Condenaron a prisión efectiva al conductor que chocó y mató a Ofelia KesselLos del caso Tirsa Mierez recibieron condicional.

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Los Rodríguez pelearon casi nueve años para llegar a un juicio por la muerte de Ofelia Kessel. Los Mierez esperaban una sanción acorde a la imprudencia que se cobró la vida de Tirsa. Ayer a la mañana, dos causas emblemáticas de la inseguridad vial en Paraná coincidieron en los Tribunales, y en ambas los familiares de las víctimas fatales quedaron disconformes, tanto con la sentencia del primer caso, como con el acuerdo de juicio abreviado del segundo.
La resolución de las causas de siniestros viales con personas fallecidas es uno de los puntos que más discordia causan en la Justicia, más allá de la conmoción que generan crímenes aberrantes y de las polémicas por los casos de corrupción que se investigan. La diversidad de resoluciones sobre casos que otrora eran todos accidentes de tránsito, evidencia la falta de criterios un poco más uniformes en la Justicia. Ante la mayoría de las sentencias, siempre hay quienes quedan disconformes, si no indignados.
Responsables. Beisel y Beber, con condicional por la muerte de Mierez.
Responsables. Beisel y Beber, con condicional por la muerte de Mierez.

«Estamos agotados»
La maniobra de Victorio Ríos al volante de un auto Fiat 147, en la siesta del 10 de febrero de 2010, fue demasiado temeraria, a eso nadie lo negó. Iba por avenida Blas Parera, hacia el norte. Se adelantó a varios vehículos, incluido un camión semirremolque, y al retomar su mano, porque de frente circulaba un colectivo de la Línea 10, embistió a Ofelia Kessel, que cruzaba para tomar el micro que la llevaría a trabajar. Además, luego siguió su marcha, huyó y se escondió.

En el muy tardío juicio al conductor, lo que estuvo en el centro de la discusión fue si el hombre, que entonces tenía 30 años, había visto a la mujer, de 68, y sin embargo aceleró y siguió adelante. O si se le cruzó de repente en su camino. Y si esa conducta merece una sanción como la que recibe quien mata a alguien por otros medios, o la prisión efectiva por una negligencia sin excusas, o una pena de libertad condicional por una imprudencia cruzada por el azar de un accidente.
Por otro lado, se evaluó qué responsabilidad tuvo en el encubrimiento del responsable, por parte de Sebastián Suárez, quien iba como acompañante.
Para la fiscal Mónica Carmona, se trató de un Homicidio culposo, por lo que pidió cuatro años y ocho meses de prisión efectiva (dos menos que la máxima de ese delito). Los abogados querellantes, Guillermo Vartorelli y Miguel Cullen, mantuvieron la acusación por Homicidio simple con dolo eventual, tal como ha reclamado la familia de Kessel durante todos estos años, y pidieron ocho años y tres meses de prisión. El defensor oficial, Luis Pedemonte, había pedido una pena condicional.
El debate tuvo un punto álgido en la declaración de Ríos, quien se exculpó de la muerte de la mujer, y señaló que fue la víctima quien retrocedió cuando ya iba cruzando la calle.
Ayer, finalmente, el tribunal presidido por Gervasio Labriola, condenó a Ríos a tres años y cuatro meses de prisión efectiva. Es decir, los jueces coincidieron con la Fiscalía, aunque valoraron más atenuantes. Y además, sobreseyeron a Suárez por la prescripción del delito imputado.
La disconformidad con el fallo por parte de la familia Rodríguez (el viudo y los hijos de Ofelia) se hizo sentir luego del adelanto del veredicto. En diálogo con UNO, Ana Rodríguez expresó: «El malestar no es solo por eso, sino por la demora que tuvo el juicio. La tristeza es porque los jueces nos dieron lugar a todo, se apoyaron en todo sentido en que no fue realmente un accidente, pero las garantías están dadas para los delincuentes, así que lo dejaron con tres años y cuatro meses. El 18 nos entregan los argumentos de la sentencia y ahí veremos qué haremos hacia adelante, pero muchas esperanzas no nos quedan, estamos agotados».

«La condena nos la dieron a nosotros –afirmó–, estamos condenados. Quiero dejarla a mi mamá descansar en paz, la hemos desenterrado mil veces, queremos hacer un duelo como cualquier ser humano. Fue muy doloroso, me volvieron a matar a mi mamá».
«Es irrisorio lo que le dan. Como mucho van a tener un año y medio de cárcel por buena conducta. Le buscaron la vuelta, desestimaron la carátula de homicidio simple con dolo eventual, consideraron que no era justo», lamentó Ana, y agregó: «Hizo todas las barbaridades habidas y por haber, sabemos que la vio y no atinó a frenar, no es que no tuvo la intención de hacerlo».
En este sentido, Ana dijo que «Los jueces nos dijeron que estaban convencidos de que ellos la habían visto, que no había atinado a frenar, que no había tocado bocina ni pegado el volantazo. Pero la condena fue favorable a ellos. Van a apelar, pero seguiremos peleando, duele mucho saber que va a quedar en la nada».
Por último, consultada acerca del caso de Tirsa Miérez cuya polémica judicial se dio también ayer, la hija de Ofelia sostuvo: «Somos muchos ya, no somos los primeros ni vamos a ser los últimos, arruinan toda una familia y siguen libres. De una vez por todas, un juez tendría que poner una condena y un ejemplo».
Oposición al abreviado
Como en muy pocos casos, sino tal vez el único, serán condenados los dos conductores de los vehículos que protagonizaron un siniestro vial fatal. Se trata del ocurrido el 10 de diciembre de 2016 en avenida Circunvalación y Don Bosco, donde murió Tirsa Mierez, de 19 años. Por el hecho en el que hubo imprudencias de ambas partes, se llevó a juicio a David Beisel, de 22 años, novio de la víctima, quien conducía el auto Ford Ka, y a Luis Beber, quien tiene 84 años y aquella madrugada iba al mando de su Toyota Hilux.

En principio, se iba a realizar un debate, pero se avanzó en el diálogo para un juicio abreviado, donde Beisel, asistido por el abogado Leandro Jacobi, acordó con el fiscal Ignacio Aramberry cumplir dos años y ocho meses de prisión condicional. El juez Pablo Vírgala analizará si homologa el acuerdo. Para ello, se contaba con el consentimiento del querellante Iván Varnengo, en representación de los padres de la víctima. Pero no ocurrió lo mismo respecto del acuerdo de juicio abreviado que se firmó con Beber, quien fue defendido por Guillermo Vartorelli y Miguel Cullen. Los padres de Tirsa se opusieron y pidieron llevarlo a un juicio oral, donde pedirán una pena de prisión efectiva.
Parte de la discusión pasa por quién de los dos conductores tuvo mayor responsabilidad y por ende merece una mayor sanción.
El auto conducido por Beisel iba por Circunvalación, a alta velocidad. La camioneta guiada por Beber iba por Don Bosco, y doblaba a la izquierda para tomar por la avenida. En esa intersección se produjo la colisión: el Ford Ka embistió en el lateral izquierdo a la Toyota Hilux.
Beisel iba a alta velocidad. En la Circunvalación, la máxima es de 60 kilómetros por hora, y había una huella de frenada de 38 metros. Los peritos calcularon que iba a no menos de 109 km/h. Además, se cree que ambos jóvenes iban sin el cinturón de seguridad colocado.
En tanto, Beber iba alcoholizado. Según el examen realizado dos horas después del choque, tenía 0,73 gramos de alcohol por litro de sangre. Se estima que al momento del hecho la graduación podría haber sido de 1 (el doble de lo permitido en aquel momento).
A favor de Beisel, se argumentó que si bien la Circunvalación, normativamente, es una avenida, tiene las características de una autopista, mal señalizada, sin cartelería, con cruces peligrosos con las otras arterias (más aún con semáforos intermitentes como aquella madrugada), y nadie que circula por allí respeta la velocidad máxima de 60 km/h. Además, se planteó que por la relación afectiva que tenía con Tirsa, sufre una pena natural.
A favor de Beber se planteó que tenía prioridad de paso, y que el suyo fue el vehículo embestido. Los peritos adjudicaron mayor responsabilidad al automovilista que a él, en cuanto a la mecánica del hecho.
En la audiencia de ayer, ante la jueza Carolina Castagno, el fiscal defendió el acuerdo, al igual que los defensores, al considerar que no puede llevar a juicio a quien tiene menor responsabilidad en el desenlace.
La querella pidió la palabra para los padres de la víctima. La madre expresó: «No dejo de ver la responsabilidad de Beisel porque cada vez que salía con mi hija le pedía que la cuidara, cosa que no hizo, pero también veo su responsabilidad –dijo al dirigirse a Beber–. Usted venía alcoholizado de una fiesta donde le recomendaron que no manejara porque había tomado. Se garantizaron los derechos de ustedes como imputados, pero los nuestros como padres, no».
El padre, Fabio Mierez, dijo a Elonce: «Lamentablemente, las leyes no acompañan. No es que quiero que sufra como nosotros, pero tampoco que por artilugios se disfrace o le busquen la quinta pata al gato. No chocó un poste, terminó con la vida de Tirsa, de nuestra hija, y nadie me la va a devolver, pero esto se tiene que modificar, alguien se tiene que hacer cargo».
El viernes de la semana que viene la jueza Castagno dará a conocer si hace lugar al pedido de la querella o si homologa el acuerdo al que arribaron la Fiscalía y los defensores.
La encrucijada por condenas distintas en casos similares
La condena contra Silvio Díaz por la muerte de Juan Manuel Martínez Zurbano, cambió todos los parámetros. La novedad de determinar el dolo eventual en un siniestro vial, con una pena de ocho años y cuatro meses de prisión, abrió las puertas para que se plantee lo mismo en otros casos que bien podrían ser similares. No obstante, no volvió a dictarse una sentencia por Homicidio simple con dolo eventual para un hecho de tránsito. La vara quedó muy alta, y hay víctimas que con sus razones equivalen sus tragedias a la ocurrida hace cuatro años y medio frente a la escuela Del Centenario. Tal vez la ausencia de repercusión y presión pública que existió en aquel caso, a diferencia de muchos otros, sea una diferencia sustancial, además de la valoración de las pruebas que se producen en cada investigación.
Ayer en diálogo con radio La Voz, el presidente del Superior Tribunal de Justicia dijo, entre otras cosas: «Por los mismos hechos que a uno le den probation, a otro dos años en un abreviado, y a otro ocho años, me pone mal, porque es el Poder que yo elegí para estar. Y no es nada contra nadie». Podría haberse referido a otras cuestiones, pero bien vale la frase para las causas de siniestros viales.