Un fenómeno astronómico inusual  fue anunciado como el inicio de señales del Apocalipsis por los agoreros: las lunas “de sangre” que se suman al eclipse. Desde todos los países americanos y buena parte de los europeos, se observó este martes en la madrugada un fenómeno lunar atípico y por partida doble. Hubo un eclipse lunar, enmarcado en el comienzo de una “tétrada de lunas rojas”, fenómeno que se registrará solamente siete veces este siglo, según la página oficial de la Nasa. Por supuesto si quienes anticipan que es el comienzo del Apocalipsis no tienen razón y el mundo llega al final del siglo. Miles de paranaenses, niños, jóvenes y adultos,  observaron el fenómeno.

 

El eclipse de luna fue total, en tanto nuestro satélite ocupó completamente el cono de sombra de la Tierra; la sucesión de cuatro eclipses completos no se registraba desde 2004. El fenómeno duró 78 minutos desde que el borde del cono de sombra fue visible, hasta que pasó por el centro mismo y finalizó en el otro extremo.

La “luna de sangre” se ocasionó debido a la incidencia de la luz solar en el fenómeno, algo similar a lo que ocurre cuando los amaneceres tiñen el alba de tonos rojizos. La atmósfera terrestre actúa en estos casos como un lente, desviando la luz del sol y filtrando sus componentes que viran al azul, dejando pasar solamente la luz roja que es reflejada por la Luna confiriéndole tonos cobrizos de alto rango.

Algunos testimonios 
En la Redacción  se recibieron gran cantidad de testimonios, vía whats app. Inti, de siete años, contó que tuvo listo su telescopio desde temprano a la tarde: “voy a sacar una foto y si querés y te gusta, podes usarla en una nota”.

La niña, observadora de fenómenos celestes, explicó que a pesar de la hora, “hice el esfuerzo. Me acosté más temprano y mis papis pusieron el despertador para que nos levantáramos porque no quería perdérmelo por nada del mundo. Fue algo muy bello, impresionante. ¡Me gustó mucho!!!”.

Walter y Priscila lo observaron desde la costanera alta. La chica, visiblemente emocionada, indicó a esta Agencia que le atraen   los fenómenos de esta naturaleza. “A pesar del  frío y de la hora, fue impresionante, no tengo palabras para describir ese momento”.

Isabella, que lo miró desde la terraza del edificio donde vive, admitió que le pareció “mágico. Me hizo acordar cuando mi abuelo me levantaba de madrugada para observar fenómenos astronómicos. Todavía tengo en mi mente el paso del cometa Halley, en 1986. Él me cubrió con una frazada y fuimos a la terraza, mate en mano. El silencio sólo fue roto por su comentario: ‘mirálo bien, Isabella, porque recién dentro de muchos años volverás a observar este cometa.  Eso me quedó grabado en la mente; por eso este momento es tan significativo. Es increíble como pequeñas-grandes cosas como esas te marcan para toda la vida”.

Intérpretes de la Biblia afirman cambios y cataclismos
“El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el día grande del Señor” (Hechos 2:20); “Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas” (Lucas 21:25), son las referencia dilectas que los apocalípticos apuntan por estas horas, como claves para comprender que esto es parte del programa divino del fin del mundo.

En Estados Unidos, uno de los más populares pastores protestantes –John Hagee- anunció que la tétrada de lunas rojas no anticipa nada bueno. “Cuatro lunas sangrientas: algo está a punto de ca