helada negraCon motivo del estreno de la película La Helada Negra, llega a la ciudad de Victoria para su estreno el 28 de Julio, el director, Maximiliano Schonfeld.
La Helada Negra está protagonizada por Ailín Salas, Lucas Schell y pobladores de la localidad entrerriana de Valle Maria.
El filme transcurre en una zona rural donde, según dijo Schonfeld, prevalece la idea de un lugar sitiado por un fenómeno de rasgos apocalípticos que transforma todo y provoca ciertas penurias a los campesinos.
La nueva película del autor de «Germania» fue filmada en la localidad entrerriana de Valle María, a 60 kilómetros de Crespo, de donde Schonfeld es oriundo.
La película narra con cuidada extrañeza la misteriosa aparición de una joven sanadora (Salas) en los campos desiertos de una comunidad rural de inmigrantes alemanes, donde un fenómeno meteorológico desconocido está destruyendo sus sembradíos y matando a todos sus animales de granja.
«En principio era una premisa que la helada negra sea una sensación, que no fuera identificable con un vasto campo apocalíptico, sino que sea una sensación de algo que estaba llegando y no se podía racionalizar», sostuvo el realizador.
Y destacó que «tiene que ver con esto de la fábula, porque al igual que la helada, la protagonista llega y se va. Esto debía ser como una historia escuchada en algún pueblo, casi como un susurro de aldea, que cuenta la llegada de esta chica, lo que hace en el lugar y su partida».
«El disparador fue la aparición de un niño sanador en las cercanías de Crespo, que decía que tenía contactos con la Virgen. Apareció cuando estábamos filmando ‘Germania’. Y toda la gente se apostaba alrededor de su casa y hacía colas larguísimas esperando ser atendidos por él. Nadie sabía muy bien qué hacía, pero todos decían que era milagroso», recordó Schonfeld en una entrevista con Télam.
A partir de la imagen de la gente que se apostaba alrededor de la casa donde vivía aquel niño, el director imaginó una historia similar pero centrada más en las personas, en su necesidad de creer en algo superior, pero también en las habladurías y rumores que pueden convertir a una extraña en una santa a quien rendirle culto o, en caso contrario, en una bruja peligrosa que podría merecer el escarnio o aun el linchamiento.
«Antes que las historias, lo que me atrae primero y magnetiza de alguna forma es el contacto con estas personas, y recién a partir de conocer su vínculo con el lugar que habitan empezamos a tejer una historia. Lo primero, para mí, son las personas antes que las historias. Es difícil reemplazar la naturaleza propia de esta gente por la de actores profesionales», dijo Schonfeld, que acostumbra a trabajar con pobladores de las zonas donde filma.
En relación con la incorporación de una actriz profesional como Salas en su nuevo filme, el director señaló que «la energía de una actriz iba a tener la misma réplica dentro de la ficción que la energía que tuvo entre estas personas. Era hacer una réplica de esa misma energía. La presencia de ella iba a generar una transformación en el vínculo con ellos, se trata de algo energético».
«Hay como un paralelo o un espejo entre esta actriz profesional para la gente de Villa María y el personaje de la película, que llega como una extraña a la aldea donde la helada está arruinando sus campos», señaló Schonfeld sobre la inesperada aparición de esa joven que posee ciertos poderes sanadores y empieza a salvar sus cosechas y sus animales.