El intendente, Darío Garcilazo aseguró que su gestión apostó siempre al crecimiento de la localidad, señaló que él y su gabinete trabajan “para dejar constituidas las políticas de una localidad  mejor”, y adelantó  que apostará a su reelección ya que está preparado “para dar la batalla que impone la vida política actual”. También relativizó operaciones de “picaros” que  “inventan situaciones porque no son capaces de decir las cosas de frente. Cuando se cuentan los votos se terminan las picardías”.

Garcilazo consideró que en el municipio a su cargo “hay gestiones iniciadas pero que habría que continuarlas, pero además, por la trayectoria, por la tarea realizada, debemos ponernos al menos en consideración de la ciudadanía de Victoria, y que sean ellos mismos los que determinen si es esta forma de hacer gobierno, esta forma de gobernar, esta forma de llevar adelante la ciudad la que más les gusta, y están dispuestos a acompañar con el voto”.

El intendente aseveró que de cara a las elecciones apostará a su reelección porque está convencido que en estos ocho años de gestión “plasmamos muchos proyectos, muchas ideas que teníamos para mejorar la calidad de vida de los victorienses. De esos proyectos, muchos se concretaron, y a otros que no teníamos incluidos igualmente los pudimos  realizar porque las oportunidades o las gestiones se dieron. Igualmente quedan algunas cosas en el tintero, pero con gestiones iniciadas que habría que continuar”.

Para Garcilazo, su mejor presentación es la labor realizada en estos años de gobierno, pero además, “el acompañamiento que estoy sintiendo de toda la comunidad de Victoria, a la que vemos complacida con esta gestión, porque hemos llegado a muchos  con respuestas concretas. Estoy convencido que, más allá de los datos que uno tiene a través de las encuestas, también hay otros que se palpan día a día con los vecinos. Por eso tengo la intención de verme cuatro años más conduciendo los destinos de nuestra ciudad”.

 

De picardías y algo más

Sobre las “operaciones” y agravios que se observan en el ámbito político, particularmente, de gente del mismo partido o de la oposición, Garcilazo relativizó las situaciones vividas y opinó que “esos pícaros siempre están; así como hay en las grandes ciudades, también en ciudades chicas los tenemos. A veces, lo que uno más le preocupa es que esas operaciones vengan del  grupo político propio más que del adversario, pero es lo que nos toca, y  es lo que tenemos que hacer frente. Espaldas para aguantar, sobran”, fustigó.

Garcilazo precisó que “en estos 12 años de gestión, porque más allá de los cuatro años que me ha tocado estar al frente del municipio, estuve ocho al frente de Obras Públicas con César Garcilazo. La oficina de compras, que es por donde se canalizan las provisiones para el municipio,  nunca fue cuestionada,  ni por los proveedores, ni por personas que por ahí observan algo, o pueden constatar irregularidades. Eso nos hace estar tranquilos, ya que sabemos que todo lo que por ahí pueden llegar a decir es parte de un condimento, es parte del juego  de la misma política. Como digo siempre, la realidad está en las urnas y cuando se cuentan los votos, se terminan las picardías”.