Cómo mejora la velocidad de una computadora con un disco sólido
Asus será el primer fabricante en ofrecer unidades de estado sólido (SSD por sus siglas en inglés) en todas sus notebooks, sin importar si se trata de una básica o de alta gama.
El anuncio no significa que Asus dejará de lado los tradicionales discos rígidos (HDD por sus siglas en inglés) sino que dará la opción para que los usuarios puedan elegir el modelo con SSD. Al mismo tiempo, dará un empujón al resto de las fabricantes y permitirá que más usuarios conozcan los beneficios de ese tipo de almacenamiento, no solo más veloz y eficiente sino capaz también de «revivir» viejas computadoras, ya sean de escritorio o portátiles.
Los SSD son empleados en la actualidad, sobre todo, en computadoras de alta gama como las MacBook y las ultrabooks. Al ocupar menos espacio permiten no solo achicar el tamaño de las portátiles sino dejar «lugar libre» para otros componentes.
Gracias al acceso instantáneo, a la memoria no volátil de alta velocidad que permite aumentar el almacenamiento de datos, los SSD incrementan el rendimiento y proveen velocidades hasta cinco veces más rápidas que un HDD.
En cuanto a eficiencia energética, los SSD también superan a los discos rígidos tradicionales debido a que no consumen mucha energía porque no hay fuentes de motor ni se mueven o giran cabezas magnéticas. Esto equivale a un máximo de 37% más de duración de la batería.
La fiabilidad y protección de datos también mejoraron, la información se almacena electrónicamente en un SSD, lo que implica que es menos susceptible a recibir daños por golpes físicos. Asimismo, los SSD operan en completo silencio ya que no contienen partes móviles.
Se realizó una prueba para comprobar la mejoría en el rendimiento de una vieja notebook. El equipo utilizado fue una Lenovo ThinkPad Edge 13″, con un procesador AMD Athlon Neo X2 de 1.5Ghz, 2GB RAM, disco de 250GB / 5400rpm y Windows 7 de 32 bits.
Con más de cuatro años de uso, el equipo no solo comenzó a ser más lento en su arranque y cierre sino también en el uso cotidiano. El SSD utilizado para comprobar la mejora en el rendimiento fue un Kingston V300 de 240GB.
Con el HDD, la computadora se iniciaba en 3:21 minutos y cerraba en poco más de 30 segundos. La velocidad de escritura era de 69,2 MB/s y la de lectura de 69, según los resultados de ATTO disk benchmark.
Con el SSD, la notebook queda lista para usar en 1:40 minutos y se cierra en 9 segundos, es decir, se redujo a la mitad. La velocidad de escritura pasó a 240,7 MB/s y la de lectura a 277,8, una mejora de casi cuatro veces entre una tecnología y otra.
Al actualizar el sistema a Windows 10, los tiempos de inicio y cierre son ahora de 30 y 3 segundos, respectivamente.
La única desventaja de los SSD es el precio, más elevado que el de los HDD. Por ejemplo, un SSD Kingston de 240GB cuesta $2.800, mientras que un HDD de 500GB se consigue por $1.600.
¿Es compatible mi computadora con un SSD? Si es una notebook y tiene un HDD convencional de 2,5″, cualquier SSD SATA funciona ya que el factor de forma (tamaño y tipo de conector) es el mismo.
Existen en el mercado kits completos de instalación (unidad SSD, cofre externo USB donde colocar el HHD para ser usado como disco externo) y el software necesario para hacer el traspaso de los datos de un disco al otro.
En el caso de una desktop, la unidad de 2,5″ no entra en el gabinete. Se venden también kits con adaptadores y los cables necesarios para asegurar la unidad.
Si la computadora es muy antigua, hay buscadores para saber si hay SSD compatibles o no.
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