Una investigación de la Justicia federal de Entre Ríos finalizó con allanamientos y la desarticulación de una secta, cuando sus líderes buscaban fugarse a Europa. En los operativos fueron rescatados menores de edad. Los arrestados prometían la bendición de Dios, pero en realidad se dedicaban a explotar y reducir a la servidumbre a personas en situación de vulnerabilidad.La secta «religiosa» que fue desbaratada en las últimas horas tras varios meses de investigación, era conocida como la de «los porteños». Se trata de un matrimonio oriundo de la zona sur del conurbano bonaerense que fue detenido en el Aeropuerto de Ezeiza cuando intentaban irse del país rumbo a España. Cuando los aprehendieron, les secuestraron divisas extranjeras.Los sospechosos venían siendo investigados desde hace más de tres meses por el Juzgado Federal de Concordia, a cargo de Analía Ramponi, junto con la Fiscalía Federal encabezada por Josefina Minatta. Tras la detención, el operativo se aceleró.

En las primeras horas de esta madrugada, con los cabecillas ya bajo custodia, la Gendarmería Nacional irrumpió en tres domicilios ubicados en la ciudad de Concordia. En un campo ubicado en El Redomón, un paraje recóndito de menos de mil habitantes, fueron rescatadas doce víctimas, incluyendo mujeres y menores de edad.

«Es una investigación iniciada hace algunos meses, a raíz de una denuncia en la línea 145, donde se hacen demandas de trata de personas. El papá de una de las víctimas dijo que su hija estaba reducida a la esclavitud. Así fue como se comunicaron conmigo, ubicamos el lugar, formalizamos la denuncia para la intervención de la jueza y ayer vimos con sorpresa cómo esta gente buscaba escapar», indicaron.

Los arrestados, se presume, intentaban fugarse: «No llevaban celulares y tenían una suma importante de divisas. Logramos detenerlos antes de que quedaran impunes. Fue posible gracias al trabajo articulado con Gendarmería y Migraciones. Es preciso manejarse con todos los organismos en estos casos».

En total, se rescataron a ocho personas: «Algunas de Entre Ríos y otras de Buenos Aires. Es importante remarcar que sabíamos que algunas personas eran enviadas a España, lo cual habla del carácter transnacional de esta organización».

La fiscal Federal dijo que las sectas «religiosas» son una nueva forma de someter a las personas para que hagan trabajo esclavo: «No podían tener sus propios celulares ni documentación. Es una privación de la libertad sutil, porque no se dan cuenta de su condición. Hay un trabajo psicológico, se les hace creer que les están haciendo bien y son mano de obra barata, en este caso con ferias y recolección de diezmos para esta gente».

Los tres arrestados serán imputados por «trata de personas con fines de explotación laboral».