El juez responsabilizó por los homicidios de Hilda Castañeda y Juan Manuel Cuenca, a la occisa María Rosa Brambilla. La investigación permitió dilucidar los propósitos de la mujer en torno a un trío amoroso y una herencia en disputa.

Todo comenzó pasadas las 02:30 del domingo 21 de abril del año 2013, con el incendio de una vivienda ubicada en calle 9 de Julio 571. Allí comenzó el trabajo de investigación para esclarecer el posible homicidio de Juan Manuel Cuenca (64), jubilado de Prefectura; y la señora Hilda Castañeda (55). Recordemos que María Rosa Brambilla falleció días después a consecuencia de las quemaduras (más del 50 % de su cuerpo) y una puñalada recibida a la altura del pecho. 

Los efectivos policiales de la Jefatura Departamental Victoria abocados a la tarea, en conjunto con el Juez de Instrucción, iniciaron la investigación en base a los dichos de la única sobreviviente, la esposa de Cuenca, doña Rosa Brambilla (50), quien se supo extraoficialmente, habría manifestado a su rescatista haber reconocido la voz de su sobrino Claudio Vera entre los autores del hecho, versión que se comprobó falsa. 

La Resolución del Juez 

La extensa resolución del Juez de Transición y Garantías, doctor Alejandro Calleja, comienza indicando la valoración de las pruebas colectadas en el lugar de los hechos, el análisis de los cientos de declaraciones testimoniales recibidas en tribunales y el resultado de las pericias técnicas realizadas, que conforman las primeras 100 páginas de la Resolución. 

Entre las declaraciones se destaca la de la hija de María Rosa Brambilla, Lorena, que manifiesta que el día sábado por la tarde (víspera de la tragedia) su madre le llevó a su casa una bolsa con escrituras, recibos pagos, mensuras, entre otras cosas, sobre lo que le explica que lo hace porque tenía miedo de que le pasara algo. 

La mujer indica que su mamá se manifestaba permanentemente preocupada por la relación que tenía con su tía, por la venta de unos terrenos en los que había intervenido Cuenca y terminó con muchos problemas. 

La hija de Brambilla, en su declaración, indica también que aproximadamente a las 01.40 horas del domingo, recibe un mensaje de texto desde el celular de su madre, donde le indica que debajo de una maseta, dentro de una bolsa, le dejaba las pólizas de seguro de Juan (Cuenca), ya que la parte que le correspondería a ella, era suya por ser su hija y debían repartirlo con los cinco hijos de éste. El mensaje termina diciéndole que la quiere, que se cuide y se asesore. 

Por su parte uno de los hijos de Cuenca también se refirió a diversas situaciones, vinculadas con la convivencia de Castañeda junto a su padre y María Rosa, y con la causa judicial por unos terrenos, que terminó en una Probation para Cuenca. 

El joven indicó además que después de aquel hecho su padre había quedado muy mal y sugestionado, indicando permanentemente que “me van a acabar”, que la cosa no quedaría así, entre otras expresiones de temor. Que a partir de ese momento Cuenca había abandonado su vida social y solo concurría al Casino, donde se sentía seguro por las cámaras de seguridad del lugar y vivía asustado. Parte de su relato se basó en cómo fue creciendo en su padre la psicosis o el temor a ser muerto, vinculado también a unas amenazas anómimas manuscritas (que las pericias verificaron como originadas dentro de la misma casa). Le llamó la atención verlo muy decaído y desarreglado en los días previos a la tragedia e hizo referencia también a un intento de suicidio de la señora Brambilla, que su padre habría evitado. 

Primeras conclusiones del informe autópsico 

Dentro de la resolución del Magistrado se incorporan las primeras conclusiones de las autopsias realizadas a las dos primeras víctimas y el informe médico de la hasta ese momento única sobreviviente del caso. 

Sobre la muerte de Hilda de los Ángeles Castañeda, el mismo establece como diagnóstico médico legal que su muerte se produjo por «hemorragia masiva debido a lesión corto penetrante causada por arma blanca en el ventrículo izquierdo». 

En relación a la autopsia practicada la cuerpo de Juan Manuel Cuenca se estableció que el mismo falleció por «asfixia por monóxido de carbono secundario a la acción de fuego directo». 

En la declaración, uno de los profesionales que intervino en las autopsias marcó diferencias en ambos casos, con respecto a la exposición de los mismos a la acción del fuego, indicando que Castañeda tuvo mayor tiempo de exposición con relación a Cuenca, y que dicha exposición tuvo lugar luego de ocurrida la muerte. 

En relación a las heridas de arma blanca que presentaba el cuerpo de Cuenca, el profesional aclara que las dos lesiones fueron provocadas por un elemento de un filo (cuchillo) y cuyas consecuencias no fueron de gravedad. Estando ubicadas en la cara anterior del abdomen, una a la derecha y otra a la izquierda en la línea media. 

La manera más probable de producción de la lesión que tiene en el lado derecho del abdomen, según las pericias, sería que el victimario esté ubicado por detrás de la víctima. La misma posición se condice en la producción en la lesión del lado izquierdo. Existe un alto grado de compatibilidad entre el mecanismo de producción de las heridas cortantes descriptas. 

En el cuerpo de Cuenca también se constatan dos pequeñas subfusiones hemáticas (derrames sanguíneos) del lado derecho del cuello, que podrían indicar una acción de sujeción a nivel del cuello que pudo haber sido manual o con el antebrazo y provocando un principio de asfixia y pérdida de conciencia. 

En tanto que las heridas de arma blanca en el cadáver de Castañeda, indican que la izquierda fue la que produjo la muerte luego de cortar el ventrículo derecho y ventrículo izquierdo, generando un sangrado masivo que desencadenó en la muerte, demostrando una clara intención homicida. Mientras que la lesión derecha no produjo mayores consecuencias. Las características son altamente compatibles a que hayan sido provocadas por la misma arma. 

Sobre las lesiones que presentaba la señora Brambilla, el profesional indicó que pudieron ser autoinflingidas. 

Valoración de la causa 

La primera resolución indicada por el Juez, luego de la valoración de las pruebas colectadas, fue la de “sobreseer” definitivamente a Claudio Germán Vera (residente en Buenos Aires), conforme lo dispuesto por el Código Procesal Penal. 

Esta decisión deja en claro que el magistrado descarta totalmente la acusación que contra el realizara en distintas oportunidades la señora Brambilla antes de perder la conciencia. 

La valoración de las pruebas presentadas por Vera le permitieron al doctor Calleja “concluir sin lugar a ningún tipo de dudas que María Rosa Brambilla no sólo mintió flagrantemente cuando esa tarde del día sábado 20 de Abril de 2013 le manifestó que cuando andaban haciendo compras lo vieron al Claudio con dos negros o dos tipos que andan con él. También al salir del lugar que se estaba incendiando y recibir los primeros auxilios hasta la llegada de la ambulancia para su traslado al hospital, al decirle a casi todas las personas que con las que pudo hablar que uno de los encapuchados que supuestamente había cometido el hecho, era su sobrino Claudio Germán Vera”. 

En este punto el Juez indica además que queda en evidencia, “en primer lugar, desde mi punto de vista, que Cuenca no identificaba claramente a Vera, y en consecuencia que las supuestas apariciones del mismo en esta ciudad eran inventadas por Brambilla para sugestionar y asustar a su deprimido y obsesionado esposo, a quien dominaba intelectualmente, conforme se colige de la autopsia psicológico-psiquiátrica de ambas personas, o por el contrario, que Cuenca lo individualizaba perfectamente, pero participaba de la mentira de su esposa”. 

Otro elemento desincriminador de Vera, está relacionado al escrito anónimo de amenazas que fuera analizado por pericias caligráficas realizadas no solo al incriminado, sino a otros miembros de su familia. El juez indica que con estas pericias caligráficas “no sólo se descartó que alguno de ellos hubiera efectuado de puño y letra las expresiones de contenido intimidante, sino que por otra parte demuestra que todo esto ha sido un macabro y terrorífico invento de Delia María Rosa Brambilla, al cotejarse dicho panfleto anónimo y tres cuadernos manuscritos que constituyen diarios íntimos pertenecientes a la misma secuestrados en el lugar del hecho”. 

Asimismo y de manera indirecta, otro elemento de importancia surge al poder corroborar que Vera fue “elegido” previamente por Brambilla, para acusarlo de los homicidios y eventual suicidio que ella planeaba, para lo cual aprovechó el conflicto entre la Madre de Vera y Cuenca, generando un estado de psicosis en su marido y teatralizando ante algunos familiares y amigos un temor a Vera, que en realidad ella no sentía y era ficticio. Esto surge de la autopsia psicológica realizada por la Psicóloga María Barbagelata, luego de analizar los cuadernos íntimos de Brambilla, expresando que en ellos nunca hace mención a Vera como posible victimario y en cambio señala otros nombres y apodos, por lo que se supone que si hubiese tenido ideas de tipo persecutoria las habría expresado en estos cuadernos. 

La última pieza del rompecabezas 

Esta parte de la resolución del doctor Calleja, podríamos definirla como la última pieza del rompecabezas, que Paralelo 32 planteó en aquella edición de abril del 2013. 

Dice el Juez que en base al importante caudal probatorio colectado en esta causa, como también en la investigación paralela de la causa “Banchero, Lorena María; Aguilar, José María – Uso de Documento Falso en grado de autor y de cómplice secundario”, esto le permite “afirmar sin hesitación alguna que quien aparece a esta instancia como única y responsable protagonista de los homicidios de Hilda de los Ángeles Castañeda y Juan Manuel Cuenca, resulta ser la occisa María Rosa Brambilla”. 
Tras una minuciosa descripción sobre las relaciones del trío que falleció aquella noche, los propósitos de Brambilla, y la personalidad de cada uno de los habitantes de la casa, el Juez aclara que a pesar de la contundencia de las pruebas que indican de manera indubitable la responsabilidad y autoría de Brambilla en el suceso, no se descarta la posible participación de alguna tercera persona en colaboración con esta. Dado que aún persisten algunos interrogantes al respecto, que hasta ahora no han podido ser develados de manera definitiva y que permitan afirmar o descartar esta hipótesis. Fuente: Paralelo 32