Se presentó el operativo Felices Fiestas, en el marco del cual 200 efectivos patrullarán el área céntrica. Se detienen 4 delincuentes por día.

0022320617

Los comerciantes del centro rosarino están conformes con el operativo policial que derivó en cuatro detenciones de mecheras al día. Al margen de los esfuerzos en tener controlado este sector de la ciudad de cara a las fiestas, los empresarios pidieron una solución «de fondo» a lo que resta del año con un aumento en las penas para reincidentes. «Se requiere una solución política que venga de la Legislatura», advirtieron voceros del sector.

Ayer, se brindaron detalles del operativo Felices Fiestas por parte de las autoridades policiales. Hasta el día de Reyes, las peatonales Córdoba y San Martín, y calles céntricas estarán custodiadas por unos doscientos policías.

El subjefe de la Unidad Regional II, Claudio Romano, reveló hoy que el principal delito que se produce en el microcentro, particularmente en negocios de las peatonales, es el robo cometido por mecheras.

Y en tal sentido, puntualizó que se detienen a unas cuatro de ellas al día. Justamente, el titular de la Asociación Amigos de la Peatonal Córdoba, Nelson Graells, reconoció que los resultados son palpables y corresponden a una serie de reuniones con autoridades provinciales.

El comerciante recordó que el mes pasado las entidades del sector mantuvieron encuentros con la policía, el Ministerio de Seguridad y hasta con el gobernador Miguel Lifschitz.

«Nos pusieron refuerzos extra, incluso se han hecho allanamientos después de seguimientos de la Policía de Investigaciones (PDI), con personas detenidas. Estamos mejor que hace dos meses, porque la situación era insoportable», comparó Graells para graficar: «Robaban de un local y se metían en otro al lado. Tienen toda una logística. Son seis personas con criaturas que ingresan en un local y te hacen un desastre».

Otro de los referentes del centro, Francisco Benzi, advirtió que las mecheras generan fuertes consecuencias en locales de mucho metraje, con gran espacio. «Entran cuatro y, mediante la distracción a las empleadas, van al fondo te llevan mercadería. En general, son negocios de ropa o telefonía celular».

Tanto Benzi como Graells ponderaron el operativo policial y remarcaron que debe sostenerse en los últimos días de venta «fuerte» antes de fin de año. La semana entrante será un termómetro paradigmático para confirmar si el control y la seguridad empujan las ventas.

Ambos, pusieron en agenda el fondo de la cuestión en torno a las mecheras. «La PDI hace un trabajo estratégico, pero al otro día las ladronas vuelven a la calle. Es un cansancio, un desgaste para la policía. Los fiscales con quienes también nos reunimos nos dicen que pueden detenerlas un tiempo; por eso el tema legislativo debería ser abordado; al menos que sean más duros con la reincidencia», apuntó Graells.Benzi hizo su aporte. «La mechera entra un rato a la comisaría y sale casi de inmediato. El tema no se puede resolver sin una ley de reincidencia con penas más duras. Lo tiene que solucionar la política, no la policía».

Graells avaló los dichos de su colega comerciante. «Están detenidas no más de 12 horas. Pero si la sanción fuera más dura, quizás lo pensarían un poco más. De lo contrario, no se puede tener afectada a la policía todo el año por este problema».

La logística de las mecheras, además de acudir en forma numerosa a un local, incluye una protección en la calle. Toda una organización, con caras conocidas y delitos que se repiten.

Lo cierto es que, a partir de ahora y hasta el Día de Reyes, los efectivos caminantes con chalecos flúo prometen convertirse en parte de la postal de las fiestas.

«Este operativo se implementa todos los años. Ya tenemos experiencia. Estamos en contacto permanente con los comerciantes porque ellos conocen mejor el movimiento y el trabajo de la gente que comete delitos. Y nosotros nos nutrimos de esa información», remarcó el subjefe de Unidad Regional II.

Hace un mes y medio, comerciantes de calle San Luis denunciaron «bandas organizadas de mecheras» que generaban en este histórico corredor comercial «verdaderos saqueos organizados de mercadería». Desde el sector, se hizo referencia a grupos de hasta 12 personas con niños como ardid para cometer delitos «con impunidad» y generando fuertes pérdidas económicas a locales.