El dólar soja permitió al Banco Central incrementar el ingreso de reservas y quedar cerca de alcanzar de cumplir con los objetivos acordados con el organismo de crédito.
Antes de cerrar el año, el Gobierno acelera sus últimos movimientos para cumplir con las metas del FMI. (Foto: Reuters.)
Antes de cerrar el año, el Gobierno acelera sus últimos movimientos para cumplir con las metas del FMI. (Foto: Reuters.)

A días de cerrar el 2022, el Gobierno apura sus últimos movimientos para asegurarse el cumplimiento de las metas de fin de año con el FMI. En las últimas dos jornadas, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) hizo compras récord y aceleró los movimientos para ingresar reservas, lo que dejaría más cerca de alcanzar el objetivo de los US$5000 millones acordado para el cierre de este 2022.

Impulsada por el fuerte ingreso de divisas del sector agroexportador a raíz del régimen del “dólar soja”, la entidad financiera sumó entre miércoles y jueves más de US$778 millones. Además, en el acumulado de 2022, el BCRA lleva comprados en el mercado US$5690 millones y superó las compras de 2021, cuando había alcanzado US$5524 millones.

Aunque cierra el último día de diciembre, la revisión que reflejará el balance del año recién se conocerá en marzo. En ese sentido, desde el Ministerio de Economía confían en que se llegará a la cifra pautada con el Fondo.

La implementación del dólar soja que apuntaba a comercializar cerca de 5 millones de toneladas de granos fue fundamental para que el BCRA pueda incrementar el volumen de las reservas durante este período. Este es el objetivo más complejo de alcanzar con el Gobierno.

El nuevo dólar soja se trata de un mecanismo similar al que funcionó en septiembre de este año, pero con la diferencia de que está ajustado a la inflación que hubo desde aquel momento hasta ahora: los productores acceden a un tipo de cambio diferencial de $230, cuyo esquema finaliza este sábado.

Banco Central. Foto: web
Banco Central. Foto: web

Hay que tener en cuenta que el programa con el FMI está estructurado sobre tres bases fundamentales: la reducción del déficit fiscal, la acumulación de reservas internacionales y la asistencia monetaria al Tesoro. Esos objetivos se mantendrán sin alteraciones durante el año próximo, por lo que, en su último informe, el organismo alentó las “políticas económicas más estrictas” que se adoptaron desde julio e insistió en la necesidad de cumplir con el plan trazado en los próximos meses.

El staff report del organismo señaló que para garantizar el cumplimiento del orden fiscal –que deberá retroceder del 2,5% previsto para 2022 al 1,9% en 2023– es necesaria la continuidad del esquema de quita de subsidios a las tarifas y la focalización del gasto social.

En relación con el gasto social, las autoridades del FMI destacaron la implementación de las auditorías que se están llevando adelante sobre los beneficiarios del Potenciar Trabajo, que se completará en enero de 2023, para reducir la cantidad de usuarios que lo reciben.

En esa línea, otra de las medidas que tomó el Gobierno esta semana para cumplir los objetivos del Fondo fue concretar una nueva modificación al Presupuesto 2022, con la que redujo el gasto primario en $32.804.063.467.

Esta reducción obedece a gastos autorizados que no fueron ejecutados, al ingreso de créditos externos y a la reasignación de partidas entre distintos organismos.

El presidente Alberto Fernández y sus funcionarios en una reunión con la jefa del FMI. Kristalina Georgieva. (Foto: Presidencia)
El presidente Alberto Fernández y sus funcionarios en una reunión con la jefa del FMI. Kristalina Georgieva. (Foto: Presidencia)

Hay que remarcar que la Argentina debe finalizar el 2023 con un déficit del 1,9% del PBI. Esto implicará realizar un ajuste fiscal, en año electoral, del 0,6% si es que se alcanza el objetivo de 2022 de cerrar en un 2,5%

En paralelo, el 2023 es el año con mayor pago de vencimientos según el acuerdo: US$18.382 millones entre capitales e intereses. Sin embargo, los mismos podrían ser cubiertos con US$19.000 millones que desembolsaría el FMI si finalmente se cumplen las metas.