Hoy se conmemora el día de Nuestra Señora de Aránzazu, la Virgen vasca a cuya advocación fue destinado el oratorio De la Matanza (ubicado en el actual solar del templo parroquial ) en que se celebró la primera misa el 13 de mayo de 1810, fecha considerada hito fundacional de Victoria.

Historia

En la primera mitad del siglo XV se estaban produciendo en los diferentes territorios del País Vasco las guerras de bandos que enfrentaban a los oñacinos y a los gamboínos, que arrastraron al país a la ruina. Sobre esas mismas fechas se produjo una gran sequía, que algunos achacaron a un castigo divino por las atrocidades de la guerra. Fue por entonces cuando apareció la imagen de la Virgen en el monte Aloña.

Según cuenta la leyenda, fijada en torno a 1468, el pastor Rodrigo de Baltztegi encontró la imagen de la Virgen. Éste bajó al pueblo, que estaba realizando rogativas para que terminara la sequía, y les contó el hallazgo, indicándoles que debían ir en procesión hasta el lugar donde estaba la Virgen para que comenzara a llover; cosa que sucedió cuando bajaron la imagen hasta la villa.

De ahí que la imagen de Aránzazu esté acompañada no sólo por el Niño, sino también por un pastor postrado en adoración.

En Victoria

Trescientos años más tarde llegó a las siete colinas, de la mano de Salvador Joaquín de Ezpeleta, primeramente representada en un lienzo, para más tarde, ya avanzado el siglo XIX, ser reemplazado por una imagen “de vestir”, la que se constituyó en la que identifica a la feligresía local, y que en esta oportunidad lucirá atuendos renovados, como ocurre periódicamente.

Por estos días, varios de los vestidos que lució en los últimos tiempos se encuentran en exposición en las vidrieras de Tienda Plaza Moreno.

En 2004, y a instancias del entonces cura párroco, Raúl Benedetti, quien fuera ministro de Educación del País Vasco, y que visitara las siete colinas en 2003, Ánjeles Iztueta Azcúe, donó a la parroquia una imagen tradicional de la Virgen de Aránzazu, similar a la de la basílica guipuzcoana, es decir, una imagen tallada, sentada, al uso bizantino, que actualmente puede verse en el interior del templo, más allá de que la que reina en el altar mayor siga siendo la imagen más cercana a la tradición criolla.