Recomiendan no permitir el uso de celulares y pantallas a niños menores de 2 años
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) alertaron sobre los peligros de exponer a los más pequeños a pantallas de celulares, tablets y otros dispositivos. ¿A partir de qué edad se pueden usar?
Parecería la solución perfecta para entretener a los chicos durante programas pensados para adultos, como una comida en un restaurante, pero el recurso de darles una pantalla para que jueguen, sea de celular o de tablet, es nocivo para ellos y desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) lo desaconsejaron de forma rotunda.
«El cerebro no nace maduro. Tarda unos años, sobre todo los primeros dos años de vida pero hasta los 5, en terminar de complejizar y organizarse. Durante ese proceso, el estímulo de la luz azul puede traer algunas consecuencias«, explicó Marcela Caffulli, miembro del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la SAP, en C5N.
Esas consecuencias, enumeró Caffulli, se sienten en los hábitos de sueño o en la composición física del chico: el uso extendido de los dispositivos estaría vinculado a un mayor sedentarismo, a la obesidad infantil, alteraciones visuales, contracturas musculares o tendinitis.
Por eso desde la organización plantearon que hasta los 2 años los niños no deben estar expuestos a dispositivos como celulares, tablets, televisores o cualquier otra pantalla, incluso de manera indirecta porque los adultos a su alrededor las usan.
«Lo que promovemos es que los ambientes sean libres de pantallas«, señaló Caffulli.
La pediatra explicó que a partir de los 2 años no se trata de prohibir las pantallas por completo sino de dosificar su uso de acuerdo a la edad. Lo recomendable es que padres e hijos acuerden el lugar y horario, y el contenido que consumirán.
«Tampoco podemos dejar a los niños fuera del mundo de pantallas o de la informática porque tiene sus beneficios y hoy en día somos seres conectados y la información circula por medio de las pantallas, pero siempre poniendo en la balanza costo y beneficio», señaló.
«El uso de pantallas a cualquier edad produce un efecto inmediato de detención del movimiento y de desconexión de lo que está ocurriendo alrededor. Esto, que a primera vista, puede resultar ‘práctico’, impacta directamente en áreas sensibles del desarrollo de los niños pequeños como la calidad del sueño y el desarrollo del lenguaje , mientras que en la edad escolar afecta en la capacidad de concentración para el aprendizaje», detalló la Dra. Laura Krynski, Secretaria de la Subcomisión de tecnologías de la Información (TICs) de la SAP.
Todavía no existen estudios concluyentes al respecto, pero los especialistas señalaron a las pantallas como las grandes culpables de distraer a los chicos de otras actividades, desde interactuar con su familia y sus pares hasta dormir una cantidad de horas apropiada con un descanso real.