En la tarde del día Lunes, aproximadamente a las 17:30 horas, la Jefatura Departamental Victoria, a través de la Sala de Tráfico del Comando Radioeléctrico, recibió un llamado telefónico ante una emergencia de orden público suscitada en inmediaciones de la Escuela N° 47.

En el pedido de auxilio del vecino solicitante, se hacía hincapié en la actitud de una persona, en apariencia ebria, que profería gritos e insultos  alterando el orden público, además de infundir  temor en las madres que retiraban a sus pequeños  hijos al momento de salir  del colegio.

Ante la actitud permanente del sujeto de negarse sistemáticamente al pedido de las dos patrullas policiales que asistieron al lugar para que dejase voluntariamente el lugar, se dispuso que el mismo fuera conducido a la alcaidía de la Unidad Departamental bajo los cargos contravencionales de ebriedad y desorden flagrantes en vía pública, establecidos en la Ley provincial 3.815.

La persona trasladada a dependencias de la fuerza de seguridad es un reincidente habitual en este tipo de acciones, recordado por la comunidad local últimamente cuando se despojó de una bolsa con limones e intentar burlar el accionar policial, introduciéndose en un templo católico mientras un sacerdote oficiaba la santa misa.