Los carnavales 2015 hasta el momento no tienen definición, porque muchas expresiones  aun no firmaron contrato con Fullscreen, empresa que tendrá a cargo la organización de los mismos, pero en esta oportunidad a los desembolsos los realizará la Municipalidad en el marco de un aporte cultural. Los responsables de algunas  expresiones dijeron lo suyo en una mesa redonda en el canal local –Contacto Local– de la que participaron Rodolfo Padularrosa, Santiago Alvares, Cristian Hernandez y Carlos Gabirondo.

El primero de los mencionados sostuvo  que el problema fue la presentación de un proyecto de ordenanza que ingresó  en el Concejo Deliberante llamando a licitación para la organización de la fiesta. Consideran que esto demoró y no se tuvo la oportunidad de comenzar con tiempo. Ahora queda la duda con respecto al futuro. De todas maneras plantean que deben salir igual. Es uno de los que tienen cerrada la participación y han acordado con la empresa, reconoció que lo que hacen es algo tradicional, sin la complejidad que tienen las comparsas, y confirmó que han firmado contrato. Consideró además que se llega a esta instancia porque el municipio no le dio la importancia que tiene el carnaval.

Al respecto Gabirondo sostuvo que  se quedaron en medio de todo esto, el Concejo actuó bien, porque son responsables del control, pero le acercaron al cuerpo un proyecto a principios de año para que se corrijan algunos aspectos de los corsos anteriores y los concejales no dieron respuesta. Para Gabirondo se mezclaron cuestiones políticas. “Tenemos la mejor intención de salir pero a fin de año mucha  gente que participa viaja y  quedan menos días”. Consideró que hacerlo en uno o dos meses es muy poco tiempo. Como uno de los responsables de O´Brigado Batería, aseguró que debido a todas estas cuestiones no saldrán como comparsa y participarán como murga sin carroza. “Nos duele que esto ocurra pero no podemos salir con el brillo que queríamos”.

Por su parte Hernández planteó que su objetivo era mantener la categoría como comparsa, pero es difícil. Están tratando de llegar a un acuerdo, porque la falta de tiempo impide armar estructuras y deben salir a comprar materiales y reciclarlos. Lo que ofrece la organización no alcanza para la presentación de este grupo, opinó.

También Alvarez consideró que hay muchos costos y falta de tiempo, pusieron como límite el 15 de octubre y nadie los llamó. “La última vez que hablé con la empresa fue en abril y ahora recién nos llamaron el miércoles pasado”, sostuvo. En consecuencia, resolvieron el tema fusionándose  con otras tres carrozas show (4 en total) para poder salir. Explicó que era la única forma de poder participar.

Espectáculo o popular

Con respecto al perfil del carnaval, Gabirondo sostuvo que pueden convivir la condición de popular con un buen espectáculo pero tiene que haber un proyecto. También sostuvo que el nivel bajará indefectiblemente.

Todos coincidieron en que hay que volver a la competencia con premios y disputar los espacios, pero con un fuerte respaldo del municipio, como organizador y promotor del corso oficial.  En particular Hernandez destacó el buen nivel que lograron las expresiones a través de los años porque han  crecido. El objetivo es seguir creciendo y no que tengan límites como ocurre este año. Finalmente, también coincidió que habrá menos nivel.

Para Alvarez la pérdida de la competencia dejó a los que participan sin incentivos, se nota poco interés entre los responsables de la organización. Presentaron un proyecto para que el municipio destine el 1,5 % del Presupuesto para el carnaval pero no tuvieron éxito. Todos coincidieron que esto ocurrió porque hubo responsabilidad de todas las partes.

Organización

Las coincidencias fueron varias, entre otras cosas opinaron que la organización también puede ser llevada a cabo por ellos, pero trabajando todo el año, por otra parte algunos plantearon que hubo antecedentes de sectores privados que no tuvieron buenos resultados, porque quedaron pérdidas que se tuvieron que asumir. Todos sostuvieron que es imposible hacerlo sin el apoyo del municipio. Se haga como se haga, la fiesta genera pérdidas, a menos que se quieran sacrificar los precios populares de las entradas, y en consecuencia hace falta un espónsor muy fuerte o el respaldo municipal. Hace muchos años atrás, con voluntad y unos pocos pesos se armaban carrozas y se formaban  grupos que podían hacerlo gracias al aporte de comercios, gente que colaboraba en forma desinteresada y auspiciantes. Ahora todo es plata, el alquiler de galpones (8 a 9 mil pesos), mantenimiento de grupos electrógenos, los insumos son carísimos, “un kilo de plumas cuesta 9 mil pesos”, fue un dato que aportó Alvarez.

De todas maneras cuando quedan excedentes se compran elementos que quedan para el año entrante, sostuvo Gabirondo, quien reiteró que los apoyos publicitarios no existen y las empresas no aportan nada al carnaval, como sí lo hacían hace años. “El carnaval ya no es el de antes”. Los participantes no cobran y solamente se les retribuye con un asado de festejo al final de la fiesta.