Ni progresista, ni peronista, ni liberal: la nada misma en Educación
Es una vergüenza que el gobierno duerma la siesta con el problema educativo en la provincia de Entre Ríos y solamente se despierte cuando los trabajadores de la actividad hacen el justo reclamo por una postergación que no solamente se plasma en la falta de diálogo, sino en la disminución del 20% del presupuesto para la educación entre el año pasado y el corriente.
Y como si todo esto fuera poco, en Concepción del Uruguay, en nuestras escuelas, hay brotes de sarna que afectan la salud de nuestros niños, porque entre otras cosas los establecimientos escolares no cuentan con los elementos de limpieza esenciales, ya que las partidas destinadas a la compra de estos artículos son sumamente escasas y los montos asignados resultan considerablemente bajos.
Deberían ser pasibles de un juicio político los que provocan un daño de esta naturaleza a los alumnos de las escuelas públicas cuyos padres confieren al estado durante muchas horas la educación y la custodia de sus hijos.
Lo dice claramente Graciela Bar, ex presidente del Consejo General de Educación que del conflicto «sólo se sale con diálogo», aunque yo debería corregir diciendo «a los conflictos hay que anticiparse para evitarlos con el diálogo que contemple las necesidades y programar las formas de resolverlos».
Un gobierno que enferma a los estudiantes y no atiende a los docentes no está cumpliendo su principal función y que no solemnemente se impulsa este concepto desde los sectores progresistas sino por el mismo padre del capitalismo, Adam Smith, entendió desde el liberalismo que una de las funciones insoslayable del estado es la educación.
Con esto queda claro que este gobierno, ni es progresista, ni es peronista, ni es liberal, es la nada misma.
(*) Candidato a Vice Gobernador de Cambiemos
Deja una respuesta