Ventilar bien los ambientes reduce el riesgo de contraer virus respiratorios
Si bien los infectólogos aseguran que es una medida que ayuda a disminuir las probabilidades de contagio, existen otros factores que también son importantes y hay que tener en cuenta.
Con los cambios de temperatura, solemos ver a más personas con gripe. El pasar del frío exterior al calor del hogar calefaccionado alivia por un lado y, por el otro, puede tener sus efectos nocivos para la salud. Sin embargo, existen otros factores que influyen al momento de contraer virus respiratorios: la mala ventilación de los ambientes y también las condiciones de vida.
Gerardo Laube (M.N. 51.819), infectólogo, pediatra, y profesor titular de Infectología de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), explicó que “los ambientes mal ventilados potencian el riesgo de contraer virus respiratorios porque las personas pueden estar secretando o eliminando partículas virales que, por contacto directo, pueden contagiar a otros de los convivientes”.
Respecto a los cambios climáticos de frío-calor intervienen algunas variables: “El frío, en general, produce una vasoconstricción que predispone a cualquier agente de tipo respiratorio. Por eso, siempre se sugiere la circulación de aire y ventilación en los espacios cerrados para reducir el riesgo de transmisión”, sugirió.
Por su parte, el infectólogo, doctor en Medicina e investigador científico Antonio Montero (M.P. 8.249), aclaró que la evidencia científica muestra que la exposición a los cambios de temperatura predispone a una virosis respiratoria. “También es posible que disminuyan las defensas a nivel nasofaringe y que se produzca una colonización bacteriana o viral, justamente por un enfriamiento local de las mucosas”, dijo.
No obstante, para él la exposición a patógenos biológicos como virus, responsables de las infecciones respiratorias, está condicionada no solo por las características meteorológicas, sino también por las condiciones de vida y trabajo de la población, lo que hace variar su vulnerabilidad frente a la acción de estos agentes virales.
“Por ejemplo, las viviendas precarias, los hacinamientos, la humedad en las paredes, el humo del tabaco, el estado nutricional, la contaminación del aire, la cobertura de la inmunización por vacunas previas, son todos cofactores que interactúan para determinar la frecuencia y la gravedad de la enfermedad respiratoria aguda. No depende solo de los cambios de temperatura”, precisó.
Alejandro Chirino, coordinador de la sección Infecciones Pulmonares de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), le dijo a Télam: “Con las bajas temperaturas surgen este tipo de preguntas y hay algunas cosas que son un mito. La exposición al frío de las vías respiratorias altera un poco el mecanismo de defensa local en la mucosa respiratoria y podría predisponer a la aparición de infecciones”.
No obstante, aclaró que “también es cierto que en el invierno pasan otras cosas como, por ejemplo, que las personas estamos más juntas, más cerca, con menos ventilación de los ambientes y eso es una causa muy importante de transmisión de las infecciones”.
Respecto a la creencia de que podemos enfermarnos por tomar frío, Chirino precisó que “cuando uno respira por la nariz, que es lo fisiológico normal, hay todo un mecanismo en las fosas nasales y en la cavidad nasal que filtra, calienta el aire y lo humidifica. Tendría que ser una temperatura muy extrema para que, respirando por la nariz, entre un aire demasiado frío hacia los pulmones”.
En el mismo sentido, Martín Maillo, neumonólogo y alergólogo, indicó a Télam que “cuando el frío es extremo o se da un cambio de temperatura hacia mucho frío y se produce la entrada de aire frío al aparato respiratorio, eso provoca un efecto inflamatorio que favorece las infecciones”.
Sobre el impacto del frío en las vías respiratorias, el especialista detalló que “la primera barrera defensiva es el moco normal que habitualmente tenemos en nuestra nariz y en la garganta, lo que se llama inmunidad innata y es lo primero que se daña cuando existe una agresión como el aire frío”.
Y agregó: “Al dañarse esa barrera, es la puerta de entrada para que un virus o bacteria que nosotros muchas veces respiramos habitualmente pueda entrar y a partir de ahí generar una infección. Por eso es que existe una relación muy estrecha entre los días de frío y la mayor frecuencia de infecciones del tracto respiratorio, fundamentalmente por virus. Además, el estar más en las casas y en lugares compartidos más cerrados favorece la mayor capacidad de infección de las virosis respiratorias”.
En esa misma línea, Chirino profundizó: “Cuando uno está con síntomas en invierno es por un virus en el 99% de los casos, ya sea más o menos intenso, pero en ese momento se está contagiando. Habría que empezar a ser más conscientes y tomar precauciones como no compartir utensilios, tratar de cuidarse y no estar demasiado en contacto con otras personas”.
Medidas de prevención
Las poblaciones más vulnerables son las niñas y niños, los adultos mayores de 65 años y pacientes con patologías de riesgo asociadas, por lo que los especialistas recomendaron que estos grupos completen sus calendarios de vacunación contra la gripe, la neumonía y el coronavirus.
Entre las medidas de prevención, también destacaron la importancia de proteger las vías respiratorias con el barbijo al exponerse al frío y evitar cambios bruscos de temperatura, manteniendo una “calefacción razonable, que uno pueda estar sin pasar frío y ligeramente abrigado para no sofocar los ambientes”.
Otro punto que resaltaron fue mantener una ventilación adecuada: “Las casas y habitaciones se deben ventilar idealmente una hora a la mañana y una hora a la tarde”, concluyeron.