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Tras varios encuentros entre las empleadas de casas de familia se logró conformar en la ciudad  el Sindicato de Empleadas de Casa Particulares. Sin embargo no pueden sumar más de una veintena. Estiman que el temor a ser despedidas impide la sindicalización de un sector laboral donde se puede comprobar graves infracciones a las leyes que protegen al sector. Estiman que en Victoria hay cerca de 1.000 trabajadoras en condiciones de afiliarse.

El sábado pasado sólo se juntaron un poco más de diez personas.  Una reunión contó con 20 participantes y se lo agenda como la de mayor presencia. Sin embargo se puede detectar la precariedad en la que se encuentra un gran número de mujeres que ayudan en hogares victorienses.

Cecilia Taborda es la delegada local del Sindicato y manifestó que se les hace muy complicado que las mujeres se acerquen por temor a que tras estos encuentros sean despedidas. En ese aspecto, dice que desde la comisión que preside, no buscan dejar sin empleo, sino todo lo contrario, intenta generar acciones en beneficio del sector.

“Solicitamos al intendente que nos incluya en la tarifa reducida del transporte de pasajeros, que podamos acceder a los planes de viviendas” relató. Por estas horas realizan un listado de trabajadoras para ingresarlas como beneficiarias de la tarifa social de energía eléctrica.

Recordó que en los próximos días regresarán a la intendencia para hablar con Domingo Maiocco  y recordarle la solicitud de un espacio físico donde llevar adelante los encuentros.

En cada reunión, alguna de las diez integrantes de la comisión directiva del sindicato escuchan y orientan a las recién llegadas. En ese contexto se conocen diferentes historias donde se evidencia la falta de cumplimiento de las leyes laborales. Empleadas que les entregan los recibos pero sin embargo no se le hacen aportes jubilatorios, otras que trabajan hasta 18 horas al día por sueldos que  no alcanzan ni siquiera a cubrir el mínimo. Observan con preocupación que en la mayoría de los casos hay temor de parte de las empleadas de denunciar a la patronal. “Nosotros no hacemos nada que las chicas no lo avalen”, asegura.

Datos

El sueldo de una empleada de una casa de familia dedicada exclusivamente a la limpieza de la casa durante 8 horas de lunes a viernes y 4 horas el sábado es de $ 5.358.

El régimen laboral regulado por Ley 26.844 vigente desde 12/04/2013, que permite que las chicas tengan obra social y puedan acceder a una jubilación, exige que el patrón abone 35 pesos como aportes jubilatorias y $165 a la Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART). La obra social queda a cargo de la doméstica por lo que deberá pagar por cada uno de los integrantes de la familia la suma $ 419 (hasta junio pagaban $ 233 por cada uno).

La cuota que las domésticas deberán pagar mensualmente para formar parte del sindicato es de $ 50.

Pasos

Reconocen que por los altos costos que deben asumir las empleadas por el pago de la obra social, muchas chicas prefieren seguir trabajando en negro. Informó que la hora en negro se cobra hoy desde 43 pesos, en tanto que una trabajadora en blanco el precio de la hora es de 28 pesos.