El martes, en Paraguay, se resolverá qué pasará con el River-Boca. Desde jugar el partido en los Estados Unidos hasta que le den el título a los xeneizes, las opciones que se manejan.
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Todavía no está claro qué va a pasar con la Superfinal de la Copa Libertadores. Tanta desinformación hay en torno al partido entre River Boca que dio paso a que salgan a la luz decenas de versiones, muchas de las cuales deberán esperar a la reunión del martes para saber cuán reales son.

La disputa entre ambos clubes, con la Conmebol de por medio, escaló a niveles tan altos que en las últimas horas se desató una batalla en la que ninguno quiere retroceder ni siquiera un centímetro.

Tras los incidentes del sábado en el Monumental, y luego de que el domingo se volviera a postergar la vuelta de la Superfinal, la Confederación Sudamericana de Fútbol resolvió que el martes a las 10 de la mañana, en Asunción, Paraguay, los presidentes de las dos instituciones se reunirán con Alejandro Domínguez, mandamás de la Conmebol, para resolver los pasos a seguir. En esa cumbre quedará establecido el futuro de uno de los partidos más importantes de la historia.

La nueva fecha de la final será analizada y decidida en una reunión en Asunción el martes 27 a las 10 de la mañana con los presidentes de los clubes finalistas, Boca Juniors y River Plate.

 Domínguez, a todo esto, definió que la reunión sea en Paraguay, donde está la sede de la confederación. Aunque el directivo se encuentra en la Argentina, al igual que Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, se confirmó que habrá que esperar hasta el martes para que haya una decisión oficial. Tanto Boca como River viajarían con abogados especialistas para ganar todo el terreno posible.

Esta demora en la definición desató una enorme cantidad de rumores que dominan el escenario. La primera posibilidad, y tal vez la que por estas horas tiene más fuerza, es la de que se establezca una nueva fecha para el partido (que podría ser el 8, 11 o 12 de diciembre), en la cancha de River y con público local.

Con el G-20 a punto de comenzar no podría disputarse antes. También hay algunas variantes, que van desde que se juegue a puertas cerradas a que se lleve a un estadio neutral. En ese caso, River debería regresar el valor de las entradas a sus simpatizantes.

CUMBRE. El futuro de la Superfinal se conocerá  el martes.
CUMBRE. El futuro de la Superfinal se conocerá el martes.

Boca, mientras tanto, hará todo lo posible para que River sea sancionado. Incluso los directivos buscarán ganar la Copa Libertadores en el «escritorio». De todos modos, y aunque desde el punto de vista del reglamento de la Conmebol hay algunos puntos que favorecen al Xeneize, el pedido no avanzaría de manera tan sencilla.

Dentro de las alternativas descabelladas surgió que la Superfinal se juegue en otro país. Incluso algunos aseguraron que el histórico duelo se mude a Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, donde se disputará el Mundial de Clubes. También un grupo empresario, que se haría cargo de todos los gastos, planea hacer un ofrecimiento para llevar el partido a Miami.

Recién el martes, en Paraguay, se terminarán las dudas. A partir de ahí ya no habrá más lugar para rumores. Ahora, parece, vale todo.

Los integrantes del jurado de Conmebol que analizarán el reclamo de Boca

El Tribunal de Disciplina de la Conmebol tiene en sus manos el futuro de la Superfinal de la Copa Libertadores. Un jurado compuesto por cinco miembros, de los cuales podrán votar cuatro porque uno de ellos es argentino, deberán analizar el reclamo que elevó Boca luego del ataque sufrido antes de ingresar al Monumental y determinar si River tiene que ser sancionado.

De forma paralela a la reunión del martes que tendrán Daniel Angelici, Rodolfo D’Onofrio y Alejandro Domínguez (presidente de la Conmebol) en Asunción, Paraguay, el Tribunal deberá definir qué hace en cuanto a la solicitud del Xeneize, que pretende que le den la final por ganada debido a la agresión que sufrió el plantel el sábado.

En la cumbre entre ambos clubes, mientras tanto, lo que se establecerá es una nueva fecha para jugar la vuelta de la Copa Libertadores, siempre y cuando la sanción a River no implique su eliminación directa, algo que, por el momento, resulta muy complejo.

Son los que definirán el futuro del River-Boca.
Son los que definirán el futuro del River-Boca.

El Tribunal de Disciplina está integrado por cinco personas, pero, al fin de cuentas, cuatro están en condiciones de votar. Diego Carlos Hernán Pirota, argentino y de estrecha relación con Boca, no podrá participar.

De esta manera, de los cuatro disponibles, se sortearán a tres para que tomen la resolución final. El presidente del Tribunal es Eduardo Gross Brown, abogado paraguayo de mucha experiencia en la Conmebol y uno de los que participó de la eliminación a Boca en 2015 por el caso del «gas pimienta».

A él se suman abogada venezolana Amarilis Belisario, el brasileño Antonio Carlos Meccia y el chileno Cristóbal Valdés. Los últimos dos se sumaron a la Conmebol durante este año.