La nueva generación del smartphone insignia de la compañía surcoreana fue el protagonista exclusivo del área de demostraciones ante la ausencia del Galaxy Fold, que recién llegará al mercado en abril.
La nueva generación del smartphone insignia de la compañía surcoreana fue el protagonista exclusivo del área de demostraciones ante la ausencia del Galaxy Fold, que recién llegará al mercado en abril

SAN FRANCISCO.- Apenas finalizó la presentación oficial de las diferentes versiones Galaxy S10 y del Galaxy Fold , la expectativa estaba puesta en encontrar este teléfono con pantalla plegable para evaluar su novedoso diseño, pero no estuvo disponible en el área de pruebas y demostraciones. Sin embargo, la nueva generación del smartphone insignia de la compañía surcoreana sí estaba para examinar, sumó varias novedades que se destacan a simple vista y que pudimos probar de primera mano.

Al margen de ser la versión que acapara todas las miradas por sus cinco cámaras, dos incorporados en el agujero frontal superior de la pantalla de 6,4 pulgadas y el resto en la parte posterior, el Galaxy S10+ tiene junto al modelo Galaxy S10 el lector de huellas integrado en la pantalla. Es decir, no se ve a simple vista.

Con un sistema basado en el empleo de ultrasonido, una característica que le permite ser más preciso y seguro (genera un mapa 3D de los surcos y crestas que cruzan la yema del dedo), su alcance está delimitado en el área inferior central de la pantalla del smartphone, con un funcionamiento fluido, pero que a veces se siente apenas más lento que los actuales lectores de huellas dactilares convencionales.

A su vez probamos PowerShare, una de las funciones comunes a los tres modelos del Galaxy S10, que permite compartir la carga de la batería del smartphone con otros teléfonos y dispositivos. En este caso lo probamos con un reloj Galaxy Watch Activepara recargar la batería de forma inalámbrica. Una vez activada la función el sistema estará disponible durante 30 segundos para comenzar a cargar cualquier tipo de dispositivo electrónico compatible con la modalidad de carga wireless Qi, que también usan otros modelos de Samsung, Apple, Huawei y otras compañías.

Con especificaciones técnicas en común con sus hermanos mayores, el Galaxy S10e es la apuesta de la compañía por un formato compacto, pero con una amplia pantalla. Es el más económico de los tres. Además, este será un modelo que será muy bien recibido por los usuarios que añoraban la pantalla plana (también conocida en la jerga como flat), una opción que Samsung había ofrecido por última vez en el Galaxy S7.

Sin los bordes laterales curvos, la pantalla dispone de un punch-hole, el agujero utilizado para la cámara frontal (que está dentro de la pantalla, no a su lado como en un teléfono convencional), y carece de un lector de huellas incorporado en pantalla, ya que el sensor fue reubicado a la parte lateral junto al botón de encendido del smartphone. El Galaxy S10+, por su parte, tiene una doble cámara frontal, por lo que la perforación en la pantalla tiene forma ovalada.

Los teléfonos saldrán a la venta en algunos mercados el 8 de marzo por un precio que parte de los 750 dólares y puede llegar a los 1500 dólares, según la configuración. En la Argentina, la preventa se hará en abril próximo, con un precio base cercano a los 36 mil pesos.