En el río Paraná, hallaron otro ejemplar de salmón

En menos de un mes, es el segundo pez de esta especie que queda en las redes de pescadores del lugar, sobre el río Paraná.
Pescadores de la localidad de Fighiera -unos 37 kilómetros al sur de Rosario y pegada a Arroyo Seco- encontraron entre sus redes un ejemplar de la familia de los salmones mientras pescaban en el río Paraná.
El hallazgo se comunicó este miércoles a los investigadores del Acuario del río Paraná, quienes ya estaban estudiando otro ejemplar de esa especie capturado en cercanías de Arroyo Seco. En menos de un mes, es la segunda vez que se capturan estos peces originarios de zonas frías del Hemisferio Norte en el tramo inferior del río.
Emiliano Almada tiene casi toda una vida dedicada a la pesca. Aprendió el oficio de su papá, a los 9 años, y ahora lo comparte con sus hijos. Pero la sorpresa que se llevó el martes pasado el mediodía cuando entre los trasmallos se encontró con un pez de más de diez quilos, con escamas plateadas y boca dentuda no se la olvida.Las características del ejemplar coinciden con la descripción del salmón chinook (el nombre científico es Oncorhynchus tshawytscha). Es la misma especie del animal hallado el pasado 3 de noviembre por otro pescador de la zona de Arroyo Seco, quien también reportó el descubrimiento al centro de investigación y divulgación de la vida acuática del Paraná.»Me dedico a la pesca desde los 9 años y nunca vi algo así en esta zona», aseguró Almada. El hombre había tirado sus redes en el Paraná a la altura de Fighiera. «Muy cerquita de donde apareció el otro salmón», aseguró.

El pescador comunicó la captura al personal del Acuario del Río Paraná y congeló la pieza que entregará el domingo. Los investigadores del complejo le tomarán peso y medidas y lo abrirán para comprobar, entre otras cosas, si se trata de una hembra o un macho, su alimentación y su edad.

«Se van a hacer estudios genéticos justamente para ver si los dos ejemplares hallados en el Paraná tienen alguna relación. Se va a analizar el contenido estomacal (porque este está entero) para ver si se está alimentando de alguna especie autóctona y se van a analizar los otolitos (un hueso del oído interno de los peces óseos, que sirve para determinar su edad), entre otras cosas», explicó Fernando Lo Menzo, licenciado en biotecnología y coordinador del área acuariológica del centro de estudios.

El hallazgo del primer ejemplar de salmón chinook resultó llamativo para los investigadores del acuario, la segunda captura ya genera más atención.

Según explican, «si empiezan a aparecer en cantidad puede llegar a ser preocupante, ya que pueden depredar especies autóctonas y generar más presión a la fauna del Paraná», comentaron. De todas formas, hasta que no estén los análisis genéticos (que pueden tardar un mes), aún es anticipado sacar conclusiones.

Antecedentes

Hay otros antecedentes de la captura de esta especie en el tramo inferior del río. Hace cuatro años, a fines de octubre de 2018, fue capturado otro pez de esta especie en la localidad de San Pedro (Buenos Aires). En esa oportunidad, el especialista Jorge Liotta, del Museo de Ciencias Naturales de San Nicolás, tuvo a su cargo la investigación del hallazgo.

De acuerdo a su trabajo, el ejemplar hallado en San Pedro hace cuatro años fue identificado como un salmón chinook y su presencia en el Paraná se vinculó con la implantación de empresas de piscicultura de esta especie en el sur de Chile. Accidentalmente, una cantidad de ejemplares se liberó en el océano Pacífico y de allí llegó a colonizar algunos ríos chilenos. En los 80 se capturaron salmones chinook en los ríos del sur argentino.

Los salmones son peces originarios del hemisferio norte que viven en ambientes marítimos y buscan los ríos y lagunas para reproducirse. Esta documentado que pueden llegar a migrar más de 4.500 kilómetros.

La intervención humana

Desde los inicios del siglo XX, estos peces ampliaron su distribución hacia los mares del sur a partir de la intervención humana. En la década del 80 se los sembró en ríos de la Patagonia chilena. En 1998 se los encontró por primera vez en territorio argentino. Si la teoría se confirma, y los peces hallados en el Paraná están relacionados con estos ejemplares, habrían tenido que remontar más de 2 mil kilómetros para colonizar otros ambientes.

Introducidos en el sur chileno por su alto valor económico, turístico y culinario, los salmones chinook también son descriptos como una especie invasora en los ríos de la Patagonia; afectan su entorno ambiental predando y compitiendo con especies nativas.

Las especies exóticas son una problemática ambiental a nivel internacional que puede llevar a la aparición de plagas o a la extinción de especies autóctonas.

Estas especies amplían su distribución por medios antrópicos como la liberación intencional o accidental y encuentran un hábitat favorable donde establecerse gracias a buenas condiciones climáticas y reproductivas, y a la ausencia de depredadores, lo que hace que aumente con gran rapidez el número de individuos desplazando especies autóctonas, con las que compite por lugares de reproducción y alimentación.

Para los investigadores del Acuario, el Paraná no parecería ser un ambiente ideal para los salmones. «El salmón chinook es de aguas frías y justo aparece en esta época (en primavera el Paraná tiene 25 grados), por eso no sería un ambiente típico. Creemos que no sería capaz de invadir el río. Pero hay que verlo», señalaron.

Un sistema de monitoreo

Desde el Museo de Ciencias Naturales Antonio Scasso, de la localidad de San Nicolás, se propuso la creación de un sistema de monitoreo de salmones en la cuenca del Plata con el objetivo de registrar y sistematizar los hallazgos de estos peces.

El director de la institución, Jorge Liotta, fue el primero en reportar e investigar la presencia de un ejemplar de salmón chinook en el Paraná, en cercanías de la localidad de San Pedro, en octubre de 2018. Por la misma fecha, esta especie de salmón fue encontrada también en las lagunas costeras de Uruguay.

Desde el museo recomiendan que, ante el hallazgo de estos peces, no se los devuelva al agua, se los fotografíe, se anote la fecha, hora y el lugar de captura, no se lo destripe y se preserve un pedacito de aleta en un frasco con alcohol para realizar los análisis genéticos.

Pero sobre todo, lo más importante es que se comunique su aparición. Esto puede hacerse a través de un mail, tanto en el Acuario del Río Paraná (acuarismo.acuario@santafe.gov.ar) como al museo Scasso (info@museoscasso.com.ar).

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