La Fundación del Oratorio de la Matanza-Victoria, en un contexto convulsionado (13 de Mayo de 1810).

oratorio

 

Un 13 de mayo de 1810, donde hoy se encuentra la Casa Parroquial de la ciudad de Victoria (Entre Ríos), se realizó la primera misa, “dejando en funcionamiento para los pobladores del pago de La Matanza el Oratorio”. Dicho acto estuvo a cargo del Cura Vicario de Paraná, Doctor Don Antolín Gil Obligado, “quién lo bendijo y entregó para el culto”. Ese mismo día, en el marco de las fiestas jubilosas, “se realizaron los primeros bautismos”, dejando en funcionamiento los «Libros de Bautismos y Defunciones».

El primitivo Oratorio “fue construido por los vecinos” animados por el Señor Don Salvador Joaquín de Ezpeleta, “ferviente devoto de la Virgen de Aránzazu, en el terreno destinado para Iglesia y Cementerio”. Éste acontecimiento, es tomado por los ciudadanos de las Siete Colinas, como fecha de su fundación.
Paralelamente, en la misma fecha, una fragata inglesa procedente de España llegó a Montevideo (Banda Oriental), “con periódicos que anunciaban la toma de Andalucía por las tropas Napoleónicas, y el sitio de Cádiz”, última plaza fuerte conservada por los españoles en su país. Pese a la vigilancia las noticias llegaron a Buenos Aires, “movilizando a los Patriotas e iniciando la Semana de Mayo”.
Volviendo al Oratorio, “en su entorno surgió espontáneamente un poblado”.
Luego, en 1820, el General Don Francisco «Pancho» Ramírez “nombró al Primer Comandante Militar del Pueblo, Señor Don José Albarenque y Antunes, junto con un Receptor de Rentas, Señor Don Ramón Pereyra”. Además, “se creó la primera escuela de la localidad”.
Dos años después, en 1822, la Provincia es dividida en departamentos, “quedando La Matanza dentro del Departamento Subalterno N° 3 del 1° Departamento Principal del Paraná, asumiendo el Señor Don Albarenque y Antunes como Primer Alcalde Mayor de Hermandad de La Matanza dependiente del Alcalde Mayor de Nogoyá”.
Posteriormente, el 13 de noviembre de 1824, el Gobernador de Entre Ríos, Coronel Don Juan León Sola, dictó un Decreto “estableciendo el ejido del Pueblo”. Más tarde, el 26 de agosto de 1826, una Ley del Congreso Provincial, sancionada a propuesta del Diputado Don Justo José de Urquiza, “eleva a La Matanza al rango de Villa”.
Finalmente, en 1829, el Gobernador Don Sola, “cambió el nombre de la Matanza por el de Victoria”, que se utiliza en la actualidad, para denominar a la ciudad ubicada sobre las siete colinas.

Colaboración: Profesor Damián D. Reggiardo Castro.