerzas de seguridad o mismo de caza, en donde luego de un proceso esas mascotas no reaccionan de un modo exagerado, por ejemplo, ante el ruido del disparo de un arma de fuego».
Ambos especialistas coincidieron en que ese trabajo preventivo debe realizarse a través del Área de Etología Veterinaria, que es una rama de la medicina veterinaria que estudia el comportamiento animal.
«Una consulta a estos profesionales le permitirá al dueño sobrellevar esa situación de alto estrés en esta época del año, por medio de medidas de acondicionamiento», sostuvo Mucha, miembro del Consejo Profesional de Médicos Veterinarios de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero la prevención no es lo más habitual, entonces los dueños deben tomar medidas paliativas para estos días: «Lo primero es acariciarlos y contenerlos pero no ser sobreprotectores, en algún punto si uno muestra preocupación el animal termina entendiendo que tiene ‘motivos’ para tener miedo», sostuvo Romero.
«En cuanto a los perros -agregó- se puede consultar con un veterinario si es necesario medicarlos con un sedante. En ese caso, nunca probar el medicamento ese día, sino hacerlo antes y ver en cuánto tiempo le hace efecto, qué efecto le hace y cuánto le dura».
Al respecto, Mucha coincidió en que «es muy importante que la medicación sea suministrada por un veterinario ya que no todos los animales responden igual, va a depender de su peso, su raza, sus características y una medicación inadecuada puede producir efectos adversos».
«También se los puede ubicar en una habitación cerrada, con música o algún sonido conocido por ellos», describió.
Romero especificó que «para los gatos lo mejor es acondicionarles un placard y dejarlos allí porque se trata de un espacio oscuro y que los gatos perciben como seguros».
En el caso de que la familia se ausente de la casa y el animal quede solo, el especialista recomendó dejarlo en «un ambiente sin vidrios, ni claraboyas, lo más seguro posible».
«Igualmente, más allá del cuidado el mensaje central que los veterinarios damos es éste: si tenés un animal y lo querés o si no tenés ningún animal pero respetás la vida, entonces antes de comprar y/o prender pirotecnia pensalo dos veces porque hay muchas maneras de festejar sin lastimar a otros», concluyó.
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