La iniciativa fue diseñada por el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, a pedido del titular del bloque del FdT, Máxímo Kirchner y propone cobrar, por única vez, un impuesto a los patrimonios que superen los 200 millones de pesos.

El Frente de Todos está ultimando los detalles del proyecto que presentará en junio en la Cámara de Diputados para crear un impuesto a las grandes fortunas, mientras avanza en las negociaciones con los bloques opositores para conseguir los respaldos para sancionar esta iniciativa.

El proyecto

El proyecto diseñado por el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, a pedido del titular del bloque del FdT, Máxímo Kirchner, propone cobrar, por única vez, un impuesto a los patrimonios que superen los 200 millones de pesos, a fin de recaudar el equivalente a 3.000 millones de dólares.

De acuerdo a esa iniciativa las personas que tengan más de esa cifra pagarán una tasa del 2% y ese porcentaje será progresivo, con un tope del 3,5%. Se tomará como base los bienes personales declarados hasta marzo de este año, según lo que dejaron trascender fuentes parlamentarias.

La intención del oficialismo es reforzar la recaudación, que tuvo una fuerte caída por la crisis que tiene la actividad económica a raíz de la pandemia de coronavirus, y contar con los recursos para atender la emergencia sanitaria y económica.

Fuentes del oficialismo señalaron que en junio se presentará el proyecto, pero están esperando que se estabilicen el funcionamiento virtual y las firmas digitales. Mientras, avanzan en la búsqueda de acuerdos con fuerzas de la oposición.

En busca de un acuerdo

Los acuerdos políticos son centrales para la bancada que conduce Kirchner para poder aprobar la iniciativa, ya que se requiere una mayoría absoluta -129 votos positivos- y con la actual paridad que tiene la Cámara baja el oficialismo solo se puede alcanzar ese número con el apoyo de bancadas opositoras.

El FdT tiene 119 integrantes -pero un voto menos por la licencia de José de Mendiguren- con lo cual necesita once votos para alcanzar el piso exigido para debatir la creación de un impuesto, que es una de las materias vedadas para los DNU.

Por ese motivo, la bancada oficialista tiene la mirada puesta en enhebrar acuerdos con los dos interbloques provinciales, la izquierda -que tiene dos integrantes y ya presentó un proyecto sobre el impuesto a la riqueza-, y la diputada del Movimiento Popular Neuquino Alma Sapag.

El interbloque Federal para el Desarrollo -integrado por ex macristas y bloques provinciales- y el interbloque Federal -conformado por el lavagnista Consenso Federal, cordobeses y peronistas-, tienen 19 miembros, por lo cual su respaldo es central para la sanción del proyecto.

En el FdT no descartan que los legisladores que responden a gobernadores de Juntos por el Cambio (bancada que en total tiene 116 votos) puedan acompañar el proyecto. Allí tendrán influencia las negociaciones sobre como se hará la distribución de los recursos que se generen por este tributo.

De hecho, la tratativa central está planteada en como se distribuirán esos recursos que en principio solo estaban destinados a salud y desarrollo social, pero que desde la oposición quieren que se destine un porcentaje a apuntalar las pymes y el crecimiento productivo.

Otro tema clave es como afrontar una sesión con un proyecto de estas características, ya que hasta ahora solo se han tratado iniciativas consensuadas y muchos diputados de la oposición creen que en este caso se deberán buscar las alternativas para concretar una sesión presencial.