"Me preocupa más la cantidad de alcohol que toman los chicos que lo que consuman de marihuana"
El titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina, señaló que la adicción a la bebida es un problema más grave que el del paco. Criticó el fomento de las recetas represivas y explicó que desde su lugar trabaja en «la reducción de los daños»
El debate sobre las adicciones suele poner en el centro de la escena el consumo de drogas prohibidas como la cocaína. Sin embargo, el sacerdote que comanda la Secretaría de la Drogadicción y la Lucha Contra el Narcotráfico (Sedronar) cree que el problema más grave está vinculado a una sustancia permitida, que es vista con naturalidad por la sociedad.
«A mí me preocupa más la cantidad de alcohol que toman hoy los chicos que lo que puedan consumir de marihuana», señaló Molina en una extensa entrevista con Página/12. «Es mucho más problemático: ya desde los diez años tenés consumo de alcohol (…) Hoy se toma mucho en todos lados. De hecho, está sociabilizado que las previas se hacen en las casas de familia», argumentó.
Luego de explicar que droga es «toda sustancia (legal o ilegal) que produce algún efecto sobre el otro», Molina remarcó que su preocupación por la adicción a la bebida se fundamenta no sólo en la observación sino «a partir de encuestas propias». «Los delitos están asociados al alcohol y a los psicofármacos. Todo el mundo cree que están asociados al paco, pero no», sentenció.
El sacerdote consideró que estas miradas sociales erróneas se producen porque la gente está mal informada y «no se encuentra preparada para que haya reinserción en serio». «Cuando los medios te dicen que el pibe de la villa que consume paco es delincuente, están bajando un mensaje claro», criticó.
«Automáticamente se asocia villa, paco, delincuencia, porque estamos educados así. Nunca se dice que el 90% trabaja, que el 70% va a la escuela, que el 40% hace deporte, y es el mensaje que llega», lamentó. «Tenemos este concepto de que quien consume paco queda quemado y es un zombi. Nosotros tenemos chicos que han consumido paco durante diez años y que dan clases en la universidad», destacó en la misma entrevista.
El líder de la Sedronar contó que la secretaría que dirige fue despegándose de las políticas de intervención represiva para mirar el tema como «un problema de salud» y enfocarse inicialmente en la «reducciòn de daños».
«No puedo ir a la Creamfields y decir ‘no consumas’, porque es tirar margaritas a los chanchos. Lo que puedo hacer es prevenir, decir ‘muchachos, esto les hace mal, si consumís una cosa, no podés tomar otra’, ‘si consumís una cosa, podés tomar agua'», y repartimos agua, porque sabemos que sale 100 mangos y están las canillas cerradas, y una piba que entra en colapso necesita tomar agua», ejemplificó. «Es tratar de que si hay daño, que no sea un daño mayor», completó.
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