Una nena de 7 años, sufrió amputación parcial de un dedo por el ataque de palometas en la Rambla Catalunya de Rosario. Hubo muchos lesionados en tobillos, pies y manos, dijeron desde atención sanitaria de esa ciudad.

Una nena de siete años resultó con una gran parte de su dedo meñique de la mano izquierda amputado y algo más de sesenta personas fueron atendidas hasta el momento en la zona de la Rambla Catalunya por un sorpresivo ataque de palometas que infestan las aguas del Paraná.
Según indicó a La Capital Gustavo Centurión, uno de los médicos del Sies que trabaja en lqa carpa sanitaria instalada en la zona «en la temporada es la primera vez que pasa esto y fue algo muy agresivo. Esto empezó a darse después de la media mañana, cuando empezaron a aparecer personas con mordeduras en los talones, los pies y las manos. El cuadro más grave es el de una nena de 7 años que sufrió la amputación de buena parte de su dedo meñique izquierdo y que debió ser trasladada al hospital de Niños Víctor J. Vilela. Hubo personas a quienes las palometas literalmente le arrancaron pedacitos de carne».
Cabe señalar que los guardavidas hicieron muchos intentos para evitar que la gente siguiera ingresando al espejo de agua, pero se complicaba esa tarea debido a la masiva asistencia de público debido a las altas temperaturas.
Varios agentes de la Guardia Urbana Municipal tomaron cartas en el asunto y aguardaban la llegada de la policía para evitar mayores inconvenientes.

 

Especialistas descartan que pueda repetirse un ataque de palometas a bañistas

El subsecretario de Recursos Naturales de la Provincia de Santa Fe, Ricardo Biasatti, desestimó esta mañana que pueda repetirse un ataque generalizado de palometas a bañistas en la costa rosarina tal como el registrado ayer.
«Estimamos que es un episodio absolutamente esporádico en el sentido que la palometa es una de las especies habituales en verano en el sistema de río Paraná que es muy grande. Evidentemente se ha dado alguna circunstancia por la cual un cardumen pasó en un momento que obviamente la costa estaba totalmente llena de bañistas en el agua y lamentablemente se produjo este episodio en el cual un número importante de personas sufrió daños algunos menores y otros de mayor consideración», evaluó el funcionario que es licenciado en Biología.
«Desde el punto de vista de la lógica es esperable que no suceda o suceda en forma esporádica porque no es el hábito de la palometa alimentarse o estar en el lugar común de la rambla, cerca del canal donde el agua corre. En realidad el hábito es otro estar en lugares de aguas más quietas en otra parte del río que son muy diferentes a lo que es la costa de Rosario•señaló Biasatti.

Al ser consultado sobre la posible causa centrada en alteraciones del ecosistema fue tajante. «En absoluto no es que no tenga alteraciones porque si bien las tiene en los últimos años a gran escala que tiene que ver con cosas como represas, el puente, uso de contaminantes o cantidad de cosas, pero no puedo establecer una relación con el episodio de ayer», analizó en contacto con «El primero de la mañana» por La Ocho.
«Insisto la palometa es una especie habitual en esta época del año pero en otro lugar del río. Evidentemente ese cardumen ha pasado por el lugar en el momento en que había muchos bañistas y el hábito es que por el movimiento ante la presencia de lo que puede ser una presa efectúa algún ataque», detalló. «Si bien no es descartable que pase, si uno revisa hacia atrás las estadísticas no es una cosa que suceda habitualmente y es esperable que no vuelva a suceder en forma habitual. Ataques de esta magnitud no hay antecedentes revisando hacia atrás hemos tenido casos esporádicos todos los años. La gente navega transita el río y es muy esporádico que un grupo de palometas ataque así», dijo llevando tranquilidad a los rosarinos que disfrutan de la playa.

«No debiera repetirse por los hábitos de los animales en el lugar que nosotros usamos el río en forma masiva. Posiblemente en las islas, en aguas tranquilas donde la gente se traslada en distintas embarcaciones, el riesgo sea algo mayor pero en la costa es esporádico. Se ha dado alguna conjunción, si hubiese sido algo que uno podría pensar que se va a generalizar la dimensión hubiese sido mucho mayor. No hubiese sido puntual, en un momento, entiendo que durante el día a pesar de las recomendaciones de la GUM, de personal sanitario, una vez pasado el episodio la gente volvió a entrar al río y no se volvió a producir esto, No quiere decir que no pueda volver a suceder, pero no es la conducta de esta especie y no es probable que se haga habitual», explicó el subsecretario del área.

Además sobre cambios en la pesca que puedan generar esta conducta afirmó que «de ninguna manera. A veces tenemos en sistemas complejos la percepción de la gente es bastante limitada, lo que estamos viendo es un fenómeno de una escala prácticamente insignificante, sin minimizar lo que le pasó a las personas. Estamos hablando de un sistema de millones de kilómetros y si tuviera alguna alteración de carácter alimentario estaríamos hablando de casi una catástrofe. Veríamos cosas muy diferentes, la cadena del río esta normal con sus casi 300 especies».
En ese sentido ejemplificó que «las poblaciones de sábalo están con su ciclo normal y hablo del sábalo y porque es el de mayor volumen de pesca y es base alimentario en el sistema del río», asimismo desestimó la bajante como causal. «La bajante en la zona de costa o donde no corre puede tener algo que ver, pero si fuera un fenómeno masivo hubiéramos tenido muchos más episodios».
«Santa Fe tiene 800 kilómetros de costa y no tenemos registro de otro lugar, fue un episodio desafortunado porque ese cardumen se encuentra con tantos bañistas y pasó ese episodio. Ya pasó y no hay forma de tener registro más que las referencias de las víctimas. Pero no hay tampoco razones que nos indiquen que esto se pueda generalizar, ni que hay un cambio de conducta en la especie», concluyó el especialista.