Dormir profundamente es sinónimo de salud y bienestar. Puede pensarse como un derecho adquirido de las personas, aunque no siempre sucede así. Y es que el insomnio –la imposibilidad de conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche– afecta aproximadamente a un tercio de la población.

El ‘insomnio’ puede presentarse de diferentes formas:

-Insomnio primario no tiene una causa evidente y tampoco está asociado a un cuadro médico o psiquiátrico. La edad, el sexo femenino, la genética y ciertos factores psicológicos «predisponen» a que determinadas personas desarrollen insomnio cuando aparece un factor de estrés.

-Insomnio secundario o comórbido: aparece como consecuencia de algo o dentro de otros problemas médicos o psiquiátricos.

En diálogo con Infobae, Mirta Ana Averbuch, jefa de la Unidad de Medicina del Sueño de la Fundación Favaloro y directora de Sommos, explica que los insomnes tienen imposibilidad de dormir tanto de día como de noche. Esta situación es considerada un estado de hiperalerta o trastorno que dura las 24 horas del día.

Dice Mirta Ana Averbuch: «Cuando se vuelve crónico -más de 6 meses de padecimiento, por lo menos 5 días a la semana- se transforma en una enfermedad con autonomía propia y con consecuencias importantes para la salud».

Indicadores del insomnio

Hay una serie de sensaciones y conductas que darán la pauta en caso de que se esté con algún tipo de trastorno del sueño. Lo importante es reconocer esas señales de alerta.

-Tardar más de 30 minutos en conciliar el sueño

-Despertarse a media noche y no volver a conciliar el sueño o en su defecto, despertarse varias veces en la noche.

-Sensación de sueño no reparador

-Sueño demasiado breve, con muchos despertares, de mala calidad o una combinación de todas.

CUANDO EL INSOMNIO SE VUELVE CRÓNICO, ES HORA DE REALIZAR UNA CONSULTA MÉDICA

Actualmente, los especialistas en medicina del sueño cuentan con recursos terapéuticos que son efectivos y solucionan el problema en un lapso breve de tiempo. Los tratamientos actuales, dice Averbuch, están dirigidos a romper el círculo vicioso que autoperpetúa el insomnio y que lo vuelve crónico. Se basa en 3 pilares:

-Educación: promover hábitos de sueño adecuados

-Técnicas cognitivo-comportamentales y de relajación

-Medicación adecuada, cuando es necesario. Los hipnóticos sedativos actúan sólo sobre el «síntoma» sin modificar ni actuar sobre los mecanismos que perpetúan el insomnio. Por lo tanto siempre deben acompañarse de otras técnicas.

La jefa de la Unidad de Medicina del Sueño explica que de no tratarlo, las consecuencias van desde la disminución en la calidad del trabajo y el nivel de atención, menor actividad social, tendencia a aislarse, hasta el aumento de la aparición de depresión, ansiedad y otro tipo de enfermedades.

El insomnio en números

Un análisis realizado por el Departamento de Psiquiatría del Hospital Shatin,The Chinese University of Hong Kong, Hong Kong SAR y el Instituto Provincial de Salud Mental de Guang Dong, indica que las mujeres tienen una mayor predisposición a sufrir esta enfermedad. A pesar de eso, se necesitan más estudios que examinen los diferentes elementos que influyen y contribuyen con esta tendencia, como tener horarios laborales irregulares, menor estatus socioeconómico, más de 50 años, ser viudo/a o divorciado/a o poseer alguna enfermedad médica o psiquiátrica.

Averbuch aclara que el sexo femenino tiene un 1,5% más de probabilidades de padecerlo, predisposición que va en aumento luego de la menopausia.

Consejos para conciliar el sueño

-No consumir bebidas que contengan cafeína después de las 18.

-No consumir alcohol o tabaco

-El dormitorio debe ser confortable. Tiene que estar aislado de ruidos y de la luz

-Tener una rutina relajante antes de dormir

-Si no se logra conciliar el sueño luego de 20 minutos, se sugiere levantarse de la cama, leer o escuchar música y volver cuando el sueño regrese.

-No mirar el reloj despertador por la noche o girarlo para que no ilumine

-Acostarse y levantarse a la misma hora.

-Cenar liviano y no tomar mucho líquido antes de ir a dormir

-Realizar actividad física por la mañana y evitar ejercicios intensos luego de las 18