El mundo es grandioso y ofrece destinos espectaculares para viajar en cualquier época del año. Sin embargo, si uno va a salir fuera de temporada hay que considerar algunas cuestiones. Como muchos productos y servicios, el turismo no está ajeno a la estacionalidad.
«Los meses más cercanos a las vacaciones escolares se consideran por las agencias de viajes como temporada alta, ya que es el tiempo propicio para hacer viajes en familia y es cuando los chicos tienen disponibilidad para hacerlo. Esto comprende los meses de julio y agosto y el período de noviembre a marzo. Por el contrario, desde abril hasta junio y durante septiembre y octubre, el movimiento turístico baja al igual que los precios»explica Juan Manuel Peralta, vocero de TravelPAQ, un buscador de paquetes turísticos para agencias de viajes.
La empresa presentó un informe con los resultados de más de 30 consultas a distintas agencias de viajes de Argentina, que opinaron sobre lo bueno y lo malo de viajar fuera de temporada. Algunas de las ventajas tienen que ver con los precios y la cantidad reducida de turistas, mientras que las desventajas incluyen lugares cerrados y problemas climáticos.
Las ventajas
 
El turismo personalizado es una nueva forma de viajar que ya llegó a Buenos Aires.
El turismo personalizado es una nueva forma de viajar que ya llegó a Buenos Aires.
1. El precio de los paquetes es más barato
En temporada baja los precios de los vuelos y hoteles bajan considerablemente. Según Babel Viajes, agencia con más de diez sucursales en Argentina, en algunos casos el mismo viajepuede costar hasta un 30% menos en esa época del año. Muchos hoteles, con el fin de asegurar un aumento de demanda en los meses menos populares, ofrecen a los operadores turísticos precios con importantes descuentos. Es por esto que muchas veces se encuentran mejores ofertas en agencias de viajes que en el sitio web del propio hotel. Y si además se decide viajar con un paquete turístico, el precio puede ser aún más económico.
Julián Gurfinkel, cofundador de Turismocity, coincide: «Tanto los hoteles como los pasajes en avión tienden a costar muchísimo menos que en temporada alta, donde los precios tienden a aumentar bastante más de lo que realmente deberían costar».
2. Podés visitar los lugares más emblemáticos sin hacer cola
Visitar Machu Picchu en temporada alta es un verdadero desafío. Las colas suelen prolongarse casi doscientos metros y si se quiere sacar una foto del Templo del Sol o de la piedra Intihuatana, uno debe encuadrarla bien para que no aparezcan los miles de turistas que estarán haciendo la visita en el mismo momento. Fuera de temporada uno tiene el privilegio de gozar plenamente de estos atractivos. Por supuesto, uno no está solo, pero se pueden admirar estos monumentos sin tener que abrirse paso a codazos para conseguir verlos.
Gurfinkel explica que supone una gran oportunidad para conocer realmente el lugar de destino, ya que al no ser una temporada de vacaciones, se pueden vivir de forma mucho más auténtica los diferentes puntos del lugar que se visita. «Es mucho más tranquilo y seguro ya queno hay masificación de gente en el lugar de destino. Un plus: no hay que hacer fila para entrar a ningún lugar».
3. Hay menos ruido en los hoteles y más tranquilidad
Fuera de temporada hay menos gente en los hoteles, el horario de las comidas resulta mucho más tranquilo y relajarse no es complicado: un argumento a tener en cuenta sobre todo si se necesita descansar. Según el co-fundador de Turismocity, «al tener tanta importancia el turismo en las economías de los diferentes lugares, quienes brindan los servicios tienden a ser mucho más amables y atentos en temporada baja para cuidar a sus clientes«.
 
Las desventajas
 
Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras que puede vivir una persona.
Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras que puede vivir una persona.
1. El clima en algunos destinos suele ser bastante molesto
En algunos destinos del exterior hay que tener en cuenta que en invierno suele haber cancelaciones de vuelos en aeropuertos a causa de heladas o nevadas y las horas de luz son menores si se viaja en otra época del año. Incluso en algunos lugares la lluvia no deja disfrutar en plenitud del paisaje. Gurfinkel explica: «Es difícil poder ir a ciertos destinos debido a las nevadas o climas molestos a la hora de hacer turismo. Hay que averiguar de antemano el tipo de clima para no llevarse sorpresas a la hora de aterrizar«.
 
2. Hay menos atractivos artísticos y espectáculos
Si bien en las grandes ciudades hay espectáculos para todos los gustos durante todo el año, en algunas ciudades más pequeñas, este tipo de actividades sólo se realiza durante temporada alta. Un ejemplo de ello son las festividades típicas de cada ciudad, las cuales suelen coincidir con épocas de mucha visita turística.
 
3. Las ciudades no están tan preparadas para el turismo
Durante temporada baja, las ciudades dejan de lado el encanto turístico y se focalizan en sus actividades diarias. Hay locales que reducen la cantidad de personal e incluso algunos cierran sus puertas en los meses de menor actividad, lo que reduce la oferta artesanal y de servicios. «Los lugares que solo dependen del turismo, en temporada baja suelen estar los restaurantes cerrados, las calles totalmente vacías, y puede llegar a ser muy aburrido vacacionar en algún lugar sin ninguna actividad para hacer», asevera Gurfinkel.
 
Recomendaciones para viajar durante temporada baja
Lo primero que hay que hacer antes de planear un viaje en temporada baja es comenzar a buscar ofertas de pasajes. Una opción para descubrir precios económicos, además del recorrido casi obligado por plataformas como Despegar.com, es entrar a la cuenta de Twitter@PromosaereasAR, donde se pueden encontrar oportunidades imperdibles. La clave de un viaje accesible es evitar los precios exorbitantes de las temporadas altas.
 
A Europa y Estados Unidos siempre conviene viajar entre los meses de octubre y abril, ya que los tickets de avión van a ser siempre más baratos, y los precios de los hoteles, hostels y alojamientos en general van a ser mucho más razonables que los que se encuentran durante las épocas más populares del año. Pero hay que prestar atención: no todas las atracciones o lugares estarán abiertos en temporada baja. Por ejemplo, un viaje a las islas griegas no será completo durante el invierno ya que, más allá de que no se podrán disfrutar las playas, algunas islas resultan inaccesibles y los ferries no alcanzan algunos destinos.
También es recomendable contactarse con operadoras de turismo del lugar a visitar. Se puede acceder a una lista de todas las organizaciones tanto gubernamentales como privadas en el sitio web del World Tourism Directory.