Hace muchos años que nuestra ciudad tiene una intensa actividad nocturna, sobre todo los fines de semana con una activa participación de la juventud. Con el tiempo las rutinas han ido cambiando, y también la tecnología de comunicación. Primero se hace “la previa” que se lleva a cabo en cualquier lugar, desde una  casa de familia o la costanera para consumir bebidas alcohólicas. La segunda etapa comienza entre las 3 o  4 de la madrugada cuando ingresan al boliche.

Nadie mejor que la policía para conocer los desplazamientos de este sector en la noche victoriense -especialmente los sábados-, por eso consultamos al Com. Ppal. Maximiliano Villamonte, Jefe de la División Investigaciones de la policía local, quien confirmó que hay una intensa vida nocturna en comparación con otras ciudades, y esta situación genera problemas nuevos.

En las recorridas comprueban que  mediante redes sociales o celulares, en el marco de una nueva modalidad, se comunican para concentrarse en un determinado lugar. Grupos de 20 o más chicos pueden juntarse en la costanera, avenidas u otro lugar, donde lo que hacen es ingerir bebidas alcohólicas. Si bien esto no se debe dramatizar, porque siempre las “movidas” de jóvenes existieron, hay que estar alertas porque estas “juntadas” muchas veces derivan  en discusiones o peleas, dentro del grupo o con otro que está en las inmediaciones. Consideró que la presencia de un patrullero y efectivos en el lugar es una forma bastante eficiente para disuadirlos en estos casos.

Son chicos de 15 a 16 años promedio y el funcionario calificó como “preocupante” la cantidad de bebidas alcohólicas que ingieren. No se puede hablar de todos los chicos, pero son muchos  estos agrupamientos e involucran  a una gran mayoría sin distinción de género.

Lamentables desenlaces

Según la experiencia de Villamonte, desde que está al frente del área Investigación acompaña los distintos operativos los sábados a la noche. A  las 6 de la mañana cierran los boliches y el escenario que presencian es lamentable, según el oficial.

“Algunos (muchachos o chicas) salen llorando, otros y sobre todo en invierno cuando enfrentan el cambio de temperatura se desmayan; también están  los que muy alcoholizados se vuelven agresivos, aunque muchos salen normalmente”. Le llama la atención que se da el alto porcentaje de mujeres en estas circunstancias deplorables.

La escena de la vuelta a casa es de lo más variada, están los que no pueden trasladarse por sus propios medios porque han perdido el equilibrio y la Policía debe intervenir para llevarlos. Si se producen peleas algunos jóvenes se vuelven incontenibles y nuevamente los uniformados deben intervenir para disuadirlos. De acuerdo a las disposiciones legales los menores no pueden estar en la Comisaría y cuando los trasladan lo hacen por un breve lapso, para que desde la repartición se comuniquen con los padres y los retiren.

“Esto se deja como último recurso, se trata de disuadir en todos los casos, porque la actuación frente a menores es un tema muy delicado, pero hay circunstancias en que tenemos que actuar”. Es habitual que cuando se encuentran con estos cuadros los trasladan al hospital. Pero lo más preocupante es la tendencia creciente, porque: “Cada vez se da un porcentaje mayor de  jóvenes alcoholizados”. De las chicas, ni hablar. Ya no cuidan su imagen como antes. Es habitual que las chicas ingresen a los boliches muy elegantes con tacos altos y al salir lo hacen descalzas porque no pueden mantenerse en pie, y suelen caminar ‘colgadas’ unas de otras, o llevadas por algún chico, para sostener la verticalidad. Muchos jóvenes pierden la razonabilidad, en consecuencia discuten y enfrentan a inspectores municipales o policías.

En grupos donde hay chicos que están bien, colaboran para trasladar a los que no están en condiciones de hacerlo por sus propios medios.

Edades

Son chicos que van desde los 14  a los 18 años. A modo de reflexión, Villamonte dijo: “yo querría que los padres estuvieran a las 6 de la mañana para que vean el cuadro que se observa al salir de las confiterías bailables y tomen conciencia viendo esta realidad”.

Cuando los heridos por el veneno del alcohol viven en la ciudad y debe ocuparse de ellos a la Policía, muchas veces no se encuentran a los padres, en cuyo caso deben dar aviso al Copnaf porque no se los puede retener. Demás está decir que al alcohol no le gusta estar solo y por lo general va acompañado por mezclas, empastillamientos, fumatas, y violencia. Villamonte elogió la labor que lleva a cabo Comisaría del Menor, que tiene personal especializado para abordar estos casos.

“Son chicos de 15 a 16 años que nadie los contiene” lamentó. Lo preocupante es que estos jóvenes se desplazan en motos o autos, lo que puede generar accidentes.

Un patrullero estacionado frente a la Jefatura fue chocado por un automóvil conducido por una persona que no estaba en condiciones de manejar, aproximadamente a las 7 de la mañana, cuando estos jóvenes se concentran en un negocio céntrico donde comen sándwich o hamburguesas.

Hospital Salaberry

La Dra. Cristina Schneider, que desde hace años que está  al frente de las guardias del fin de semana en el Hospital Fermín Salaberry, dice en diálogo con Paralelo 32 que después de tantos años de estar en esa área tiene las más diversas anécdotas por los casos que permanentemente recibe los sábados de madrugada, y según explicó el “horario pico” comienza pasadas las 6 de la mañana y se extiende a veces -atendiendo casos de alcoholizados-  hasta las 8. En algunos casos es la policía que los lleva porque encontró un chico en alguna calle totalmente perdido o por rencillas al salir de los boliches, en otros son los mismos compañeros.

Se dan casos de coma alcohólico y desde el punto de vista clínico deben actuar con un especial cuidado porque la sintomatología puede confundirse con los problemas neurológicos. Si bien por las características es un cuadro de etilismo, no se deben descartar otras posibles patologías. En muchos casos –agregó– llegan con golpes en la zona craneana y representa que profesionalmente hay que tener un especial cuidado en el diagnóstico e indicar pruebas complementarias si son necesarias.

“Cuando llegan al hospital están en coma, se trata de verificar reflejos, no hablan, recurrimos a pequeños pinchazos para ver como reaccionan, porque no tenemos otra forma de despertarlos. En otros reaccionan con agresión, la hemos pasado muy mal con algunas personas. A veces solamente nos encontramos con la ayuda de enfermeras”, describió.

La policía colabora en especial porque el Comando Radioeléctrico está en conocimiento de estas situaciones y se hacen presentes.

Reconoció que en la mayoría se trata de jóvenes, porque la persona de mayor edad tiene como una cultura alcohólica generalmente que le permite trasladarse por sus  propios medios o queda en una plaza o en la calle. “El  problema se presenta con jóvenes muy agresivos, que se da desde el punto de vista médico en la etapa previa al coma alcohólico”

Etapas

Lo primero que deben realizar es el diagnóstico para determinar si el problema es producto de la bebida o si el traumatismo generó otras lesiones, y pueden presentar en forma aparejada un cuadro neurológico.

Cuando llegan al hospital es porque están en coma alcohólico y tienen lesiones, en esas condiciones y con anestesia local deben aplicarles puntos, lo que representa un problema. “Les hablo con mucha paciencia, les explico que tendremos que poner anestesia para coserlos, y hay una permanente resistencia”. A otros los vendan y esperan a que estén en mejores condiciones  para tratarlos.

Otro inconveniente se da cuando deben tenerlos en observación porque en un primer momento es producto de la bebida pero después puede enmascarar un cuadro de mayor gravedad. En esos casos deben contenerlos durante 8 horas más o menos, pero no los pueden internar. Una persona  en esas condiciones podría generar serios inconvenientes en las salas donde están los otros enfermos.

En general cuando se trata de menores, los padres se hacen presentes, estos reconocen que el problema es reiterativo y confiesan que no saben o  tienen serios inconvenientes para contenerlos. Recordó la doctora que en las noches de carnaval tuvieron muchísimos casos de este tipo. “Es un tema social para abordar en forma interdisciplinaria, porque pareciese que los adolescentes no tienen límites”.

Efectos

Hay campañas sobre los efectos negativos de la ingesta de alcohol, pero todo indica que los resultados no son los esperados.

El reiterado consumo de alcohol genera  serios problemas orgánicos y en general se sabe que el  bebedor termina con un cuadro de cirrosis y otros problemas asociados, pero además si  se comienza a tomar desde muy joven y en forma rutinaria, pueden aparecer problemas neurológicos que terminan en cuadros de epilepsia, convulsiones, formas de demencia. El organismo de los más jóvenes, especialmente el hígado, no está adaptado para consumir altas cantidades de este tipo de bebidas.

 

(•) En la próxima edición abordaremos la segunda parte de este informe. Estará referida a las  causas genera este  problema consultando a distintos profesionales y funcionarios.

 

Menores

Para tener una idea de lo que representa el núcleo de chicos o jóvenes que van desde los 14 a los 18 años, consultamos a la Lic. Eleonora Bedoya, que trabaja en una de las áreas de la Dirección de Estadística y Censos de la provincia, quien informó que de acuerdo al Censo 2010 en nuestra ciudad figuran 2.805 individuos en esa franja etaria, por lo que se estima que se llegaría a mas de  3.000 en la actualidad. Representan el 8,81 % del total censado en nuestra localidad.

También es dable destacar que si bien hay una vigilancia permanente las noches, son pocos los casos en que la fuerza policial ha tenido que trasladar por estas cuestiones a menores. Según datos recabados por nuestro Semanario, desde diciembre hasta mayo no superaron las 20 personas estimativamente, las que debieron pasar por la repartición.

 

Por otra parte el artículo 10° de la Ordenanza 1120 prohíbe expresamente la venta de bebidas alcohólicas a menores, pero con el tiempo esto se ha flexibilizado y en general los comerciantes no respetan esta disposición.

 

 

Fuente: paralelo32.com.ar