Somos seres muy frágiles, mucho más de lo que suponemos, aunque nos cuidemos, hagamos deportes, comamos sano no estamos exentos de morir. Para eso sólo nos hace falta estar vivos. Si hacemos un análisis, así ligero, nos daremos cuenta que el ser humano es la especie animal más frágil del universo. Sólo para nacer necesitamos que todo un conglomerado de cromosomas células y demás efectos químicos sucedan, que se pongan de acuerdo, que coordinen para formar un nuevo ser. Luego del milagro del nacimiento, no somos capaces de valernos por nosotros mismos como la mayoría de los animales que inmediatamente andan por sus propios medios guiados por su madre. Necesitamos un tiempo para aprender todo: sentarnos, caminar, hablar, socializar, madurar en las funciones motrices y cerebrales nos lleva años…

  Somos tan frágiles pero tan perfectos a la vez, y repito sólo hace falta estar vivo para morir. Y cada día cuando salimos de casa estamos enfrentados a riesgos naturales como pueden ser los virus, bacterias, las inclemencias del tiempo como puede ser el frio o el calor, cualquier cosa que pueda afectarnos. Y nuestro cuerpo en el mejor de los casos está preparado con armas biológicas para combatirlas, a todas, hasta la enfermedad más grave tratada a tiempo es derrotada.

Pero lo que nuestro ser no puede aniquilar es la estupidez de muchos, la soberbia omnipotente de muchos adultos y sobre todo jóvenes que juegan con la muerte cada día cuando se suben a sus motos para desafiarla… La estupidez del que se cree un gran piloto de las dos ruedas, hacedor de destrezas idiotas que ponen en riesgo semejante maquinaria biológica que portamos desde que nacemos. Esta desidia mental mata.

Hoy fui protagonista en primera persona del riesgo que implica manejar una moto, de lo expuestos que quedamos sobre ellas, pero como valoro mi vida, necesito mi cuerpo para seguir en este plano amando a mis hijos, para no generarle a mi madre y hermanos una pena irremediable, para seguir entre mis amigos en cuerpo y alma disfrutando de las cosas hermosas (y también por qué  no de las malas o no deseadas porque de todo se aprende) ,de este plano de la existencia… siempre, siempre, siempre, siempre USO CASCO.

CASCO un adminículo que todo motociclista debe llevar pegado a su cabeza bien amarrado: querelo, lustralo, tunéalo… pero siempre en la cabeza, no importa el frio, el calor, las excusas… la  visibilidad se hace perfecta con los espejos retrovisores de tu moto, juntos forman un buen equipo, ni hablar del registro y el seguro, son pasaportes para tu integridad física, tu seguridad, si no lo haces por vos, hacelo por tu vieja, tus amigos, tu novia, tus compañeros de escuela, de deportes…¿Por qué desafiar a la muerte? Te gustan las motos como a mi… usala, disfrutala pero seguro… no te sabotees, desafiando los consejos y las normas vigentes de seguridad sólo te perjudicas vos, seguí en este plano, crecé, vivi la vida hermosa con todo lo que tiene… Aprendé a quererte, amate… ¡somos casi un milagro de la naturaleza! Y pensá también en los otros…

Hoy el CASCO salvó mi vida… si no hubiese sido por él habría dejado a mis hijos, madre, hermanos, amigos, colegas en una honda desazón y me estarían maldiciendo por no haberlo usado. Hubiese quedado en terapia intensiva descerebrada esperando el desenlace, o muerta instantáneamente. Amo mi vida por eso SIEMPRE USO CASCO.