sociedad italiana

Se inaugura el edificio de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos en Victoria (15 de agosto de 1876).
El 20 de mayo de 1863, durante la Gobernación de Entre Ríos del General Don Justo José de Urquiza, se fundó, en la ciudad de Victoria, la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, siendo su primer Presidente el Señor Don Próspero Marciani.
Más tarde, se conforma una “Comisión Ejecutiva”, integrada por los Señores y Doctores “Don Nicolás Elena, Don Joaquín Róvere, Don Miguel Affranchino, Don Juan B. Figari, Don Domingo Balbi y Don Antonio Mundani”, para construir el edificio de la institución.
En 1872 se inicia la compra de los terrenos y se contrató al Arquitecto Don Luiggi Cessarego, para su construcción.
Finalmente, el 15 de agosto de 1876, durante la Gobernación de Entre Ríos del Doctor Don Ramón Febre y la Presidencia Municipal del Señor Don Fernando Lignan (o Liñán), se inauguró el bello edificio.
La Historiadora Doña María del Carmen Murature de Badaracco, en su libro “Historia de la Matanza-Victoria”, ha expresado que la construcción está levantada “en los terrenos que pertenecían al Señor Don Luis Anadón. Es de estilo Renacimiento. Tiene forma de H. Se accede al mismo pasando un atrio. Una corta escalinata da al peristilo sostenido por cuatro columnas romanas que rematan con un capitel de hojas de acanto. A ambos lados del peristilo una habitación y en el centro la puerta de acceso a la sala principal que tiene en su extremo dos habitaciones laterales simétricas a las primeras. En ellas, a cada lado del salón, queda una loggia (o patio). Uno da sobre la calle 9 de julio, el otro al interior.
Todo el contorno del edificio tiene un friso de folículos, pájaros y efigies. El peristilo culmina con un frontispicio triangular.
En sus ángulos hay tres estatuas de mármol de por lo menos 1,50 metros. En el centro la Caridad, mujer que sostiene en uno de sus brazos a un niño y con el otro protege al que camina asido a los pliegues de su falda. A la izquierda, una figura de mujer esgrime en su mano derecha una espada que se pierde en los pliegues de su túnica. Representa la Justicia. La de la derecha, la Ley, apoya su mano en actitud de descanso sobre una columna trunca.
Las puertas y ventanas son rectangulares, amplias, tal como corresponde al estilo. Las rejas son muy trabajadas. Una verja de hierro separa el atrio de la calle.
A ambos lados de la puerta principal, en dos hornacinas, los bustos de Víctor Manuel II y Giuseppe Garibaldi. Magníficos bustos de mármol de carrara de una sola pieza, que confieren al peristilo un sentido de magnificencia y belleza sin par”.

Colaboración: Profesor Damián D. Reggiardo Castro