Una multitud marchó a la Plaza de Mayo para homenajear a Nisman y pedir justicia
La lluvia torrencial no fue impedimento para que medio millón de personas -según estimaciones brindadas a este medio por la Policía Metropolitana- se congregara en la Plaza de Mayo para rendir homenaje al fiscal Alberto Nisman y para pedir justicia tras su muerte. Las manifestaciones se replicaron en las principales ciudades del país e incluso un numeroso grupo se congregó frente a la quinta de Olivos.
Santa Fe, Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza, entre otras, fueron escenario de marchas de silencio a un mes de la trágica muerte del fiscal que había denunciado a Cristina Kirchner, a funcionarios y dirigentes oficialistas por encubrir a los iraníes autores del ataque contra la AMIA.
Para la marcha en la Ciudad de Buenos Aires, los participantes se reunieron frente al Congreso. Los primeros en llegar allí, entre los aplausos de los manifestantes, fueron los fiscales convocantes. Se trató de Guillermo Marijuan, Raúl Plee, Ricardo Sáenz, José María Campagnoli, Carlos Rívolo, Carlos Stornelli, Germán Moldes; Carlos Donoso Castex y Luis Cevasco, junto al secretario del gremio de los judiciales, Julio Piumato.
Estos nueve fiscales portaron una bandera negra con letras blancas con la leyenda «Marcha del silencio, 18F Homenaje al fiscal Nisman». Detrás, estuvieron la madre de Nisman, Sara Garfunkel, su ex mujer, Sandra Arroyo Salgado, su tía Lidia y la hija mayor.
La dimensión de la marcha fue reflejada por tres nutridas columnas que marcharon por Avenida de Mayo y sus dos calles paralelas, Yrigoyen y Rivadavia, uniendo por esas vías repletas la Plaza de Mayo con el Congreso Nacional. Las consignas que más se repetían en los carteles y pancartas eran «Justicia», «Nunca Más» y «Todos somos Nisman».
Participaron numerosos políticos y miembros del Poder Judicial. Entre ellos, estuvieron el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri; el líder del Frente Renovador, Sergio Massa; la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; el ex gobernador y senador de Santa Fe Carlos Reutemann; el senador y presidente de la UCR, Ernesto Sanz; el diputado y ex vicepresidente Julio Cobos; y el ex gobernador de Santa Fe y precandidato presidencial Hermes Binner.
En diálogo con Infobae, Carrió dijo que se trató de «la revolución de las clases medias», y agregó: «Veo a un pueblo despertándose a raíz de un mártir, es algo profundamente judeocristiano». Por su parte, el ex embajador ante los Estados Unidos y ex diputado Eduardo Amadeo aseguró: «Esta pueblada bajo la lluvia es un gran espaldarazo para la justicia honesta de la Argentina, y un mensaje a la Presidenta de que tiene que oír la voz de la gente».
También marcharon el ex legislador Ricardo Gil Lavedra; el senador radical Mario Cimadevilla; el diputado del PRO Sergio Bergman; el fiscal general de Córdoba Alberto Lozada; el juez en lo Penal Económico Ezequiel Verón de Astrada; el fiscal federal Germán Moldes; el ex fiscal Juan Martín Romero Victorica; el juez Miguel Ángel Caminos; el juez de Casación Penal Carlos Gemignani; el abogado Gustavo Kolmann; el fiscal Jorge López Lecube; el fiscal Carlos Rolero; el actor Luis Brandoni.
Otro de los presidenciables del peronismo opositor, José Manuel de la Sota, que había anunciado su adhesión, decidió quedarse en Córdoba tras los estragos causados por el temporal que azotó a esa provincia, pero anunció en su cuenta oficial en Twitter que estuvo representado en la marcha por los diputados Juan Schiaretti, Blanca Rossi y Carlos Caserio.
Alberto Iribarne, ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner, caminó junto a los manifestantes desde el Congreso a la Plaza de Mayo. Lo propio hicieron los jueces de Casación Eduardo Riggi y Mariano Borinsky.
Quienes también dijeron presente fueron las dos principales instituciones judías de la Argentina:AMIA y DAIA. Al frente estuvieron el presidente y el vicepresidente de la DAIA, Julio Schlosser yWaldo Wolff, mientras que unos metros más atrás estuvo el titular de la mutual judía, Leonardo Jmelnitzky. Junto a otros dirigentes y miembros de la comunidad local e internacional se reunieron en Pasteur 663, para desde allí marchar rumbo a la Plaza de Mayo. Jmelnitzky consideró que la marcha fue para «defender la democracia y seguir el reclamo de verdad y justicia».
De la columna participaron los ex presidentes de AMIA, Guillermo Borger, Abraham Kaul y Luis Gringwal. También estuvo el presidente de FACCMA, Javier Veinberg, y el titular de la Organización Sionista Argentina (OSA), Daniel Lew y el director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), Claudio Epelman; y el presidente de la comunidad judía chilena, Gerardo Gorodischer.
Parte del empresariado, incluyendo a la Sociedad Rural Argentina, también se sumó, a través de su titular, Luis Etchevehere. También se lo vio al presidente de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi. Los ruralistas salieron desde Rivadavia y Paraná, a pocos metros del Congreso. El titular de la Uatre, Gerónimo «Momo» Venegas, se sumó a esa columna.
Bajo la lluvia, la marcha fue lenta y por la larga fila de manifestantes, muchos de ellos no pudieron ingresar a la plaza y solo lograron hacerlo cuando ya se había iniciado la desconcentración. Cuando el grueso de los participantes estaba reunido en el lugar de destino, se realizó un minuto de silencio y se cantó el himno nacional. Tal como se había anunciado, no hubo oradores. El único que tomó la palabra fue Julio Piumato. Agradeció la presencia de los manifestantes y anunció el minuto de silencio. Instantes después, comenzó la retirada, que se dio de manera pacífica, sin ningún incidente, al igual que durante toda la jornada.
El operativo de seguridad, que comenzó a las 15:30, fue realizado por casi 700 efectivos de cuatro fuerzas, sin armas de fuego. Fueron 450 uniformados de la Policía Federal, la Prefectura y la Gendarmería y unos 200 de la Policía Metropolitana. Asimismo, durante la concentración en la Plaza de los Dos Congresos, miembros del gremio de los judiciales se desplegaron con remeras que rezaban «Marcha del silencio». Pero su presencia fue solo preventiva. La jornada se inició y concluyó en paz.
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