¿Qué es y cómo se hace el escrutinio definitivo?
El único recuento legal comienza horas después de la elección y depende de la Justicia Federal. Cómo se realiza y qué se tiene en cuenta para reabrir una urna.
Con el 95,68% de las mesas escrutadas, la diferencia entre Cambiemos y Unidad Ciudadana en la Provincia de Buenos Aires fue de casi siete mil votos (0,08%) para la categoría de senadores nacionales. Sin embargo, según comunicó la Cámara Nacional Electoral, este resultado provisorio de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) no tiene valor legal, ya que el único conteo de votos válido es el escrutinio definitivo.
Mientras que el conteo provisorio está a cargo del Poder Ejecutivo, el escrutinio definitivo lo realiza la Junta Electoral que es, según la ley, el árbitro encargado de juzgar la elección. En el caso de la Provincia, el recuento definitivo a cargo del juez federal Juan Manuel Culotta (ver acá su perfil) comenzó hoy a la mañana en el Teatro Argentino de La Plata. ¿De qué hablamos cuando hablamos de “escrutinio definitivo”?
Una vez cerrada la votación, las autoridades de mesa junto con los fiscales partidarios cuentan los votos y los anotan en el acta, el telegrama y los certificados de escrutinio, que deben firmar todos. El acta es el documento más importante porque se usa para el escrutinio definitivo, mientras que el telegrama se utiliza para el escrutinio provisorio. Además, cada fiscal se queda con un certificado de escrutinio y otro se agrega en la urna.
“Durante el escrutinio definitivo los partidos cotejan el contenido de las actas de cada mesa con el de los certificados que consiguieron sus fiscales. Si hay discrepancias, los partidos pueden reclamar. Sólo si la Junta decide que los reclamos son fundados, no hay acta de la mesa o ésta presenta errores o signos de haber sido adulterada, se abre la urna en cuestión“, explican en un informe María Page y Soledad Zárate, investigadores del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
Además, las autoras añaden que “cuando el acta está bien confeccionada y no hay reclamos, los resultados reportados por el presidente de mesa en el acta son los que se usan para calcular el resultado definitivo”.
Es decir, en el escrutinio definitivo, cuyos resultados son los únicos válidos legalmente y que en las elecciones generales servirán para repartir los cargos en juego, se considera caso por caso para llegar a abrir una urna y realizar el recuento de votos.
¿Cómo se hace esto? La Justicia Electoral dispone días específicos para contar los votos de cada distrito o de cada municipio en el caso de la Provincia de Buenos Aires, donde el escrutinio lleva varios días por su tamaño. Se reúnen alrededor de una mesa las autoridades y los delegados partidarios quienes, a viva voz, marcan las diferencias que cada uno registró en la mesa en cuestión luego de que la autoridad a cargo lea en voz alta el acta oficial.
Generalmente, cuando un partido pide que se abra una urna, su principal competidor pide que no se abra y así el primero necesita apoyo de algún otro partido para que la Justicia de curso a su solicitud. En esos casos, la decisión final es de la Justicia, que decide sin expresar sus fundamentos.
Al mismo tiempo, la Junta Electoral también debe definir sobre los votos impugnados o recurridos. Los primeros son aquellos en los que el presidente de mesa o los delegados del apoderado de cada partido impugnan a un elector si consideran que está falseando su identidad. Como no le pueden impedir a este elector votar, separan su voto y luego la Justicia define si debe contarse o no. Los votos recurridos, por su parte, son aquellos donde los fiscales cuestionan la validez o la nulidad de un voto pero no hay acuerdo entre los fiscales de las distintas fuerzas políticas.
En esta última elección para senadores nacionales en la Provincia de Buenos Aires hubo 38.514 (0,43% del total) votos impugnados, recurridos y del comando electoral, es decir, los sufragios emitidos por las fuerzas de seguridad que realizan tareas durante la elección y votan con un sistema especial.
Como explica la Dirección Nacional Electoral (DINE), validadas las actas y una vez terminadas las verificaciones, la Justicia Electoral realizará la suma de los resultados y los comunicará una vez terminado el recuento, que se estima durará poco más de 10 días.
En las elecciones para gobernador de Santa Fe de 2015 el recuento definitivo también fue importante. El escrutinio provisorio dio como ganador al socialista Miguel Lifschitz con 2.128 votos más que Miguel Del Sel, el candidato de PRO. Finalmente, el escrutinio definitivo achicó esa diferencia a 1.776 votos.