Crisis en el PRO: ganó Durán Barba y no harán nuevas alianzas
Suele decirse en el fútbol y en la política que “equipo que gana no se toca”. Mauricio Macri, que empezó el año encadenando varias “victorias” de alto impacto que lo posicionaron en la pelea presidencial, optó por lo contrario. En la mitad del campeonato, a tres semanas del cierre de listas en la provincia de Buenos Aires –el partido más difícil del torneo– decidió cambiar al técnico o, por lo menos, apartarlo.
Emilio Monzó, el constructor del acuerdo con Elisa Carrió que dinamitó UNEN y de la sociedad con los radicales que le granjeó a Macri boletas y candidatos competitivos en casi todas las provincias, no tendrá más incidencia en el principal distrito electoral del país y ya no podrá sugerir un vice extrapartidario. Tampoco importó que el también ministro de Gobierno porteño fuera el gestor de sumar el apoyo de Carlos Reutemann, acaso el golpe más duro que sufrió la candidatura de Sergio Massa.
Macri, en cambio, le devolvió un protagonismo excluyente al consultor estrella Jaime Durán Barba. El asesor ecuatoriano se fortaleció tras la interna en la Ciudad –la otra “victoria” del Jefe de Gobierno en 2015– que consagró a Horacio Rodríguez Larreta. Durán Barba es el principal impulsor de que el PRO vaya “solo”, con una fórmula pura. Por eso, en la Provincia y en todo el país volverá a hablarse de “la tercera vía”, el lema que el macrismo adoptó como leitmotiv hace tiempo. Recuerdan los detractores del gurú ecuatoriano que con esos consejos le hizo un flaco favor a la ex candidata brasileña Marina Silva, que ni siquiera entró al balotaje. Durán Barba nunca había visto con buenos ojos la cercanía del PRO y la UCR y le achacaba a ese pacto un impasse en el crecimiento del jefe de Gobierno en las encuestas.
En la reunión que el lunes mantuvo la mesa chica del PRO se definió que Jorge Macri sea el jefe de campaña de María Eugenia Vidal, la única candidata a gobernadora de Macri en la Provincia. También se resolvió cerrar la puerta a un acuerdo con Massa para competir en una gran interna opositora.
En la práctica, esa determinación anuló los puentes que Monzó intentaba construir con el Frente Renovador. De hecho, el ministro de Gobierno se comunicó con varios intendentes que hoy militan en el massismo para comunicarles que no podría sostener nada de lo que les había prometido.
En la cumbre del lunes que compartieron Macri, Vidal, el intendente de Vicente López, Durán Barba, Larreta, Marcos Peña, Monzó y el empresario y amigo del jefe del espacio, Nicolás Caputo, sólo los dos últimos defendieron la necesidad de abrir el espacio a Francisco de Narváez y a Massa. El líder del PRO confía en que polarizar con el Gobierno le será redituable.
En lo formal, Monzó y Peña –encargado de la sinergia entre el aparato de comunicación del PRO y la política– seguirán al frente de la campaña nacional. En realidad, lo único que queda por definir es el nombre del vice de Macri y la estrategia en el distrito definitorio: la Provincia. Durán Barba se radicará en el país tras el cierre las listas.
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