Por qué la ciencia está cerca de cambiar la vida de los diabéticos
Desde su descubrimiento, a comienzos del siglo XX, proveer insulina de manera «artificial» al organismo salvó la vida de millones de pacientes con diabetes, hasta hoy . Sin embargo, la insulina no gozó de tan buena prensa como los antibióticos.
Hoy la ciencia está desarrollando técnicas para perfeccionar los tratamientos para pacientes diabéticos. Se trata de nuevas insulinas que proporcionen más autonomía, calidad de vida y flexibilidad a los pacientes.
La prevalencia de la diabetes en América Latina es una de las más altas del mundo. Brasil y México tienen la cuarta y sexta mayor población con diabetes del mundo, respectivamente. Y es una de las principales causas de muerte en la región.
Hoy los padecientes son 24,1 millones, lo que significa que un 9% de la población adulta de la región convive con la enfermedad. Según la Federación Internacional de la Diabetes para el 2035 serán 38,5 millones de personas con diabetes en América Latina. La buena noticia es que los números del 2035 aún no acontecieron. Hay tiempo para trabajar sobre la prevención y la detección temprana, insisten los especialistas.
¿Quién no conoce un diabético en la familia o a su alrededor?
La mirada global tampoco resulta optimista: el número de enfermos de diabetes aumenta en forma exponencial en todo el mundo. En 2013 fue la causa de muerte para 5 millones de personas.Es decir que en pleno siglo XXI el impacto de la enfermedad aún es grave: puede originar una serie de otras enfermedades como ceguera, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
En San Pablo, Brasil, el laboratorio Novo Nordisk organizó una Cumbre Internacional sobre Diabetes que reunió a los mejores especialistas del mundo en la materia y un evento paralelo que llamó Diabetes 360 para discutir la diabetes desde distintos puntos de vista y experiencias.
La propuesta transformadora que desarrollaron los especialistas es cambiar el escenario actual de la enfermedad y eliminar las barreras que aún hoy presentan los tratamientos.
Freddy Eliaschewitz, director clínico del Centro de Pesquisas Clínicas (CPCLIN) y miembro del Consejo Nacional de Salud de Brasil puntualiza a Infobae: «La diabetes es una dolencia crónica, compleja y no es simple de tratar a pesar de que la insulina ha mejorado notablemente la calidad de vida de los pacientes. Se trata de un mal progresivo y silencioso. No duele y ocurre que el tratamiento de una persona insulino-dependiente siempre necesita un ajuste».
«Pese al promisorio escenario que desarrolló la enfermedad en los últimos 70 años; falta profundizar sobre cuestiones esenciales; ya que suma enfermos alrededor del mundo», sentencia Eliaschewitz, .
Diabetes desde adentro
En general, sólo la mitad de las personas que viven con diabetes ha sido diagnosticada y sólo la mitad de éstos recibe tratamiento profesional.Es lo que se conoce como la «regla de las mitades» e ilustra los desafíos en los tratamientos actuales y futuros.
Es por eso que se vuelve esencial apuntalar la idea de la prevención y detección temprana como punta de lanza para mejorar los números en la región.
El páncreas, luego de comer, libera una cantidad de insulina determinada para mantener los niveles normales de azúcar en sangre. La diabetes ocurre justamente cuando el páncreas pierde la capacidad de producir insulina o la produce de manera insuficiente. Estas alteraciones en la producción o acción de la insulina causan el aumento de la glucemia (azúcar en sangre).
La insulina se vuelve esencial para el buen funcionamiento del organismo. Se trata de una hormona que actúa transportando la glucosa de la sangre (absorbida de la alimentación) hacia el interior de la célula para que sirva como fuente de energía.
Existen diferentes tipos de diabetes, las dos principales son:
Tipo 1 Este tipo de diabetes se diagnostica generalmente durante la infancia o adolescencia, pero también puede surgir en otros grupos de edad. Los principales síntomas de la diabetes tipo 1 y de algunos casos de la diabetes tipo 2 son: tener mucha sed, micción excesiva y pérdida de peso sin motivo aparente. Como estos síntomas pueden representar otras enfermedades, es fundamental realizar un chequeo médico.
Tipo 2 es la más común y corresponde a un 90% de los casos. Ocurre por la inexistencia, insuficiencia o resistencia a la insulina. Cerca de un 50% de los que han contraído la tipo 2 no saben acerca de su condición, justamente por los pocos síntomas que surgen en la fase inicial de la enfermedad. La tipo 2 puede ser prevenida.
En la diabetes mellitus tipo 2, los síntomas citados anteriormente no siempre están presentes , principalmente en las fases iniciales de la enfermedad. La mejor manera de diagnosticar la diabetes es el control de la glucemia en ayunas que indica la cantidad de azúcar en sangre.
Existe una tercera que es la diabetes gestacional. Se produce cuando el ritmo de aumento de glucosa en la sangre surgió por primera vez en el embarazo. En la mayoría de los casos este aumento luego se regulariza después del parto. Pero es importante resaltar que las mujeres que han desarrollado diabetes gestacional corren mayor riesgo de desarrollar la tipo 2 en el futuro.
Dice Eliaschewitz: «Al 28% de los pacientes en general que padecen diabetes les cuesta cumplir correctamente con las aplicaciones de insulina. Esto provoca un aumento del número de hipoglucemias, que si bien son parte de la vida del diabético, no resultan positivas. Será central mejorar la acción prolongada de la insulina, para bajar su variabilidad, mejorar la adherencia y así reducir los episodios de crisis. Esto es algo que la ciencia está contemplando actualmente».
Cambiar los hábitos
Comer saludable y practicar ejercicios físicos puede prevenir la diabetes tipo 2 en un 80% de los casos, teniendo en cuenta que un 90% de los portadores padecen este tipo.
La nutricionista Gisele Rossi Goveia , especialista de educación nutricional y miembro de la Sociedad Brasilera de Diabetes (SBD) explica a Infobae: «Si hacemos un análisis en el tiempo la dieta de los diabéticos cambió drásticamente. Antes se basaba en incrementar el consumo de lípidos, grasas y carbohidratos. Hoy se tiende a una dieta equilibrada con mayor énfasis en los carbohidratos y a desarrollar estrategias personalizadas. Pero todo a trazar metas realistas».
Agrega Rossi Goveia: «El diabético tiene que cuidar sus comidas fuera de casa y no sustituir las comidas por snacks; y por supuesto restringir el consumo de azúcar y sal. El desafío es que coma gustoso pero saludable , que no sienta que come comida de enfermo».
Llevar una vida normal
La detección temprana de la enfermedad puede minimizar las complicaciones y aumentar las posibilidades de que el tratamiento sea eficaz.
En 2012 Novo Nordisk realizó una encuesta de concientización sobre la diabetes en seis países de América Latina. La encuesta detectó que un 54% de las personas con diabetes nunca habían sido informados sobre el riesgo de desarrollar la enfermedad y un 14% nunca hizo un examen de sangre (glucosa) para rastrear la diabetes.
Hay consenso entre los expertos del mundo sobre que los tratamientos de la diabetes han evolucionado significativamente. En la terapia el objetivo es alcanzar el mejor control de la glucosa, con bajo riesgo de hipoglucemia (disminución del nivel de glucosa en sangre) . Además del control de la glucemia es fundamental observar las eventuales enfermedades relacionadas y tratarlas como por ejemplo, la obesidad, la hipertensión, y la dislipidemia (niveles elevados de lípidos en sangre).
Sobre la actividad física y diabetes, el preparador físico Marcio Atalla alerta a Infobae: «En una enfermedad silenciosa como la diabetes hay que lograr un estado completo de bienestar: físico, mental y social. El diabético debe cuidar su actividad física y dieta para no engordar y para que su cuerpo no necesite más insulina. Para que un diabético lleve su mal crónico de manera saludable depende de una ecuación que yo la defino así: un 50% de estilo de vida; un 20% genético familiar y un 10% asistencia médica».
Lo que se viene
La FID calcula que para el 2030 los costos directos asociados con la diabetes en América Latina llegarán a US$ 31 mil millones. Esto implica un esfuerzo de las economías de la región y de los sistemas de salud, especialmente en los países donde los ingresos son los más bajos.
América Latina es una región de 590 millones de habitantes; hay aproximadamente 1 médico por cada 605 personas. Teniendo en cuenta de que se trata de una región llena de contrastes, las brechas en la atención médica son altas: mientras que en Cuba existe 1 médico cada 151 personas; en Honduras existe 1 médico cada 3 mil.
Para agregar perspectiva al tema: el costo per cápita a largo plazo de la diabetes incluyendo las complicaciones, es entre 2 a 4 veces mayor que las inversiones en salud en mucho países. Esto puede ser el resultado de la falta de acceso al tratamiento y a la atención de calidad.
La propuesta del laboratorio Novo Nordisk es desarmar la condición de epidemia mundial de la enfermedad. La estrategia apunta a concientizar a pacientes, profesionales y a un grupo de divulgadores naturales con poder de decisión integrado por laboratorios y proveedores, instituciones científicas y organismos de gobiernos responsables de políticas públicas de salud como un gran frente para cambiar la situación actual de la diabetes.
Los expertos reunidos en la Cumbre de Brasil con ojos 2014 acuerdan que es posible llevar una vida normal sin grandes limitaciones por má que se tenga diabetes.
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