El mago “Alex” Fernández (54) y su novia Jessica Cigola (25), antes de ser asesinados, fueron torturados de manera despiadada. Los especialistas concuerdan en que este tipo de crímenes busca enviar un mensaje.

El mago “Alex” Fernández (54) y su novia Jessica Cigola (25), antes de ser asesinados, fueron torturados de manera despiadada. Los especialistas concuerdan en que este tipo de crímenes busca enviar un mensaje.

Plata o mierda. Los sicarios saben que no puede fallar: el pago del dinero, “el premio”, llega con la muerte segura. Si no hay crimen no hay plata. En el mundo del narcotráfico, el negocio de la muerte fue aplicado casi por primera vez de manera sistemática por Pablo Escobar Gaviria.

Para exhibir el poder de matar utilizaba jóvenes y adolescentes (en lo posible de contextura liviana) como verdugos en moto. Rápido y efectivo. Rara vez fallaban y el tipo de arma utilizada estaba prevista. Solían elegir a las víctimas en movimiento y en lo posible le disparaban a quienes iban en auto.

Varios disparos a la cabeza y a cobrar. Distinto fue el destino del mago “Alex” Fernández (54) y su novia Jessica Cigola (25) que, antes de ser asesinados, fueron torturados de manera despiadada. Los especialistas concuerdan en que este tipo de crímenes busca enviar un mensaje.

Al igual que pasó con Forza, Bina y Ferrón en el Triple Crimen de General Rodríguez del 2008. “Cuando es así es porque los narcos mexicanos están detrás”, señaló uno de los investigadores a A24.com.

En el último operativo encontraron 20 mil dólares en la casa de la tía de Leonardo “Alex” Fernández, el ilusionista asesinado el 24 de octubre. El fiscal Alejandro Musso ordenó el allanamiento luego de que un testigo de identidad reservada indicara que el mago solía llevar dinero a la localidad bonaerense de San Justo, en el partido de La Matanza.

Por el testigo y otras pruebas reunidas aparece el interrogante de una posible trama narco. Los clanes o carteles de la droga se dividen las zonas para el negocio, al igual que los roles dentro del grupo. Así como en la Villa 31 hubo muchas muertes por el territorio que se disputó el peruano Marco Estrada González con un grupo de paraguayos y bolivianos que querían ese epicentro estratégico en la Ciudad de Buenos Aires, también hay “corredores de la droga en el Conurbano Bonaerense”.

Uno va de la Zona Norte a Zona Oeste, en especial a La Matanza con casi dos millones de habitantes. Casualmente el mago Alex frecuentaba ambos lugares. Allí organizaba sus eventos, en donde también frecuentaba ¿clientes?

Según publicó la agencia Télam, “el volumen de dinero encontrado, distribuidos en dos fajos de diez mil dólares, contribuye a consolidar la sospecha de que el dinero proviene de negocios ilícitos. Específicamente, del narcotráfico”.

Otros indicios son el hecho de que, en la casa del mago, ubicada en el barrio porteño de Parque Patricios, la policía secuestrara 115 gramos de cocaína, además de elementos que se utilizan para el corte y pesaje de la droga.

Por el doble crimen fueron detenidas tres personas: Alexis Bonnet, Juan Roberto Alegre y Rubén Grasso. Los investigadores apuntan a conocer las comunicaciones de los dos hermanos apresados por el homicidio: Alegre y Grasso.

Sus celulares se abrirán para ser peritados el próximo miércoles en la sede de la Fiscalía General de San Fernando. Se cree que fueron contratados. De acuerdo al fiscal Musso, lo hicieron “por dinero”. La ambición pudo más y Bonnet admitió ante las autoridades que luego del crimen habían robado 150 mil dólares de una caja de seguridad.

Grasso y Alegre fueron imputados por “doble homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por criminis causa”, un delito que prevé prisión perpetua. El fiscal no descarta que Bonnet también sea acusado por los asesinatos. La sucesión de eventos comenzó el miércoles 23 de octubre, cuando un grupo de vecinos de Parque Patricios alertó al 911 tras escuchar ruidos en la casa de Alex ubicada en la calle La Rioja al 1700, consignó A24.com.

La duda surge por saber si al ilusionista y su novia lo mataron por la droga y por la plata o porque no cumplió parte de su negocio. O se metió en un terreno y con clientes equivocados. Lo que está claro es que se trata de un crimen por encargo: ¿De quién?

 

Narcos

 

La primera vez que entrevisté a un sicario –dice el artículo firmado por Hugo Macchiavelli en A24.com-, lo imaginé muy diferente. Para mi sorpresa era un hombre grande, maduro, experto en armas y peinaba canas. No hubiese imaginado que sabía tanto de las fuerzas de seguridad y de su oficio. No era un sicario como el de las películas y muy distinto a los de la Colombia de los 80 y 90.

En la Argentina de hoy, es posible señalar la existencia del negocio del crimen. El mundo de los killler está en formación esa industria que crece con el avance del narcotráfico, con su cultura penetrando en el torrente sanguíneo de las venas de América Latina.

Pese a la distancia, el clima y las condiciones no favorables para la cosecha de la marihuana y la cocaína, los carteles buscan extenderse y la Argentina no está afuera del negocio

El sicario lo siguió a bordo de su moto junto a su acompañante. Así sorprendió a Diego Xavier Guastini (45) y lo fusiló de tres balazos a bordo del Audi A4 que manejaba. El asesinato por encargo ocurrió el lunes a la mañana, a pocas cuadras de su casa y a metros de la Municipalidad de Quilmes.

Guastini era un financista con contactos en el mundo de la inteligencia y el narcotráfico. Su crimen disparó una serie de interrogantes sobre el estilo de vida que llevaba y quiénes y por qué lo mataron. Ahora la Justicia ordenó una serie de allanamientos en la casa y las oficinas donde trabajaba la víctima en busca de pistas.

Uno fue en su departamento de Quilmes desde donde había salido el lunes temprano; minutos antes de que lo ejecutaran cerca de las 8:30, en la avenida General Paz y Alberdi. Las últimas palabras que pronunció Diego fue “me dieron, me dieron”. Murió antes de llegar al Hospital Iriarte.

Según la investigación “Guastini estaba vinculado a cuevas financieras que tenían todo tipo de clientes, incluso narcotraficantes”. Ya había declarado bajo la figura de arrepentido en una causa judicial donde fue condenado a tres años de prisión en suspenso en un juicio abreviado por manejar mulas que traían dinero de bandas narco desde Europa.

La investigación la encabeza la UFI 3 de Quilmes. Otro de los allanamientos fue en una oficina ubicada en un piso 13 del Microcentro, donde Guastini tenía domicilio laboral. Y también en financiera de calle Florida al 500. Una cueva que aparece en el expediente por el que lo condenaron por financiar a una banda que contrabandeaba dinero desde Europa. Según los investigadores allí se dirigía Guastini cuando lo mataron.

Tanto en la investigación por el asesinato de Alex y su novia como en la del financista, los investigadores apuestan a los teléfonos para develar los secretos de las muertes por encargo.

En todos los casos y según pudo saber A24.com “las comunicaciones eran una herramienta fundamental». Tanto es así que uno de sus celulares estaba dedicado exclusivamente al sistema secreto Encrochat; un programa cuyos mensajes se autodestruyen y tienen medidas extra de seguridad.

Este sistema fue utilizado por el clan narco de los hermanos Loza que fueron detenidos en un operativo entre Argentina y España a fines de 2018. El cartel lavó unos 15 millones de dólares de la droga a través del sistema financiero de la City Porteña. Los teléfonos con Encrochat no tienen línea asignada y se les desactivan los micrófonos, la cámara, el audífono, el GPS y el usuario evita conectarse a una red inalámbrica.

En el caso del clan narco, los hermanos compraban teléfonos prepagos en España a los que les bajaban la aplicación Encrochat. Luego los traían a la Argentina y los usaban para comunicación casi exclusiva, totalmente separada de otras funciones que requirieran conectarse a una red”.

 

Crimen de General Rodríguez

 

Pasaron once años del triple crimen de General Rodríguez, aquel que marcó una bisagra en el inicio de nuestro país en el mercado de las drogas de diseño y la efedrina.

Esa puerta permitió visualizar que no hace falta cultivar la droga, solo son necesarios pequeños espacios para el armado de laboratorios y un par de precursores químicos para el estiramiento y corte de la sustancia. También nos enteramos que los laboratorios y los gimnasios son lugares ideales para la filtración del narcotráfico. También lo son los countries y financieras para ocultar y lavar el dinero negro que proviene de ese negocio.

“El mejor lugar para esconder un elefante es dentro de una manada de elefantes dicen los especialistas al señalar la complicidad de fuerzas de seguridad y financistas en el negocio capaz de comprarlo todo.

Uno de los imputados como autor intelectual del Triple Crimen de General Rodríguez es Esteban Ibar Pérez Corradi a quien pude entrevistar en dos oportunidades para el programa La Cornisa por América TV: cuando fue capturado en Paraguay en diciembre de 2015 luego de estar varios años prófugo y en su prisión en la Argentina antes del juicio por tráfico de efedrina que lo mantiene en prisión.

Además de enfrentar varios procesos, incluso por lavado de dinero, Pérez Corradi señaló la complicidad de ex funcionarios en el tráfico de drogas y el aporte de los laboratorios a las campañas políticas. Dijo que en Paraguay gozó de amplia protección y hasta armó su propio negocio con la cobertura de una división del grupo Hezbollah.

Pero una de las cuestiones que más me impactó, además de su destreza para el negocio de las drogas, su actitud huidiza y otras menos santas, fue su inicio en el camino de la venta de efedrina: “Empecé en el gimnasio. Al principio con pastillas y productos que vendíamos para ganar o perder peso”, recordó el hombre que fue condenado por exportar efedrina a China.

El mago Alex había coordinado un encuentro con una persona en la localidad de San Fernando, cuyo domicilio estaba precisamente relacionado al de Bonnet, uno de sus asesinos. Fue a la casa que -de acuerdo a la investigación- lo había albergado para hacer negocios y fiestas y se transformó en una trampa mortal.

Lo asesinaron a golpes junto con su novia y emitieron un mensaje que no pasó inadvertido. Fernández y Cigola también fueron apuñalados. El hombre presentaba una doble fractura de cráneo y la joven puñaladas en el cuello y una lesión importante en la zona de uno de sus ojos.

Dos días después del hallazgo de los cuerpos, efectivos de la Policía de la Ciudad encontraron a Grasso, dueño de la casa de San Fernando, en un hotel de la calle Videla al 100, en el partido de Quilmes. Tenía un sobre de cocaína, dos teléfonos celulares, 500 pesos y guardaba el DNI de una de las víctimas fatales. Alegre fue detenido el viernes pasado.

Guastini, ejecutado de tres tiros por los sicarios en moto, estaba vinculado a otros financistas: Hugo Díaz (41) desaparecido en marzo de 2015 y Damián Stefanini (49), desaparecido en octubre de 2014. Todos financistas con relaciones peligrosas. En el caso de Guastini, sus conexiones con el mundo narco y de la inteligencia hacen sospechar de un asesinato por encargo de killers cada vez más profesionales. Una prueba de que la demanda del oficio de matar está creciendo en la Argentina.