Central se desahogó. Se tomó revancha un año más tarde. Le alcanzó con una ráfaga en el primer tiempo y con la gran actuación de su arquero, Sebastián Sosa, en la segunda parte. Otra vez hubo jugadas polémicas, otra vez fue un partido parejo y luchado. Pero celebró el equipo rosarino. En Córdoba, le ganó 2-1 a Boca, con un golazo de José Luis Fernández y una arremetida de Germán Herrera para meterse en la semifinal de la Copa Argentina donde lo espera Belgrano. El descuento de Benedetto llegó en la última bola y no le dio chances de esperanzas al equipo de Guillermo.

En el mismo escenario, a 363 días de aquella polémica que coronó a Boca, la Copa Argentina los volvió a encontrar en un partido de cuartos de final que tuvo una previa interminable. Con la polémica por aquel arbitraje de Diego Ceballos salpicando hasta estos días. Y un choque que inevitablemente se presentaba como una bisagra para el futuro de ambos.