Justo el año en que se decidió realizarle un homenaje por su trayectoria en los corsos victorienses, poniéndole su nombre a la actual edición, la salud de Cristina Arellano se ha empeñado en ponerle por delante la más difícil de las pruebas.

La semana pasada dábamos cuenta del agravamiento de su estado de salud, por lo que a pedido de sus familiares fue trasladada desde Buenos Aires al hospital Salaberry de nuestra ciudad.

Hoy, después de haber consultado al director del nosocomio el doctor Edgardo García, podemos decir que el estado de salud de Cristina, que si bien ha experimentado alguna pequeña mejoría, sigue siendo muy delicado, por lo que los profesionales de la medicina continúan trabajando y luchando junto a ella para poder superar de la mejor manera este difícil momento.

Desde aquí seguimos apoyando a su familia y amigos y nos sumamos en el pedido al Supremo, para que ayude a Cristina y que los farolitos de colores sigan alumbrando sus días y ella los nuestros.