Los hospitales del país se están quedando sin reservas, por lo que instan a las personas que puedan donar sangre a que sean especialmente solidarias en esta época de verano y vacaciones.
La donación es rápida y no duele. (Foto: Adobe Stock).
La donación es rápida y no duele. (Foto: Adobe Stock).

El Mundial de Qatar 2022 con la Selección Argentina campeona, desató una ola de tatuajes sin precedentes. Los usuarios comparten sus diseños nuevos en las redes sociales, espacios en los que también se pueden ver las solicitudes pidiendo donantes para algún familiar internado. Dos realidades simultáneas que mueven a la reflexión dentro del terreno de la solidaridad: ¿antes de tatuarnos, podríamos hacer un alto y donar sangre?

“Luego de un tatuaje hay que esperar mínimo seis meses para donar sangre. Si sumamos a esto la cantidad de personas afectadas por el virus COVID-19, los que se van de vacaciones o los que no están en condiciones de donar por muchas otras razones, nos disminuye muchísimo la población apta para una donación”, plantea Miriam Méndez (M.N. 114.480), jefa del Banco de Sangre del Hospital Alemán, especialista en Hemoterapia e Inmunohematología.

Enero y febrero son meses difíciles para abastecer los bancos de sangre y satisfacer las necesidades de los pacientes. Todos los días se atienden pacientes, niños y adultos, en tratamientos oncológicos, trasplantes, partos, cirugías complicadas y muchos otros casos que necesitan de un soporte sostenido de sangre, plaquetas y otros productos sanguíneos.

La médica repasa que para donar sangre es necesario tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos y gozar de buena salud. Antes de la extracción, se realiza un examen médico en el que la persona que se ofrece a donar tiene una entrevista clínica con un especialista en Hemoterapia, que valorará si está en condiciones de hacerlo con total seguridad, controlando, entre otras cosas, la tensión arterial y los valores de hemoglobina.

“La demanda de tatuajes mundialistas de estos días nos puso en alerta. Si he pensado en tatuarme, ¿por qué no pensar antes si alguien me necesita y me acerco a donar sangre?”, insiste la experta y agrega que de una manera rápida, sencilla y sin ningún riesgo para la salud, se puede ayudar y contribuir con la salud y el bienestar de muchas personas.

Entre todos los rumores que hay alrededor de este tema, la respuesta es SÍ, se puede donar sangre con tatuajes. El hecho de haberse hecho algún tipo de tatuaje no tiene por qué implicar algún tipo de impedimento para que la persona pueda donar sangre.

Con tatuajes sí se puede donar, tan solo es necesario que hayan pasado 6 meses desde el día en que se realizó. (Foto: Pixabay)
Con tatuajes sí se puede donar, tan solo es necesario que hayan pasado 6 meses desde el día en que se realizó. (Foto: Pixabay)

Es necesario tener en cuenta que los tatuajes, al igual que los piercings, son intervenciones que, si no se hacen bajo condiciones totalmente higiénicas, pueden ser foco de infecciones. Si la aguja no está esterilizada o si la tinta se usa directamente del mismo recipiente que el que se utilizó para tatuar a otra persona, se pueden producir infecciones que se transmitan de una persona a otra y otros problemas vinculados.

Sin embargo, si las condiciones que se llevan a cabo están reguladas y son sanitarias, no hay ningún impedimento para poder donar, ya que la persona es igual de sana que el resto. No obstante, hay que tener en cuenta algunos aspectos.

“Las personas tatuadas no pueden donar sangre justo después de tatuarse. Esta pauta no es igual en todos los países, sino que depende de la regulación de cada territorio. Así, mientras que en España, por ejemplo, se debe esperar cuatro meses, en otros países se debe esperar hasta un año. En la Argentina, dependiendo de cada institución, el tiempo estipulado es de seis meses o un año”, resume la doctora Méndez.

Esta espera es importante en cuanto al tema de seguridad y calidad en las transfusiones de sangre, ya que existe un período de tiempo entre el momento en que ocurre la infección y el momento en que puede ser detectada. Durante ese tiempo la persona no tiene síntomas, pero el agente infeccioso puede estar presente en su sangre y ser indetectable.

La principal preocupación, y más aún en estos momentos de festividades, es brindar cariño y protección a los seres queridos y la de los profesionales de la salud, cuidar y proteger al paciente.