Los dirigidos por Prigioni cayeron ante los centroamericanos y por una serie de resultados negativos, se queda sin poder disputar la próxima Copa del Mundo

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Argentina se quedó afuera del mundial de básquetbol por primera vez en cuatro décadas; Campazzo no puede creerlo

 

MAR DEL PLATA.– Decepción, frustración y amargura. En los hinchas, pero en los jugadores por sobre todas las cosas, que aún así se retiraron aplaudidos. El seleccionado argentino de básquetbol cayó en la noche del domingo ante República Dominicana por 79 a 75, después de estar 17 puntos arriba en la cuenta (61-44, a 2m25s del final del tercer cuarto), en la última fecha de las eliminatorias para la Copa del Mundo de Filipinas, Japón e Indonesia, y no pudo alcanzar el objetivo. La tristeza se da en un momento en el que el equipo de Prigioni parecía encaminar en su rumbo y no sólo por el objetivo en sí. También por el costado más humano que tiene cada jugador: el compromiso, el sentido de pertenencia y la unión de este grupo. Sin embargo, el último campeón de América, el subcampeón mundial vigente, no podrá estar presente en una Copa del Mundo tras poco más de 40 años.

La misión no pudo ser cumplida. Argentina quedó ubicado en el cuarto lugar del grupo E, pero Brasil, que derrotó a Estados Unidos, quedó mejor ubicado en esa posición por la diferencia de puntos a favor. Además, los triunfos de México sobre Uruguay por 82 a 69; la victoria de Puerto Rico a Colombia por 87 a 80 y el triunfo de Brasil ante Estados Unidos 83 a 76, sacaron a la Argentina de la posibilidad de jugar el certamen del lejano oriente. Hacía falta una combinación de varios resultados para que los albicelestes se quedaran afuera… y se dieron todos esos resultados.

Gabriel Deck jugó un gran partido, pero su producción no alcanzó
Gabriel Deck jugó un gran partido, pero su producción no alcanzó. Mauro Rizzi

Jean Montero, jugador de los centroamericanos, fue la figura del partido. El alero de la visita anotó 22 puntos y una valoración de +21. Su gran juego fue acompañado por Ángel Suero, con 13 unidades, y Andrés Feliz, con 10. Los dirigidos por Néstor “Che” García –ex entrenador de nuestro seleccionado–, que festejó de manera alocada en el rectángulo del Polideportivo Islas Malvinas con sus jugadores y fue levantado en andas, jugarán el Mundial.

Decepción y frustración para este plantel que cuenta con un líder ideal para este momento. Pablo Prigioni es el entrenador y la cabeza de un equipo que crece sobre las mismas raíces que el ex basquetbolista llevó hacia adelante en una carrera exitosa. La Generación Dorada fue donde comenzó todo, pero a pesar de este traspié, la tarea continúa. Y este maestro, que fue parte de lo que formaron Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni y muchos más, tiene ahora a los herederos, que también compartieron momentos con aquella camada que dejó un legado inmortal.

Cumplieron consagrándose campeones de la Americup 2022. Pero por cuestiones del básquetbol, la clasificación al Mundial, que se jugará en el lejano oriente entre el 25 de agosto y el 10 de septiembre, no pudo concretarse. “Nos acostumbramos en los últimos 20 años a que la Argentina esté en los Mundiales y hoy vemos lo difícil que es clasificarse”, decía Marcos Delía en la previa al duelo con los dominicanos. El joven y experimentado pivot del equipo tiene en sus espaldas dos Juegos Olímpicos y dos Mundiales, y quizá en 2027 disponga de una revancha.

El futuro, pese a este tremendo golpazo que dejó llorando frente a las cámaras de TV al Pato Garino y a sus compañeros shockeados, ya comenzó. La Argentina es un equipo que cuenta con mucha jerarquía. Jugadores como Facundo Campazzo, Gabriel Deck, Nicolás Laprovittola brillan en Europa. Ellos son los que dirigen la batuta desde el rectángulo de juego. Un equipo que se pasa bien la pelota y que defiende con uñas. Quien no tuvo un cierre deseado con la casaca albiceleste fue el inoxidable Carlos Delfino, que con 40 años y el oro olímpico en Atenas, siempre estuvo cuando se lo necesitó.

Desde lo humano, donde todo empieza para que se concreten los éxitos, también entregan todo. A estos jugadores los conmueve y los gratifica vestir la camiseta de la Argentina. Al sentido de pertenencia lo respiran, lo viven. Por eso, a pesar de este impacto, la historia continúa.

En la primera mitad, Dominicana cerró todos los caminos ofensivos de la Argentina para continuar en partido de la mano de Andrés Feliz y Ángel Suero. Sin embargo, los ajustes defensivos del equipo de Prigioni y una ráfaga de puntos, otra vez de la mano de Campazzo y Deck (8 puntos otra vez en esta parte del partido) hicieron que Argentina se vaya al descanso 42 a 35 arriba. El tercer período parecía ser el del despegue. El aliento de la gente contagió a los jugadores que tuvieron la actitud para llevarse puesto a República Dominicana. Argentina llegó a sacar 61 a 44 con grandes combinaciones ofensivas (otra vez) de Deck y Campazzo. Sin embargo, la visita anotó un parcial de 10 a 0 a pocos segundos del final e hizo que el período finalice 64 a 54.

En el último cuarto, los nervios se apropiaron de la Argentina y lo iba a terminar pagando caro. Su mal momento fue manifestado por pérdidas, infracciones y tiros errado. Los dirigidos por el Che García lo aprovecharon con la desfachatez de algunos jugadores como Jean Montero y Ángel Suero. De a poco se fueron acercando hasta pasar a ganar el partido en 75 a 73, a 57 segundos del final. Ya no hubo recuperación posible.

Todo es decepción en la Argentina. Los dirigidos por Prigioni se quedaron afuera de la Copa del Mundo
Todo es decepción en la Argentina. Los dirigidos por Prigioni se quedaron afuera de la Copa del MundoMauro V. Rizzi

“Lo que más destaco es el compromiso de los jugadores, que viajan muchísimas horas, que jugaron hace poco en sus clubes, algunos haciendo enormes sacrificios y sufriendo situaciones personales complicadas, y aun así quieren estar”, expresó Prigioni. Campazzo también dijo: “El compromiso es destacable, apenas tienen la oportunidad de estar no dudan ni un segundo y se toman el primer vuelo y están acá, eso es increíble”.

Otros ejemplos destacados fueron los de Nicolás Laprovittola y Gabriel Deck. Ambos disputaron sus juegos de Euroliga con sus equipos y se tomaron el primer avión a la Argentina para estar con sus compañeros y poder formar parte del último partido de estas eliminatorias. Aunque no fue suficiente: en sus rostros se podía observar la tristeza por no haber cumplido con el objetivo.

La Argentina no jugará el que hubiera sido su 10° Mundial consecutivo. Lo venía haciendo desde España en 1986. La última vez que no disputó un Mundial fue en Colombia, en 1982, por haber quedado tercero en la clasificación, por detrás de Brasil y Uruguay. Con el próximo certamen, será la quinta vez que la Argentina se ausentará de un Mundial: las otras fueron en 1954, 1970, 1978 y 1982. La derrota duele, y mucho. Saben que tienen que volver a empezar.