En uno de los partidos más difíciles de jugar para Argentina, debido a que sigue latente el recuerdo de la Final de la Copa del Mundo de Brasil, Gerardo Martino tuvo su estreno deseado al mando de la Selección. En la ciudad de Düsseldorf, la «Albiceleste» brilló en ofensiva y se quedó con la victoria por 4-2. Los goles fueron convertidos por Sergio Agüero, Erik Lamela, Federico Fernández y Ángel Di María, la gran figura. En tanto, descontaron Andre Schürrle y el propio Fernández en contra cuando el desenlace estaba resuelto. 

En la primera Fecha FIFA tras la máxima cita de selecciones, argentinos y alemanes fueron protagonistas de un interesantísimo espectáculo, con situaciones de gol de sobra y emociones de principio a fin. Sin Lionel Messi por una sobrecarga muscular que lo dejó en Barcelona ni un Gonzalo Higuaín que se bajó a último momento por molestias, el elenco nacional encontró en «Fideo» todo el fútbol que le brindó explosión a su ataque, como así también en la compañía de «Coco» Lamela en el frente de ataque. 

A pesar del escaso tiempo de trabajo para el «Tata», sus dirigidos comenzaron a mostrar parte del repertorio que planea inculcar para mejorar la labor del Mundial de la mano de Alejandro Sabella. Sin esperar tanto en campo propio, decidido a buscar el arco contrario con más gente y animándose a desplegar un estilo más vistoso, la contudencia fue fundamental para simplificar el trámite de un cotejo que también incluyó sufrimiento en el fondo. Los inconvenientes defensivos fueron una constante como en el pasado y de no haber sido por algunas tapadas clave de Sergio Romero, la historia pudo ser diferente. 

En medio de la paridad reinante y el ida y vuelta dominante del cotejo, la apertura llegó a los 19′: «Fideo» Di María, autor de tres asistencias, ejecutó un centro al corazón del área que el «Kun» solamente tuvo que empujar. Y algo similar ocurrió a los 39′, mediante una combinación colectiva que finalizó con una estupenda definición de Lamela, quien abrió el pie con calidad y colgó en el ángulo para aumentar la ventaja. Así, silenciando la fiesta de los anfitriones, el juez marcó el cierre del primer período. 

En el complemento, un alivión de goles en los minutos iniciales. Tras un tiro libre pateado por Di María a los 3′, Fernández aprovechó la débil salida de Roman Weidenfeller (reemplazó a Manuel Neuer en el entretiempo) y con un cabezazo marcó el tercero. Hasta que apenas dos minutos más tarde, mediante el desorden de la zaga local y un pase preciso de Pablo Zabaleta, el nuevo jugador del Manchester United se escapó con una corrida y gritó el cuarto con una emboquillada preciosa sobre el golero. 

Los alemanes, tocados en su orgullo, reaccionaron para evitar un papelón y mandaron a la cancha a Thomas Müller y Mario Götze, quienes resultaron importantes para achicar las diferencias. Romero no lució seguro como en ocasiones anteriores y arribaron los tantos del campeón del mundo. A los 6′ de la segunda parte, Schürrle la empujó dentro del área luego de un rebote del ‘1’, mientras que a los 32′ un remate de Götze se desvió en Fernández para terminar besando la red. 

Como siempre sucede en los duelos de carácter amistoso, las modificaciones desvirtuaron el espíritu de una historia que igualmente fue sumamente favorable para Argentina y le dejará conclusiones de valor a Martino en el arranque de una Era que intentará ser exitosa. Aunque de ninguna manera se curarán las heridas por la derrota del 13 de julio en el Maracaná, Argentina logró sacarse una espina clavada, afrontó sus obligaciones con total seriedad y redondeó una performance que ilusiona de cara al futuro.