Habiendo carecido Entre Ríos de resultados provisorios recién se pudo conocer y reconocer la verdad en el día viernes sobre los resultados de las elecciones del 25/10.

Si hubiera existido un voto de boleta única electrónica esta dilación y malos entendidos no hubiera existido y por ello debería ser una primera prioridad, para no sufrir las sospechas, que la próxima elección nos encuentre ante esa posibilidad así lo que esta vez sucedió ya no le suceda a los gobernantes electos.

Sobre esa base debo reconocer entonces el triunfo de la Fórmula Bordet-Bahl y por ello el de ser nuestros próximos gobernantes a quien les deseo una buena gestión en beneficio del pueblo y nunca de ningún interés personal. Ojalá la entre Ríos del 2019 sea mejor que la que hoy vivimos y sea gracias a su gestión. Es mi más sincero deseo y además porque respeto a las dos personas responsables de esta nueva gestión.

Y por otro lado agradezco a todos los votantes y militantes de Cambiemos que dieron la mejor elección para gobernador de la oposición desde el año 1999. En aquel momento fue de la Alianza y en manos de Sergio Montiel y desde allí nunca hubo guarismos semejantes y eso gracias a la integración de un frente moderno y comprensivo de la voluntad de una enorme población entrerriana que entendió que en esta fórmula política estaba una síntesis alternativa de poder.

Los seis partidos que la construimos, el Pro, la UCR, FE, Movimiento Social Entrerriano, Unión por la Libertad y el GEN, conformamos un coherente movimiento que representa el no al Kirchnerismo que ya en su final de ciclo presenta las grietas sociales y económicas de los peores momentos de la Argentina y esto según los datos de las propias cifras oficiales.

En este continente debo expresar mi principal reconocimiento a Alfredo de Angeli por su dedicación a la construcción colectiva con una actitud militante de enorme intensidad, con un carisma muy particular y con una enorme generosidad en la búsqueda del equilibrio para el conjunto. A él, mis mayores respetos.

Los tiempos que corren son y serán de los movimientos nacionales abiertos a representar las expresiones morales y culturales correctas para engendrar una Argentina del desarrollo y la justicia social y no del subdesarrollo como hoy lo está siendo.

Ya no es tiempo de fanatismo y del creerse dueños de la única verdad, de los Partidos Únicos y de las exclusiones; sino de organizaciones de amplitud política que plasmen, siempre en favor de su pueblo, los beneficios que nos brinda la modernidad pero siempre que sean conducidos por quienes hacen del equilibrio social un paradigma de vida.

Por ello el 22/11 la convocatoria está hecha, o se vota la corrupción de los Boudou, los Jaime, el de la ineficiencia en la administración pública, el de la disminución de los presupuestos de salud y educación o se vota la moral pública, la eficiencia, la elevación de la calidad educativa y en salud y la ideología de la libertad, la igualdad y el federalismo.

El discurso presidencial de varias horas hablando de lo que se hace obviando la inmoralidad está en su última etapa. Ya termina, el 10/12 ya dejaremos de escuchar la contradicción fundamental de estos tiempos en donde se dice lo que se hace y no como se lo hace sin darse cuenta que la crítica del pueblo es en el cómo y no en el qué.

Solo como ejemplo de la diversidad de la vida debo decir que quienes hacen las cosas bien en general son los ladrones pero jamás a un ciudadano se lo ocurre aplaudir a un ladrón porque robó bien un banco salvo que sea Robin Hood. Lamentablemente en la Argentina de este siglo XXI se exacerbado el culto que a quien fue votado se le otorga el poder también para que nos mientan con sus conductas.

El 22/11 debemos terminar con esa equivocación que quizás sea propia de nuestra inmadura democracia. Esta la oportunidad de corregirla, porque si no serán muchos años o décadas de frustraciones mayores a las que vivimos.

Cambiemos es la solución más comprensiva del pueblo argentino hoy.

(*) ex candidato a vicegobernador por Cambiemos.