El subsecretario de Comercio de la Provincia, Néstor Loggio, hizo un análisis sobre la situación de las Pymes, enfocado en particular sobre las radicadas en la provincia, a fin de realizar una evaluación sobre la situación de crisis que atraviesan

El documento, menciona: “Las Pequeñas y Medianas empresas son el corazón económico  en la República Argentina, representan alrededor del 80% de la empleabilidad. En nuestra provincia esa proporcionalidad es mayor. El 94,8%, de las más de 18.500 empresas que existen en territorio entrerriano, son micros,  pequeñas y medianas”.


“La mayoría – puntualiza – es de producción terciarias o de  servicios (más de 6.900), las segundas en importancia son  también de producción terciarias, en este caso relacionadas al comercio (más de 5.500), las terceras son de producción primaria, relacionadas a la agricultura, la ganadería y la pesca (más de 4.000), la cuarta en importancia son de producción secundaria, o de industrias (alrededor de 1.600), y el resto  son de construcción, Minería y Petróleo, Electricidad, gas y agua”.

La totalidad de estas empresas “configuran fuentes de trabajo para más de 140.000 personas registradas (según datos del MTEySS), que ubica al sector privado por sobre el sector público (124.000,  entre provinciales 70%, Municipales 17%, y nacionales 13%)), como generador de empleo, lo que rompe el mito que en nuestra provincia  hay más empleo público que privado. Es obvio agregar que existe,  además, en el sector privado, empleo no registrado”, agregó.

“Nuestra provincia al igual que el país todo, depende, fundamentalmente, de su mercado interno, las altas tasas de empleabilidad  están involucradas con el consumo argentino”, precisa.

“Tomemos dos ejemplos de economías regionales: 1) citricultura, que emplea directamente más de 20.000 personas en el macizo citrícola de los departamentos Concordia y Federación, y donde en la cosecha 2017 más del 70 % fue al mercado interno, y 2) sector forestal, que emplea directamente a más de 2.000 trabajadores, ( su  parte industrial se encuentra en crisis, con una disminución promedio de sus ventas del 40%),  y cuyo destino tanto de chips, (para pasta de celulosa), rollizos, manufacturas de tablas, pallets, o cajones y remanufacturas de vigas laminadas,  tableros, aberturas, etc. van al mercado interno”, ejemplifica.

“La demanda de bienes y servicios,  para ser dinámica, depende de altos niveles de empleo,  y  salarios que superen los niveles inflacionarios, y a su vez, las pymes, necesitan costos fijos razonables y acceso al crédito. Y todas estas variables, que dependen de la  macroeconomía,  están en situación de crisis, y no es una tormenta pasajera, es el plan económico del gobierno nacional”, sostiene.

Luego, agrega: “Cuando desde distintos sectores plantean que se está generando una fabulosa transferencia de riquezas de los sectores más pobres,  hacia los más ricos, lo hacen mirando, entre otras variables,  los criterios fiscales que impulsa el gobierno nacional y la tasa de rentabilidad de los ganadores de esta etapa neoliberal”.

Desde  lo fiscal, en totales recaudados,  observemos los siguientes datos:

______________Período 2012-2015 ______________________________Periodo 2015-2018

IVA ______________28,57%______impuesto regresivo,  aumento  al___________29,83%

Ganancias__________22,09%____impuesto progresivo disminuyo  al___________20,81%

Bienes personales_____1,12%____impuesto progresivo disminuyo al____________0,82%

Der.  Exportación_____6,55%____impuesto progresivo disminuyo al____________3,00%

 
“Es decir – detalla – para quienes no entiendan, aumenta el impuesto a los sectores populares, y disminuye a las corporaciones. Entonces es obvio que el estado se desfinancia, por ello realizan ajustes, en algunos casos, que llevan a la ruina a las Pymes, como es el caso de la energía, que aumento, en electricidad, mas del 1000 % en el gobierno de Macri”.

“¿Y quienes son los ganadores de esta etapa? Los de siempre en etapas neoliberales, los exportadores de granos, las empresas de energía, y el sistema financiero”, consigna Loggio.

“El Estado – sostiene – nunca es neutro en la definición de sus políticas económicas, por ello para cubrir el bache fiscal de la disminución de los ingresos, por baja de impuestos a las corporaciones, ajusta, por ejemplo en la asignación por hijos en zonas desfavorables, como la Patagonia, o en la eliminación de subsidios en las tarifas, que asfixia a las familias y pone a las pymes  al borde de su extinción”.

“Los planes de ajustes siempre arrojan el mismo resultado (Martínez de Hoz-Videla;  Cavallo-Menem-De la Rua): desindustrialización, exclusión social,  concentración económica, desempleo, precarización laboral, fragilidad externa  y sobre-endeudamiento. Y el plan de ajuste actual es un programa neoliberal clásico, con  apertura importadora, desregulación financiera, tasa de interés elevada, reducción del salario, tarifas dolarizadas, ajuste fiscal, endeudamiento”, recuerda.

“Los datos de la realidad son muy preocupantes, la inflación de junio fue del 3.7 %, y la caída de la economía en mayo, contra mayo 2017, fue del 5.8%. Argentina esta exportando ahorro (fuga de capitales) e importando deuda”, precisa.

“El gobierno de Entre Ríos ha hecho un esfuerzo enorme de racionalización del gasto, de baja de impuestos, a equilibrado el presupuesto, a tenido que aumentar partidas presupuestarias en alimentos, y programas sanitarios, donde el gobierno nacional hace abandono de sus responsabilidades,  pero no tiene incidencia en el nivel de la tarifas, en la disminución del  consumo, para ello es menester cambiar el rumbo de la macroeconomía, de ello dependerá el futuro de las pymes y del trabajo argentino”, concluye. (APFDigital)