Gran repercusión tuvo lo que le ocurrió a Rosalía Delia Abelleyra, la anciana que fue salvajemente golpeada por delincuentes que ingresaron a su domicilio en Gualeguaychú, presumiblemente, durante el fin de semana. La golpearon y la maniataron, pero hasta el momento se desconoce si le robaron dinero o algún otro elemento de valor. 


Según contaron fuentes extraoficiales, la mujer fue encontrada en el baño con evidentes signos de haber sido golpeada y maniatada con precintos que tenía “encarnizados”, lo cual denotaba el tiempo que llevaba en esa situación. 
Pero además, según el diario El Día, se conoció otro dato sorprendente y espeluznante que reafirma la teoría de que Abelleyra permaneció maniatada más de 48 horas: Había dos loros en una jaula: uno muerto y el otro lo comía para sobrevivir. 
El cuadro era tétrico, pero además se sumaba la situación particular de la casa. Estaba todo revuelto, pero no por autoría de los delincuentes, sino porque la anciana vivía en una situación de precariedad, con toda la ropa dispersa por la casa y con una de las dependencias imposibles de acceder porque “había un metro de ropa”. 
Por esta particularidad, a los investigadores se les hizo imposible determinar hasta el momento si los delincuentes se llevaron algo de valor. Nadie, ni su propia familia, sabe a ciencia cierta qué tenía la mujer en su domicilio y qué es lo que falta. 
Abelleyra es una mujer de un muy buen pasar económico, viuda de un camarista del Poder Judicial en Gualeguay y propietaria de un número importante de hectáreas, que arrendaba y ella misma manejaría. Vivía sola desde hace muchos años y no tenía un contacto diario con los demás miembros de su familia, lo cual la convertía en un blanco perfecto para los delincuentes. 
Las investigaciones no tienen una dirección fija. Se analizan todas las posibilidades sobre la forma en que ingresaron los delincuentes. La mujer pudo haber conocido a sus agresores y les abrió la puerta, tal vez consiguieron una llave de la casa o ingresaron a través de la construcción del edificio lindero. La mujer tenía un andamio aéreo de la obra prácticamente en el patio de su vivienda. 
Abelleyra continúa internada en una sala común del Hospital Centenario. A pesar de que rige un secreto de sumario en la causa, se pudo saber que la fiscal Lucrecia Lizzi tuvo un diálogo corto con la mujer, pero fue poco fructífero, porque la anciana fue muy contradictoria en sus dichos.