En principio, a partir del 1° de julio entraba en vigencia el nuevo sistema de facturación electrónica para todos los contribuyentes  inscriptos en IVA, excepto de monotributistas de categoría G y menores, que pueden seguir con el talonario como se hace actualmente. Para los legos, la nueva metodología permite a la AFIP estar en conocimiento en forma pormenorizada y discriminada de las operaciones de venta o compra realizadas por un empresario, productor o comerciante por vía de internet en conexión directa con la página del mencionado organismo.

El Cont. Fabián Zorzabal explicó que el 30 de junio, último día del sistema anterior, cuando se tenía que dar de alta la nueva facturación, se saturó el sistema de la AFIP y prácticamente no funcionó.  Si bien no ha salido una resolución, el mencionado organismo publicó en distintos medios que se prorrogaba la exigencia hasta el 1° de octubre. “De todas maneras los que comenzaron con la factura electrónica tienen que continuar”.

Según el profesional –en diálogo con Paralelo 32– a partir de ingresar en el nuevo sistema de facturación comienzan otras exigencias que se deben cumplir. “Se debe informar mes a mes todas las compras y ventas, factura por factura, con todos los datos a la AFIP”. Agregó que también se deben especificar las distintas alícuotas del IVA de acuerdo al tipo de mercadería grabada.

Todas las presentaciones de Declaraciones Juradas de IVA que se hacían en julio no se hacen más con el sistema anterior sino que debe realizarse en línea por internet  con la AFIP. A partir de esto, la discriminación es más específica donde se debe incluir cada una de las actividades. “Esto representa una complicación y se debe hacer a partir de julio”.

A opinión del profesional, la primera etapa tendrá muchos problemas y dificultades propias del desconocimiento hasta que la gente se acostumbre al nuevo sistema. Por otra parte, la AFIP tendrá un doble control una vez que arranque la factura electrónica, porque se debe informar todas las compras y ventas pero este organismo de control también la tendrá en función de los proveedores.

Los que quedan fuera del este nueva metodología son los que tienen controladores fiscales, estos oportunamente serán reemplazados por otros de mayor tecnología para homologarlos a las exigencias de la facturación electrónica. “Es un sistema complejo de difícil cumplimiento especialmente porque se realiza en forma intempestiva. Si esto hubiera sido implementado en forma progresiva muchas cuestiones serían más viable”.

Duro combate al “negreo”

“El Estado sabe mucho pero sabrá aún más”, sostuvo Zorzabal. Entre lo actual y lo que viene conocerá el consumo de tarjetas de créditos, en qué se gasta el dinero, los colegios privados, pre pagas, cuentas bancarias, pero a partir de ahora podrán tener hasta un control de stock. De tal manera que la AFIP en conocimiento de lo que se adquirió en un negocio no puede vender por encima de esa cantidad. En forma práctica, si un comercio tiene 150 cajas en stock de un producto y denuncia la venta de 130, tiene que tener en galpón las 20 restantes ante una inspección. Las ventas en negro saltan inmediatamente porque no se puede vender -en el mismo ejemplo- 180 cajas cuando se declara haber adquirido 150.