Tabaré Vázquez anunció una nueva planta de UPM
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dio cuenta en una conferencia de prensa los detalles de lo que ya se avizora como un nuevo frente de conflicto con ese país: la instalación de una nueva pastera de la firma finlandesa UPM. Al respecto, contó que se conformarán cinco grupos de trabajo, uno de ellos para «preservar el Uruguay país natural» y «trabajar para proteger el medio ambiente», y que se cumplan con las normativas «para que si hay daño ambiental sea el mínimo posible». Vázquez dijo que, pese al conflicto que tuvo Uruguay con Argentina, «hasta el momento no se han constatado daños». Consultado por la prensa local si prevé el gobierno charrúa una consulta a los países limítrofes, Vázquez lo descartó al decir que la planta se instalará «en el corazón del país lo suficientemente alejada de cualquiera de las dos fronteras».
Vázquez anunció ayer que acordó con UPM colocar la piedra fundamental de la tercera planta de celulosa de Uruguay en el segundo semestre de 2018. Y la producción de pasta de celulosa está prevista para 2020.
«Va a generar aproximadamente unos 8.000 puestos de trabajo, va a tener impactos en la participación de proveedores nacionales, va a incidir sobre el Producto Interno Bruto en un orden de 2 y 2,5 puntos», dijo Vázquez para graficar el peso de la nueva planta de UPM, la segunda del grupo en Uruguay.
«Estamos hablando a nivel global de 5.000 millones de dólares, lo que no tiene antecedentes en la historia económica del país», remarcó. Sin embargo, se quitó el protagonismo de la inversión y planteó que «esta política de desarrollar una actividad económica vinculada a las plantaciones de árboles y la producción de celulosa, viene abarcando a varios gobiernos, por lo que podríamos decir que es una política de Estado».
El presidente informó que la empresa prevé crear una planta de procesamiento de más de 2 millones de toneladas de celulosa al año, más de lo que produce su planta en Fray Bentos (1,3 millones de toneladas) y la de Montes del Plata en Conchillas, Colonia.
Por esto es que la inversión, dijo, abarcará 4.000 millones de dólares. A esto se le deberán sumar otros 1.000 millones de dólares que deberá realizar «el Uruguay» para acompasar la inversión. «Es muy importante llevar adelante este emprendimiento porque es muy importante la inversión que hace la empresa y que va a hacer el país», dijo Vázquez, quien remarcó que «el impacto va a ser desde el momento en que comience la construcción de la planta y la infraestructura, estamos hablando de 2018».
Más inversión
El gobierno apelará a captar los 1.000 millones de dólares de inversión adicionales que aportará en infraestructura, también a través de privados. Vázquez dijo que las obras se lanzarán bajo el formato de Participación Público-Privada (PPP), y abarcarán desde carreteras hasta vías férreas y el puerto de Montevideo.
En el caso de la terminal portuaria, Vázquez sostuvo que se estima que el desembolso rondará entre los 86 millones de dólares en muelles y dragado permanente para la salida de barcos y, para este caso, «la empresa manifestó su intención en participar del financiamiento de estas obras», según da cuenta el diario uruguayo El País.
Para todo lo demás, a finales de noviembre el gobierno realizará una rueda de negocios en Galicia y Santiago de Compostela, España, con el fin de presentar a inversores europeos los proyectos. Lo mismo repetirá en febrero con su presencia en Hamburgo, Alemania.
«Creo que la presentación por parte de UPM de este proyecto de megainversión que garantiza la cantidad crítica de material a transportar por las vías carreteras o ferrocarriles, es un atractivo adicional para que los privados no se resistan. Por tanto veremos cuánto hay de participación privada para luego ver cuánto hay que poner desde el punto de vista oficial», dijo Vázquez.
En caso de no conseguir aporte privado será el gobierno el que deberá encarar las obras. En este sentido, Vázquez relativizó el impacto que tendrá en las finanzas en un contexto de restricción presupuestal.
El presidente sostuvo que esto figurará «por fuera de la Rendición de Cuentas», dado que se prevé realizar a través de las PPP que no se contabilizan para la evaluación del resultado fiscal.
¿Ahora qué?
En los próximos 60 días se conformarán cinco grupos de trabajo liderados por el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, pero que tendrán representantes del gabinete en cada materia.
Uno será de infraestructura. Vázquez dijo que el proyecto demandará la bituminización de 220 kilómetros entre caminos rurales y rutas nacionales para llevar la materia prima a la planta y la reparación de las vías férreas para sacar la producción hasta el puerto de Montevideo.
El relacionamiento con los sindicatos es otro de los temas en cuestión. De hecho, Vázquez dijo que «hay elementos muy importantes como el relacionamiento de la empresa con los trabajadores y el trabajo que tenemos que llevar adelante de informar».
«UPM manifestó su interés de lograr acuerdos con participación de ellos, de los sindicatos y del gobierno nacional para avanzar sin dificultades en la concreción de la obra. Hay aspectos que tenemos que discutir, analizar y asegurar como la seguridad de los trabajadores que se desempeñan en la obra, el respeto a sus derechos, contemplar la mano de obra nacional porque va a requerir en su etapa de construcción mucha mano de obra», sostuvo.
El antecedente de Montes del Plata no es positivo si se toma en cuenta que la construcción de la planta fue demorada en reiteradas oportunidades por los trabajadores.
El tercer grupo de trabajo es para «preservar el Uruguay país natural» y «trabajar para proteger el medio ambiente», y que se cumplan con las normativas «para que si hay daño ambiental sea el mínimo posible». Vázquez recordó que, pese al conflicto que tuvo Uruguay con Argentina, «hasta el momento no se han constatado daños».
Otro aspecto está relacionado con lo financiero. «UPM pretende unificar en un solo proyecto la planta de producción en Fray Bentos con esta planta, funcionar en régimen de zona franca y tener algunas exenciones impositivas que van a ser estudiadas».
Un quinto grupo está relacionado con la producción energética. Hoy la planta de UPM aporta el 8% de la energía del país. «Esta planta que va a hacer el doble de producción, sin duda va a aportar de manera bien importante en la producción energética», dijo Vázquez.
En cuanto a las plantaciones, Vázquez dijo que la empresa cuenta «con una importante cantidad de área plantada que ellos entienden que es suficiente para instalar la tercera planta, por lo que no hemos analizado si es necesario extender las plantaciones».
Más allá de esto, Vázquez desestimó las críticas sobre la expansión de la empresa, y dijo que esto se ha dado bajo el amparo de la ley.
Argentina y Brasil mirarán de afuera
Argentina y Brasil mirarán por televisión la definición de la tercera planta de celulosa que se instale en Uruguay. Esa fue la impresión que dejó ayer el presidente Tabaré Vázquez al ser consultado por El País si la localización de la nueva planta de celulosa implica tener que hacer consultas a los países limítrofes. Vázquez dijo que «no está previsto», dado que la planta se instalará «en el corazón del país lo suficientemente alejada de cualquiera de las dos fronteras».
De hecho, el presidente dijo que se descartó hacerla sobre el río Uruguay y sobre la Laguna Merín, ambos cauces que tienen el caudal de agua necesaria para una planta de celulosa, pero que son fronterizos. «Nosotros no le vamos a pedir cuentas a Brasil de lo que haga en su territorio, salvo aquello que esté colindando, y no le vamos a pedir cuentas a Argentina sobre lo que haga o deje de hacer dentro de su territorio. Esto es en el Uruguay profundo y es el país soberano el que decide la instalación de este emprendimiento, por lo que si ambos países quieren tener referencia de lo que vamos a hacer, en estas conferencias de prensa se harán todas las referencias posibles y podrán tomar nota», añadió.
Fuente: Análisis Digital
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